Dos testigos identifican a los 'skins' acusados del crimen del 'okupa'
Uno de ellos reconoce el cuchillo empleado y el otro se?ala al supuesto autor material
Dos testigos identificaron ayer a Aitor D¨¢vila y Emilio Cort¨¦s como los j¨®venes de est¨¦tica skin que les amenazaron la noche del 15 de agosto de 2004 en el barrio de Gr¨¤cia, minutos antes de que Roger Albert fuese apu?alado en el cuello con un cuchillo desollador, lo que le provoc¨® la muerte cuatro meses despu¨¦s. Durante su declaraci¨®n ante el tribunal del jurado que juzga el caso, uno de esos testigos incluso identific¨® el arma empleada en el crimen.
"S¨ª, es el de la camiseta de Espa?a". Ya han pasado m¨¢s de dos a?os de los hechos, pero el testigo reconoci¨® ayer en la Audiencia de Barcelona a Aitor D¨¢vila como el presunto asesino de su amigo, Roger Albert. El testigo y la v¨ªctima iban con un grupo de j¨®venes de est¨¦tica okupa, dice la fiscal. El acusado y su amigo, que tambi¨¦n se sienta en el banquillo, con otro de est¨¦tica skin. Su indumentaria inclu¨ªa s¨ªmbolos nazis y fascistas, nada que ver con el traje con el que se presenta D¨¢vila cada d¨ªa al juicio procedente de la prisi¨®n.
El testigo de cargo explic¨® al jurado que el grupo de skins les empez¨® a insultar y, sin posibiidad de defenderse, D¨¢vila apu?al¨® a Roger Albert. Su versi¨®n de los hechos es la que relata la fiscal¨ªa en el escrito de acusaci¨®n, en el que solicita 19 a?os de c¨¢rcel para D¨¢vila y Cort¨¦s. Seg¨²n la fiscal, cuando los skins se cruzaron con los okupas, les insultaron con frases como "sois unos hijos de puta", "basura, guarros, vamos a limpiar la calle". Sucedi¨® en la calle Gran de Gr¨¤cia, a la altura de la parada de metro de Fontana, de madrugada, durante las fiestas del barrio.
El arma del crimen
Otro de los testigos fue todav¨ªa m¨¢s concreto y no s¨®lo identific¨® a Emilio Cort¨¦s como la persona que le amenaz¨® aquella noche, sino que se describi¨® el arma asesina, un cuchillo desollador de reses que s¨®lo se adquiere en establecimientos especializados. Fue entonces cuando el presidente del tribunal rog¨® que se le exhibiera el arma y el testigo asinti¨® sin duda. Se trata de un arma blanca de forma irregular, con varias puntas y una hoja de acero de ocho cent¨ªmetros de longitud y con un solo filo.
Este mismo testigo explic¨® que la noche de los hechos quien llevaba el arma era Cort¨¦s, aunque precis¨® que no pudo concretar qui¨¦n fue el autor del crimen porque no lo vio. La tesis de la fiscal¨ªa es que Cort¨¦s sac¨® por sorpresa el cuchillo y se lo entreg¨® a D¨¢vila, que fue quien se lo clav¨® "fuertemente" en el cuello de Roger Albert Gin¨¦.
Los acusados dieron una versi¨®n muy distinta y negaron tanto su pertenencia a un grupo skin como su ideolog¨ªa. "No soy de ideas extremas, no simpatizo con esos grupos", dijo D¨¢vila. Reconoci¨® que aquella noche empu?¨® un objeto que cogi¨® del suelo sin saber qu¨¦ era, que sali¨® corriendo y que lo arroj¨® al cabo de unos metros. El juez orden¨® que se lo ense?asen y el acusado explic¨® que no pod¨ªa concretar si era esa arma, a pesar de que en el juzgado de instrucci¨®n declar¨® que lo que cogi¨® fue un cuchillo.
D¨¢vila neg¨® tambi¨¦n que clavase el cuchillo a Roger Albert y explic¨® que no hab¨ªa visto antes a Cort¨¦s. Tampoco pudo confirmar ni rebatir la tesis del fiscal seg¨²n la cual Cort¨¦s hab¨ªa comprado el arma en una comercio de Valencia, cuando acudi¨® a un concierto con unos amigos. Emilio Cort¨¦s, por su parte, neg¨® que le pasara el cuchillo a D¨¢vila, aunque precis¨® que vio que ¨¦ste se encontraba al lado de la v¨ªctima y que ¨¦sta se desplom¨® y empez¨® a sangrar. Pero declar¨® que no vio qui¨¦n lo apu?al¨®.
Los amigos de los acusados, por su parte, coincideron en que no vieron nada: ni la agresi¨®n, ni las armas. S¨ª explicaron que fueron los okupas quienes les persiguieron y les agredieron, un relato que nada tiene que ver con el del fiscal y el resto de las acusaciones.
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