Instrumentos agotados
La crisis de los organismos sociolaborales que se ha visualizado en las ¨²ltimas semanas no es algo nuevo. La actual situaci¨®n del CRL o de Hobetuz es un paso m¨¢s en el deterioro del funcionamiento de los organos de encuentro entre patronal y sindicatos, deterioro que se da en todos los organismos sociolaborales, como tambi¨¦n se da en el CES o en Osalan.
Son organismos que atraviesan una crisis estructural: la falta de di¨¢logo y acuerdos obedece a cuestiones de fondo que no tienen nada que ver con el modelo de funcionamiento o con el r¨¦gimen de adopci¨®n de acuerdos como nos quieren hacer ver algunos agentes. Situando el debate en t¨¦rminos de funcionamiento se evita entrar en la discusi¨®n de fondo sobre el porqu¨¦ de esta situaci¨®n y sobre los verdaderos responsables de la misma.
El problema no es de funcionamiento, sino de contenido. Cuando hay contenido se puede llegar a acuerdos
El derecho a decidir que se plantea en el ¨¢mbito pol¨ªtico se debe trasladar al ¨¢mbito laboral
El problema no es de funcionamiento, sino de contenido. Cuando hay contenido se puede llegar a acuerdos; por poner un ejemplo, cabe citar el acuerdo por el empleo alcanzado en 1999 en el CRL, pero, tras este acuerdo, Confebask adopt¨® una decicisi¨®n pol¨ªtica que todav¨ªa hoy arrastramos. Abandon¨® unilateralmente la Mesa del Empleo, espacio de di¨¢logo social surgida en el CRL que pod¨ªa desarrollar acuerdos interprofesionales. Este abandono marca el comienzo de una lenta agon¨ªa en este organismo, que queda reducido al funcionamiento del Preco y a una funci¨®n consultiva de escasa relevancia.
Las razones principales de esta crisis institucional son las siguientes:
- Falta de di¨¢logo social por la actitud de la patronal, que sabotea cualquier intento de di¨¢logo social autonomo, no dependiente del Estado. Adem¨¢s, la patronal no tiene ning¨²n inter¨¦s en abordar cuestiones como la temporalidad o la siniestralidad laboral, etc¨¦tera; en definitiva, las cuestiones que afectan y preocupan a los trabajadores. La legislaci¨®n ampara a los empresarios y se encuentran c¨®modos en esta situaci¨®n. Esta falta de voluntad de la patronal se ve claramente en la actitud que mantiene en la negociaci¨®n colectiva, que en varios sectores est¨¢ imposibilitando firmar convenios con contenidos m¨ªnimamente decentes.
- Los ¨®rganos de participaci¨®n institucional son instrumentos agotados de un marco auton¨®mico agotado. Las instituciones de Gasteiz y de Nafarroa carecen de competencias legislativas en materia econ¨®mica y sociolaboral, y desde Madrid se nos imponen distintas reformas que afectan directamente a los trabajadores de Euskal Herria.
?stas son, pues, las principales causas de la crisis institucional que padecemos, pero tampoco podemos dejar de mencionar la actitud del Gobierno de Gasteiz, que asume esta realidad, ya que no la contesta pol¨ªticamente y muestra una total dependencia ante la actitud de la patronal. El Gobierno, y el Departamento de Trabajo en particular, tiene una responsabilidad pol¨ªtica, tienen que tomar cartas en el asunto.
En cuanto a la actitud de los dos sindicatos estatales, hay que decir que las posiciones de ambos neutralizan el espacio de di¨¢logo social. Persisten en jugar en diferentes campos de di¨¢logo social: por un lado, el estatal, determinante y central para ellos, donde negocian con la CEOE y el Gobierno de turno; y, por otro lado, el auton¨®mico, totalmente subsidiario. Es incompatible hablar de acuerdos en el ¨¢mbito de la CAV o de Nafarroa y neutralizarlos con el di¨¢logo social en Madrid. Un ejemplo claro es la situaci¨®n de Hobetuz: el acuerdo sobre formaci¨®n profesional adoptado en la CAV ha sido neutralizado desde el Estado, imponiendo un sistema de financiaci¨®n y modelo de formaci¨®n a la medida de intereses sindicales y patronales espec¨ªficos. La formaci¨®n continua se convierte en una v¨ªa de financiaci¨®n para las organizaciones que optan por este modelo. ?Pero, para qu¨¦ vale el acuerdo en la CAV si algunos de sus firmantes lo incumplen y vac¨ªan de contenido desde la capacidad normativa ajena al acuerdo y desde el ahogo econ¨®mico?
El di¨¢logo social, la concertaci¨®n social, ya funciona en el ¨¢mbito estatal y, sin ir muy lejos, tambi¨¦n se da en Nafarroa. No es el modelo que quiere LAB. No vamos a avalar la concertaci¨®n de mera foto, el di¨¢logo social sin contenido.
La falta de competencias y capacidad legislativa en el ¨¢mbito sociolaboral, la carencia estructural de las instituciones de Gasteiz y Nafarroa puede ser encauzada a trav¨¦s de acuerdos interprofesionales que aborden cuestiones como la precariedad, la siniestralidad laboral, la igualdad de oportunidades, la formaci¨®n continua, etc¨¦tera. El di¨¢logo social puede ser un instrumento v¨¢lido para ir dando forma a un marco propio de relaciones laborales. El derecho a decidir que se plantea en el ¨¢mbito pol¨ªtico se debe trasladar al ¨¢mbito laboral.
Pero, para abordar el di¨¢logo social y la reactivaci¨®n de los organismos sociolaborales con bases s¨®lidas, desde LAB demandamos que se adopten compromisos concretos.
En el ¨¢mbito sindical y la patronal:
- Compromiso de todos los sindicatos y de la patronal de construir un espacio de di¨¢logo social aut¨®nomo, no subsidiario, y abierto a todos los temas sociolaborales.
- Compromiso de todos los sindicatos y de la patronal de defender los acuerdos que se alcancen en el ¨¢mbito del dialogo social en Hego Euskal Herria por encima de otras normativas o acuerdos en otros ¨¢mbitos, en clara referencia a lo que ha pasado con Hobetuz.
En el ¨¢mbito pol¨ªtico:
- Compromiso de los gobiernos de demandar la plena capacidad normativa en las materias que determinan las relaciones laborales y la protecci¨®n social.
- Compromiso de definir un marco institucional de participaci¨®n, sin exclusi¨®n alguna, para el desarrollo de un di¨¢logo social eficaz en el objetivo de avanzar hacia un nuevo modelo de relaciones laborales.
Garbi?e Aranburu es secretaria de Pol¨ªtica Institucional de LAB.
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