Traspi¨¦ y retirada

El grupo alem¨¢n E.ON ha logrado que el Ministerio de Industria atendiera sus peticiones y retirase la casi totalidad de las exigencias que impon¨ªa la Comisi¨®n Nacional de la Energ¨ªa (CNE) para la compra de Endesa. La resoluci¨®n de Industria supone un ¨¦xito relativo para E.ON, pero deja en muy mala posici¨®n a las autoridades espa?olas. Tanto a los responsables del organismo, como al ministerio (sobre todo al anterior titular, Jos¨¦ Montilla, que se opuso a la opci¨®n alemana en defensa de la de Gas Natural) y al propio Gobierno, que ha tenido que hacer encaje de bolillos tras haber forzado a la CNE a imponer unas condiciones muy duras a E.ON para, posteriormente, tratar de dulcificarlas para contentar al Ejecutivo alem¨¢n y evitar conflictos en el entorno comunitario.

Una situaci¨®n realmente hilarante que oblig¨® a salir al ruedo al propio presidente Zapatero y lidiar personalmente el toro bravo alem¨¢n. Zapatero se comprometi¨® ante la canciller Merkel a encontrar una soluci¨®n pac¨ªfica, mientras desde Bruselas sal¨ªan dardos envenenados que acusaban a Espa?a de practicar pol¨ªticas intervencionistas, cuando -todo hay que decirlo- Espa?a es, con el Reino Unido, el pa¨ªs de la Uni¨®n Europea (UE) que tiene un sector energ¨¦tico m¨¢s liberalizado.

Zapatero encarg¨® incluso la intermediaci¨®n del ex ministro socialista Carlos Solchaga con E.ON. Pero Solchaga fue el primer sorprendido cuando se conocieron las duras condiciones de la CNE, sobre todo las que exig¨ªan desprenderse de activos que supon¨ªan el 33% del total de Endesa, entre ellos todos los nucleares y gran parte de las centrales t¨¦rmicas, as¨ª como los sistemas extrapeninsulares (Canarias, Baleares, Ceuta y Melilla). Algo que no encajaba con el esp¨ªritu constructivo que hab¨ªan pactado.

Victoria p¨ªrrica

La decisi¨®n, que para algunos expertos puede ser inconstitucional al ser vinculante la disposici¨®n de la CNE, da nuevo auge a la batalla por Endesa. Ahora E.ON ya no estar¨¢ obligada a desprenderse ni de nucleares ni de ning¨²n otro activo si acaba haci¨¦ndose con el control. Pero en la pr¨¢ctica puede haber llegado tarde ante las dificultades que se le presentan al gigante alem¨¢n en la pelea por Endesa con Acciona y, en menor medida, con Gas Natural.

Sin embargo, a medida que avanza el tiempo, esa posibilidad se va complicando. Durante todos los meses que han pasado, la operaci¨®n se ha encarecido notablemente y las posibilidades de que la oferta de E.ON se consolide y tenga ¨¦xito se reducen. Justamente un d¨ªa antes de que Industria se pronunciase sobre su recurso de alzada, la CNE permit¨ªa a Acciona elevar su participaci¨®n en Endesa por encima del 10%. Su prop¨®sito es llegar al 25% y hasta el 30% cuando la nueva ley de OPA fije en este porcentaje el l¨ªmite para lanzar una oferta obligada.

El pasado jueves, Jos¨¦ Manuel Entrecanales, presidente de Acciona, mand¨® un mensaje claro desde un lugar inesperado. Pero, esta gente no pierde oportunidad. Durante la presentaci¨®n que su grupo patrocin¨® de Una verdad inc¨®moda, el documental en el que Al Gore denuncia el deterioro del planeta, sentenci¨® sin pesta?ear: "Desde Acciona y si me permiten desde Endesa vamos a luchar para que esto no ocurra". A su lado estaba la ministra de Medio Ambiente, Cristina Narbona. En el auditorio, le escuchaba la presidenta de la CNE, Maite Costa, y alg¨²n otro miembro de este organismo. Pudo sorprender; pero en este mundo de los negocios nadie da puntada sin hilo. Al d¨ªa siguiente, la CNE le daba permiso para rebasar el 10% al entender que no est¨¢ sometido a regulaci¨®n. O, dicho de otra forma, a batirse con el grupo alem¨¢n en su asalto a la el¨¦ctrica espa?ola.

Encarecimiento

En principio, la intromisi¨®n de Acciona, al comprar a 32 euros la acci¨®n el 10% de Endesa (y dejar otro 10% aparcado en el Banco Santander), supuso que E.ON tuviera que elevar su oferta inicial de 25,4 a 35 euros por acci¨®n (nada menos que 10.000 millones de euros m¨¢s). A este primer efecto, se a?ade que E.ON necesita el respaldo del 50,01% de las acciones de Endesa para suprimir el blindaje que limita en el 10% los derechos de voto. Raramente la asistencia a las juntas supera el 50% (a no ser que se pague una prima por acudir), y aunque la supere, Wulf Bernotat, presidente de E.ON, lo tiene complicado. Bastar¨ªa que al 25% de Acciona se sumara el 10% de Caja Madrid y el 3% de la SEPI (el grupo p¨²blico no se va a meter en ninguna pelea ni a favor ni en contra). Es decir, una minor¨ªa suficiente de bloqueo. E.ON tendr¨ªa que rogar -u ofrecer lo impensable- a los fondos de inversi¨®n y a los accionistas minoritarios para triunfar.

Y si E.ON acaba lanzando la OPA (el mercado pide m¨¢s de 35 euros por la empresa que preside Manuel Pizarro) y triunfa, tendr¨ªa que entenderse con Acciona. De momento, est¨¢n a la gre?a, como lo demuestra la denuncia del grupo alem¨¢n ante las autoridades estadounidenses acus¨¢ndola de mantener pactos con el Santander y no dar informaci¨®n. Si su vocaci¨®n es de permanencia, como asegura, va a tener mucho que decir en el futuro en el caso de que E.ON lance la OPA y se quede en Endesa. Si decide vender, har¨ªa importantes plusval¨ªas.

No acaban ah¨ª los problemas. El grupo E.ON, adem¨¢s, tiene que demostrar ante un juez de Barcelona que no recibi¨® informaci¨®n de Endesa tras una denuncia de Gas Natural, que sigue en el ajo aunque haya quedado desenfocada en la fotograf¨ªa.