La pesadilla de tener un doble
La justicia confunde tres veces a un ciudadano con un ladr¨®n de igual nombre
A Rafael Garc¨ªa Garc¨ªa le robaron la moto el s¨¢bado pasado en su pueblo, Arcos de la Frontera (C¨¢diz). Cuando se dio cuenta, fue derecho a la Guardia Civil. Pero en el cuartel se encontr¨® con una sorpresa. Le dijeron que estaba en busca y captura y que ten¨ªa que ingresar de inmediato en una c¨¢rcel de Madrid. Supuestamente, estaba condenado por robo. Rafael ya sab¨ªa de qu¨¦ iba la historia. Desde hace tres a?os, un cruce de datos inform¨¢ticos ha provocado que en varios juzgados madrile?os confundan su DNI con el de otro Rafael Garc¨ªa Garc¨ªa, un delincuente habitual sobre el que pesan numerosas denuncias por hurtos y peque?os robos.
La primera vez que Rafael -el de Arcos- sospech¨® que algo raro pasaba fue en julio de 2002. La Guardia Civil se present¨® en su casa para pedir su carn¨¦ de identidad. Al cabo de unos d¨ªas se lo devolvieron, sin explicarle qu¨¦ hab¨ªa pasado. Un a?o despu¨¦s fue cuando se llev¨® un susto may¨²sculo. Le comunicaron que lo hab¨ªan condenado a 38 fines de semana de arresto en Madrid por un delito de robo con fuerza en las cosas. "A mi chiquilla de 11 a?os casi le da algo cuando le dijeron que su padre ten¨ªa que ir a la c¨¢rcel", recordaba ayer en Madrid este hombre tranquilo y t¨ªmido de 41 a?os, pe¨®n, con dos hijas, al que es imposible imaginar como el ladr¨®n recalcitrante con el que le confunden los archivos.
Rafael Garc¨ªa Garc¨ªa comparte con el delincuente, adem¨¢s de nombre y apellidos, d¨ªa y a?o de nacimiento
Esa vez no lo detuvieron de milagro, gracias a que los agentes de la Guardia Civil de Arcos lo conoc¨ªan bien. Pero le dijeron que fuera a Madrid de inmediato. En el juzgado se dieron cuenta de que por un error, en los archivos de la Tesorer¨ªa General de la Seguridad Social se hab¨ªa cruzado su n¨²mero de DNI con el de otro Rafael Garc¨ªa Garc¨ªa, un heroin¨®mano -seg¨²n les dijeron-, que era el realmente condenado. Y de la Seguridad Social hab¨ªa pasado a los datos del juzgado. Los dos Rafaeles compart¨ªan adem¨¢s a?o de nacimiento, 1965. Y d¨ªa: uno naci¨® el 23 de marzo y el otro, el 23 de abril. Comprobado el error, en el juzgado le dijeron que no se preocupara, que estaba resuelto. "Pensamos que ya hab¨ªa terminado todo y nos volvimos tranquilos a casa", relata Rafael.
Pero todo no hab¨ªa terminado. El a?o pasado vio c¨®mo le desaparec¨ªan de la cuenta corriente 126 euros. Era un embargo. El otro Rafael no hab¨ªa pagado una multa que le hab¨ªan impuesto en un juzgado madrile?o, por un delito, y se la estaban cobrando a ¨¦l. Esa vez logr¨® solucionarlo por tel¨¦fono. "Pero tardaron dos meses en devolverme el dinero", se queja.
El siguiente episodio es el de esta semana. La orden de busca y captura y de ingreso en prisi¨®n. Ambas con su n¨²mero de DNI. Rafael estaba ayer en los juzgados de Plaza de Castilla con su mujer, su padre, su hermano y un abogado, deshaciendo el entuerto. Y deseando que ¨¦ste sea, de una vez, el ¨²ltimo cap¨ªtulo. "Ya no puedo m¨¢s", dice. "Cada vez que me confunden me toca hacer mil y pico kil¨®metros, venir hasta aqu¨ª y dejar de trabajar. Y eso sin tener en cuenta lo mal que me pongo con todo esto".
Guarda como oro en pa?o la providencia que dict¨® ayer el juzgado, en la que se reconoce que todo ha sido una confusi¨®n. Le han dicho que la lleve siempre encima porque, mientras se avisa a la Polic¨ªa y a la Guardia Civil de que la orden de busca y captura es err¨®nea, si lo paran puede tener problemas. "Es su salvoconducto de libertad", bromea su abogado, Luis Miguel Oncina.
Rafael ya no sabe qu¨¦ hacer, porque, adem¨¢s, el otro es muy constante en su actividad delictiva. "Aunque est¨¦n provocados por un fallo inform¨¢tico, aqu¨ª ha habido varios errores judiciales", explica su abogado. "As¨ª que quiz¨¢ interpongamos una reclamaci¨®n por da?os y perjuicios". Para evitar que vuelva a ocurrir, quieren presentar escritos explicando el caso en el Ministerio de Justicia y en todos los juzgados de instrucci¨®n de Madrid, el ¨¢rea de actuaci¨®n del ladr¨®n hom¨®nimo, el otro Rafael Garc¨ªa Garc¨ªa.
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