EE UU sale del estupor
Los ciudadanos de EE UU han salido finalmente del estupor en el que cayeron tras el 11-S y han votado por un cambio de direcci¨®n en la guerra de Irak, pero tambi¨¦n en la pol¨ªtica econ¨®mica y social. Con la nueva mayor¨ªa dem¨®crata en la C¨¢mara de Representantes, el avance en los esca?os en juego en el Senado (a la espera de Virginia) y en las gobernadur¨ªas de los Estados, los votantes han sentenciado la era Bush, y abren un comp¨¢s de espera que pone freno a sus pol¨ªticas y que probablemente s¨®lo se cerrar¨¢ tras su salida de la Casa Blanca, dentro de dos a?os.
Estas elecciones se hab¨ªan planteado como un refer¨¦ndum sobre las pol¨ªticas sectarias de Bush y sobre todo la guerra de Irak. El presidente lo ha perdido. Sus pol¨ªticas, probablemente las m¨¢s derechistas de las ¨²ltimas d¨¦cadas en EE UU, han sido castigadas. La salida de Donald Rumsfeld del Pent¨¢gono es un primer efecto directo de estos resultados, y una excelente noticia como responsable del desaguisado iraqu¨ª, y en buena parte del afgano. Rumsfeld plane¨®, impuls¨® y defendi¨® la estrategia en Irak desde el minuto uno. Su dimisi¨®n liquida esa doctrina. ?se es el mensaje que emitieron ayer los ciudadanos de Estados Unidos. Nadie que pretenda una m¨ªnima credibilidad, ni en EE UU ni fuera (se trate de aliados actuales o pasados), puede sostener que la guerra no ha sido un error, cuando no un enga?o. Tampoco le queda el recurso al pueblo americano para parapetarse en una mentira deshilachada en exceso. Es el fin de una era, pero tambi¨¦n de una doctrina.
Aunque Bush admiti¨® haber recibido ese mensaje, el presidente insisti¨® ayer en que su objetivo en Irak sigue siendo la "victoria" y s¨®lo habl¨® de buscar "nuevas perspectivas". Estas nuevas ideas para salir de las arenas movedizas al menor coste posible vendr¨¢n m¨¢s de la Comisi¨®n Baker, bipartidista, a la que pertenece el ex director de la CIA Robert Gates, designado por Bush para suceder a Rumsfeld. Es el regreso del equipo de Bush padre y la derrota de los neoconservadores que han rodeado al hijo. Esta comisi¨®n fijar¨¢ el nuevo camino en Irak, m¨¢s que los propios dem¨®cratas, sin direcci¨®n clara al respecto, salvo la de rechazar la situaci¨®n actual y la sangr¨ªa en vidas humanas.
El presidente tendi¨® una mano a los dem¨®cratas para buscar "terrenos comunes". Bush ya no tendr¨¢ las manos libres en los dos a?os que le quedan de mandato como las tuvo en los ¨²ltimos seis. Incluso es posible que esta mayor¨ªa dem¨®crata de la C¨¢mara acabe salv¨¢ndole, al obligarle a gobernar desde el centro.Pero incluso como pato cojo, Bush conserva a¨²n mucho poder y sigue siendo el comandante en jefe.
Los dem¨®cratas, que han recuperado el voto de la clase media y suburbana, han arrebatado 27 esca?os, m¨¢s de lo que esperaban, a los republicanos en la C¨¢mara de Representantes, lo que les da una c¨®moda mayor¨ªa. La progresista Nancy Pelosi se convertir¨¢ en la primera mujer en presidir ese Parlamento y la que m¨¢s alto ha llegado en la pol¨ªtica americana. Su papel ser¨¢ fundamental para lograr que la marea de este martes, que ha puesto fin a un predominio republicano del Congreso de 12 a?os, lleve a un dem¨®crata a la Casa Blanca en 2008.
Pelosi tendr¨¢ que saber medir el alcance de las investigaciones que previsiblemente abrir¨¢ la C¨¢mara sobre las actuaciones de la Administraci¨®n de Bush y la legislaci¨®n que impulsar¨¢ sobre todo en materia social, inmigraci¨®n y energ¨ªa, que marcar¨¢ un programa de futuro, a pesar de que el presidente pueda vetarla. Los principales aspirantes dem¨®cratas a la Casa Blanca -Hillary Clinton o Barack Obama- han salido triunfantes de estas elecciones, pero en 2008 no se enfrentar¨¢n a Bush, sino a otro republicano. Ahora empieza la carrera.
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