Correcci¨®n de rumbo

Los americanos tienen el martes la oportunidad de corregir el mal rumbo que ha tomado su pa¨ªs en seis a?os de Administraci¨®n Bush. Por primera vez desde su llegada al poder, George W. Bush y los republicanos se enfrentan a un voto de castigo. Las elecciones para renovar la C¨¢mara de Representantes y un tercio del Senado pueden marcar un punto de inflexi¨®n. Bastar¨¢ con que los dem¨®cratas logren el control de una de las dos c¨¢maras del Congreso para convertir a su presidente, al que le quedan a¨²n dos a?os, en lo que en la jerga pol¨ªtica de EE UU se conoce como un pato cojo. Pero sobre todo, es una oportunidad de recentrar el pa¨ªs hacia una cierta normalidad.

Los republicanos controlan el Congreso desde 1994. Si los dem¨®cratas recuperan la mayor¨ªa en una c¨¢mara -no digamos ya de las dos- podr¨¢n cambiar los presidentes de los comit¨¦s y abrir investigaciones sobre lo que quieran, incluidas la guerra de Irak y los contratos que han conducido a la desprotecci¨®n de derechos y libertades. Pero adem¨¢s, tendr¨¢n capacidad para legislar sobre temas que Bush ha ignorado como son el medio ambiente, la subvenci¨®n a las petroleras o programas sociales, aunque el titular de la Casa Blanca dispone siempre de la prerrogativa del veto.

La campa?a se ha convertido en una protesta contra la intervenci¨®n en Irak, al crecer el sentimiento popular de que la Casa Blanca no sabe c¨®mo salir de lo que se percibe como un nuevo Vietnam. Los dem¨®cratas no tienen una visi¨®n alternativa clara, pero s¨ª manifiestan la necesidad de una retirada militar gradual. A diferencia de 2004, han perdido el miedo a criticar el conflicto, las torturas a prisioneros, los recortes de libertades y garant¨ªas que han supuesto las leyes antiterroristas.

Estos excesos, unidos a esc¨¢ndalos de corrupci¨®n o sexuales cometidos por destacados republicanos, est¨¢n contribuyendo a alejar el voto de la derecha cristiana, que siempre ha sido tan decisivo para Bush. El Partido Dem¨®crata ha vuelto a cortejar a los grupos religiosos y busca movilizar a m¨¢s de sus votantes. En las perspectivas influye el hecho de que si bien la econom¨ªa ha seguido creciendo, ni las clases medias ni las bajas se han beneficiado de ello. La renta familiar media disponible es hoy menor que cuando Bush fue elegido en 2000.