La polic¨ªa brit¨¢nica pregunta a Brown sobre las finanzas laboristas

La polic¨ªa brit¨¢nica ha contactado con Gordon Brown, n¨²mero dos del Partido Laborista y gran favorito para suceder a Tony Blair como primer ministro, para que presente una declaraci¨®n escrita sobre todo lo que sabe acerca de la presunta financiaci¨®n irregular del Partido Laborista. Otros muchos altos cargos laboristas tambi¨¦n han sido llamados a presentar una declaraci¨®n escrita mientras otros, como el ex ministro Alan Milburn, han sido interrogados personalmente en calidad de testigos.

Estas informaciones, que trascendieron ayer, han disparado los rumores, y el temor en medios laboristas, sobre la posibilidad de que Blair sea llamado a declarar en breve y de que la polic¨ªa le convoque como sospechoso y no como mero testigo.

Las investigaciones sobre financiaci¨®n irregular afectan tambi¨¦n al Partido Conservador. Su anterior l¨ªder, Michael Howard, prest¨® declaraci¨®n ante la polic¨ªa semanas atr¨¢s como testigo. La polic¨ªa pretende averiguar si los dos grandes partidos se han lucrado mediante la venta de distinciones, como el t¨ªtulo de lord a multimillonarios que han hecho donaciones a los partidos o les han prestado dinero a muy bajo inter¨¦s en lo que parecen donaciones encubiertas.

Seg¨²n los medios brit¨¢nicos, adem¨¢s de Brown habr¨ªan sido llamados a presentar declaraciones escritas otros altos cargos laboristas como el viceprimer ministro John Prescot y los ministros Jack Straw, John Reid, Patricia Hewitt, Alan Jonson, Peter Hain y Ruth Kelly. Alan Milburn, que ya ha prestado declaraci¨®n, fue el organizador de la campa?a de las generales de 2005, en la que se habr¨ªa gastado gran parte del dinero conseguido quiz¨¢s de forma irregular.

El centro de la investigaci¨®n

El debate pol¨ªtico sobre estas investigaciones est¨¢ empezando a centrarse en Tony Blair por varias razones. Primero, por la posibilidad de que sea interrogado. Segundo, porque el presunto organizador de las recaudaciones ahora bajo sospecha, lord Levy, es un hombre de confianza de Blair que aparentemente estaba actuando sin informar de ello a los responsables de las finanzas laboristas. Y, tercero, porque el fiscal general del Estado, lord Goldsmith, se niega a inhibirse a pesar de su cercan¨ªa personal y dependencia pol¨ªtica respecto del primer ministro.

La actitud de Goldsmith, que ha asegurado que no puede inhibirse por razones constitucionales, contrasta con las decisiones en sentido contrario adoptadas por el jefe de la Polic¨ªa Metropolitana, sir Ian Blair, que ha delegado en un subordinado todas las decisiones sobre el caso debido a su cercan¨ªa al primer ministro, y por el director de Enjuiciamiento P¨²blico, Ken Macdonald, que tambi¨¦n ha decidido abstenerse en este caso por su antigua relaci¨®n profesional con la esposa del primer ministro, Cherie Blair.

Lord Goldsmith, sin embargo, ha rechazado las presiones para que se abstenga pero ha aceptado que, en el caso de que la fiscal¨ªa le consulte sobre la posibilidad de llevar adelante alg¨²n procesamiento, consultar¨¢ antes con un consejero independiente y seguir¨¢ el dictamen que ¨¦ste le haga llegar.