"A los profesores nadie nos defiende"
Un profesor de instituto de L'Hospitalet agredido critica su indefensi¨®n. Los docentes se manifiestan hoy en Barcelona
"Un instituto expulsa a dos alumnos que se pelearon con navajas". "Un ex alumno agrede a un profesor y su amiga lo graba con el m¨®vil". Los titulares de prensa son elocuentes estos d¨ªas sobre lo que est¨¢ pasando en escuelas e institutos. Juan Santolaria, un profesor agredido por el tutor de una alumna, se ha decidido a explicar sus vivencias en su instituto. Tiene detr¨¢s 16 a?os de trabajo como docente. Hoy da clases en un instituto de L'Hospitalet de Llobregat (Barcelona), pero prefiere no dar el nombre para no perjudicar al centro. La escalada de violencia en los centros -la ¨²ltima, una agresi¨®n a miembros de la direcci¨®n y a otro empleado de la escuela Eduard Marquina, de Barcelona- sacar¨¢ a la calle hoy a los profesores en la plaza de Sant Jaume de Barcelona, ante la sede de la Generalitat. "Nadie defiende a los profesores. Estamos indefensos", asegura Santolaria.
"?Sabe que no podemos expulsar de clase a un alumno? Faltan instrumentos"
"Hay alumnos de 15, 16, 17 a?os obligados a seguir estudiando, algo que no quieren"
Santolaria da clases de Filosof¨ªa y ?tica. No para de fumar mientras habla. Inquiere con los ojos a su interlocutor como buscando respuestas. "?Sabe que un profesor no puede expulsar de clase a un alumno? ?Sabe que se le debe de enviar al jefe de estudios para que decida si sigue o no en clase?. La realidad es que en la mayor¨ªa de los casos, la direcci¨®n respalda al profesor, pero faltan instrumentos. Los profesores no tenemos medios para actuar. Y lo digo yo que nunca he tenido que expulsar a nadie de clase. En algunos centros, y lo digo por experiencia, hay alumnos que vienen bebidos a clase por la ma?ana o con problemas psicol¨®gicos que deben tomar una medicaci¨®n y no la toman".
?l mismo fue agredido hace dos semanas por el tutor de una alumna en la puerta del instituto y ante testigos. "Me dec¨ªa que hab¨ªa humillado y maltratado a la chica, cuando lo ¨²nico que hice en clase fue instarle a leer un texto en voz alta y al ver que se echaba a llorar le dije que no siguiera", afirma. "Algunos, en mi instituto, me dicen que lo mejor es dejarlo correr, no hacer nada, cuando tendr¨ªan que ser los servicios de inspecci¨®n los que actuaran en nuestro nombre y de oficio contra las agresiones", dice. "Al final, acabas mirando para otro lado".
Para este profesor, el problema, no reside en las direcciones de los centros, "que est¨¢n haciendo lo que pueden contra la violencia, sino en que la inspecci¨®n de la Generalitat, se rige "por el principio kafkiano de que siempre hay que hacer lo que menos problemas cause y si eso supone no ir al fondo del problema se hace".
Este profesor quiere destacar -"rec¨®jalo, por favor"- que no todo es malo en los centros escolares. "Hay buenos alumnos, gente estupenda y muy valiosa que vale la pena. Los buenos son los m¨¢s. Los malos, los menos, fallos del sistema".
Los problemas en los institutos, dice Santolaria, se han agudizado desde que se ampli¨® a los 16 a?os la escolarizaci¨®n obligatoria. "Es una medida loable, pero hay alumnos que quieren estudiar y otros que no quieren". Ese es, a su juicio, un problema de la reforma educativa de 1990 que alarg¨® la escolarizaci¨®n obligatoria hasta los 16 a?os. "La idea era y es buena, pero el resultado ha sido una cierta degradaci¨®n porque hay alumnos de 15, 16, 17 a?os obligados a seguir algo que no quieren", afirma. ?Alternativas? "En Alemania o en Suecia la escolarizaci¨®n es hasta los 16 a?os, pero los que no quieren estudiar tienen otras v¨ªas antes de esa edad, por ejemplo, el aprendizaje de alg¨²n oficio".
Hace tres a?os, cuando trabajaba en un instituto de Badalona, la inspecci¨®n le abri¨® un expediente. El motivo fue que algunos alumnos asist¨ªan a clase "con gafas oscuras e indumentaria propia de las tribus urbanas. Esto ¨²ltimo no es lo importante", dice, "pero con gafas oscuras es dif¨ªcil seguir la pizarra o leer un libro". Se opuso. Aunque el expediente inicial que se le abri¨® recog¨ªa el calificativo de "varias faltas graves, al final de un largo proceso acab¨® como falta leve y ya prescrita", afirma.
Este profesor de ?tica y Filosof¨ªa estar¨¢ hoy en la protesta convocada en Barcelona. La iniciativa de la protesta ha salido de los profesores de la escuela Eduard Marquina, y a ella se han sumado despu¨¦s los sindicatos. Para este profesor, al final, todo es una cuesti¨®n de dignidad. "La dignidad es el instrumento de trabajo. Si no se defiende no se puede realizar".
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