Objetivo: Franco
Pedro Costa y Jos¨¦ Ramon Da Cruz repasan en un documental los atentados fallidos contra el dictador
Muchos fantasearon con el magnicidio, pero los m¨¢s osados fracasaron en su misi¨®n: quitar de en medio a Franco con una bomba o matarlo de un certero disparo en el entrecejo. Los urdidores de los atentados, finalmente fallidos, contra el autoproclamado caudillo de Espa?a y martillo de los herejes eran abanderados de ideolog¨ªas disparejas, desde falangistas que se sent¨ªan traicionados por los mandamases de la dictadura a anarquistas que cre¨ªan que muerto el perro, se acabar¨ªa la rabia. Los primeros en probar fortuna fueron militares leales a la II Rep¨²blica, sabedores del golpe de Estado que se avecinaba. Las intentonas se prolongaron hasta 1964, aunque muchas cayeron en el olvido por la censura que amordazaba a la prensa de la ¨¦poca. Un silencio ¨¦ste, el de las hemerotecas, que tuvieron que sortear los cineastas Pedro Costa y Jos¨¦ Ramon Da Cruz para rodar el documental Los que quisieron matar a Franco, que se estrena el pr¨®ximo martes.
La pel¨ªcula, que combina realidad y ficci¨®n, se basa en un relato de Max Aub, La verdadera muerte de Francisco Franco. El protagonista del cuento trabaja de camarero en un caf¨¦ de M¨¦xico que cambia de parroquianos con la llegada masiva de exiliados espa?oles. Su ¨²nico tema de conversaci¨®n es el paso de la Guerra Civil. Y el enemigo: Franco. Harto de tanta palabrer¨ªa vana y exaltada, el mesero trata de recuperar el relumbr¨®n burgu¨¦s del local viajando a Espa?a para matar al dictador en ciernes. En el filme se recrea esta historia literaria, pero s¨®lo es una parte de la cinta. La otra, m¨¢s extensa, se centra en los atentados reales contra el militar golpista, reconstruidos con material de archivo y entrevistas a periodistas, historiadores y pol¨ªticos, como Santiago Carrillo, Josep Maria Huertas Claveria, Eliseo Bayo y Julen Madariaga, uno de los fundadores de ETA, entre otros. Los autores del documental se ci?en en registrar s¨®lo una docena de tentativas, las mejor documentadas y veraces. Quer¨ªan eludir as¨ª leyendas y teor¨ªas conspirativas disparatadas. "Corren muchas historias sobre supuestos intentos de matar a Franco. Algunas se contradicen y otras son infundadas", apunt¨® Costa en la presentaci¨®n del documental, que tendr¨¢ su versi¨®n televisiva todav¨ªa sin concretar.
Varios de los testimonios recogidos en la pel¨ªcula restan importancia a estas intentonas, argumentando que, como es bien sabido, Franco muri¨® anciano y enfermo en la cama. Carrillo, por ejemplo, asegura que nunca hubo "un intento serio". Sin embargo, Bayo defiende que no fueron simples quimeras voluntaristas: "Unos cuantos de estos atentados los planearon personas que hab¨ªan luchado en el frente, revolucionarios con una gran experiencia".
Algunos se abortaron en el ¨²ltimo momento. As¨ª, el que planeaba volar con dinamita el coche de Franco en una visita a Barcelona en 1947. El lugar elegido era el monumento a Col¨®n. El responsable de accionar los explosivos era el maqui Dom¨¨nec Ibars, que finalmente no lo hizo por temor a herir a unos escolares que festejaban la llegada del dictador.
De los testimonios se deduce tambi¨¦n que Franco ten¨ªa buena suerte, aunque tampoco le faltaban chivatos. Una combinaci¨®n de ambas cosas le disuadi¨® de acudir a la entrevista que concert¨® con el m¨ªtico Kim Philby, corresponsal del diario The Times y agente secreto de Stalin. El fot¨®grafo que ten¨ªa previsto acompa?ar al falso cronista era Justo Bueno, un anarquista que llevaba oculta en la c¨¢mara una pistola para cometer el atentado. Tomaron el relevo mon¨¢rquicos resentidos, que quer¨ªan proclamar rey a don Juan de Borb¨®n; miembros del grupo antifranquista Defensa Interior; los fundadores de la Falange Aut¨¦ntica... Todos fracasaron y fueron ejecutados con el garrote vil o con un tiro en la nuca. Sus planes para hundir el yate Azor desde una avioneta o bombardear el palco del estadio Santiago Bernabeu nunca llegaron a los peri¨®dicos, que como mucho hablaban del estallido de un inofensivo petardo al paso de la comitiva oficial.
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