El KGB (municipal) de Marbella
Agentes de paisano espiaban la vida privada de ciudadanos y autoridades para supuestas extorsiones
La estela de corrupci¨®n en Marbella guarda alg¨²n cap¨ªtulo aparte. No todo es especulaci¨®n urban¨ªstica. Un sector de la Polic¨ªa Local funcionaba como un aparato de seguridad al servicio de oscuros intereses. Entre sus actividades estaba obtener informaci¨®n de la vida privada de ciudadanos y la extorsi¨®n, seg¨²n consta en un documento elaborado por miembros de dicha polic¨ªa al que ha tenido acceso este peri¨®dico. Tambi¨¦n practicaba un negocio fraudulento a expensas de la retirada y subasta de veh¨ªculos.
Probablemente no transcurra un solo d¨ªa sin que los nuevos gestores del Ayuntamiento de Marbella se encuentren con una sorpresa. Claro est¨¢ que algunas adquieren un tono preocupante. As¨ª sucedi¨® un buen d¨ªa cuando la jefa de personal se dispuso a subastar los dos veh¨ªculos oficiales del consistorio para ir limando algunos gastos suntuosos. Uno de los veh¨ªculos era harto conocido: se trataba del Rolls Royce que un constructor dio al municipio en tiempos de Jes¨²s Gil como parte del pago por una recalificaci¨®n. El otro era un BMW X5 adquirido por la polic¨ªa local en tiempos de Marisol Yag¨¹e. El papeleo consiguiente permiti¨® desvelar un turbio asunto: ese BMW X5 que se usaba como veh¨ªculo oficial era un coche robado en Francia tiempo atr¨¢s.
"El personal de paisano y escolta suele hacer informes de las autoridades escoltadas (...) para despu¨¦s poder utilizarlos contra ellos"
"Dispon¨ªan de micr¨®fonos, c¨¢maras y otro tipo de aparatos que guardaban en un cuarto del s¨®tano al que los dem¨¢s nunca tuvimos acceso", cuenta un agente
?Simple fatalidad? No parece: algo similar sucedi¨® con el Toyota del jefe de la Polic¨ªa Local, Rafael del Pozo. "Tambi¨¦n era un coche robado", asegura Carlos Rubio, concejal de Seguridad en la gestora, elegido por el PP.
La investigaci¨®n interna realizada por la gestora lleg¨® a la conclusi¨®n de que algo raro hab¨ªa estado sucediendo con la retirada y subasta de veh¨ªculos. Se detectaron irregularidades al menos en 60 coches. La gestora abri¨® expediente al responsable del asunto, le suspendi¨® de empleo y sueldo, y envi¨® el caso a la fiscal¨ªa. Tiempo despu¨¦s, la polic¨ªa practic¨® un par de detenciones. Aunque los imputados fueron puestos en libertad, el caso sigue abierto.
Un documento interno de la Polic¨ªa Local dice a este respecto: "Ama?aban los precios de los veh¨ªculos que sacaba el Ayuntamiento a subasta para que los futuros compradores les pagaran una comisi¨®n por abaratar esos precios".
"La retirada de algunos veh¨ªculos no era casual", explica un inspector de polic¨ªa, "porque tomaban coches de gran cilindrada y en buen estado que la gente no deja abandonados en la calle. En algunos casos, sab¨ªan que sus propietarios ten¨ªan problemas con la justicia y no iban a denunciar la desaparici¨®n del coche. As¨ª que lo retiraban, dejaban pasar el tiempo y lo vend¨ªan". Lo vend¨ªan o, como en el caso del BMW y el Toyota, lo destinaban a uso municipal.
Sin embargo, el caso de los veh¨ªculos era la punta del iceberg. El primer indicio de las oscuras actividades de algunos agentes locales apareci¨® durante la investigaci¨®n de la operaci¨®n Malaya. El Cuerpo Nacional de Polic¨ªa tuvo algo m¨¢s que sospechas de c¨®mo la Polic¨ªa Local serv¨ªa a Juan Antonio Roca, el gerente de Urbanismo y presunto cerebro de la trama de corrupci¨®n. Algunos agentes hac¨ªan trabajos de contravigilancia para Roca o rastreaban las matr¨ªculas de los veh¨ªculos que le segu¨ªan. Esa actividad puso en riesgo el operativo policial en algunos momentos. Tambi¨¦n hubo sospechas de que dichos agentes estuvieron detr¨¢s de la adquisici¨®n por parte de Roca de aparatos para encriptar sus llamadas telef¨®nicas. De ello se deduc¨ªa que un sector de la Polic¨ªa Local actuaba fuera de la ley.
Esos oscuros agentes pertenec¨ªan al denominado Grupo de Informes, tambi¨¦n conocido como los Pata Negra. Vest¨ªan de paisano, estaban protegidos por los altos mandos y s¨®lo daban cuenta de sus actos a una o dos personas. ?Cu¨¢les eran algunas de sus actividades? El documento interno cita expresamente que "el personal de paisano y escolta suele hacer informes personales de las autoridades escoltadas, tales como con qui¨¦n van, ad¨®nde, qu¨¦ hacen en su vida privada, etc¨¦tera, para despu¨¦s poder utilizarlas contra ellos mismos". De alg¨²n agente en particular, detalla algo m¨¢s: "Era escolta y sacaba informaci¨®n personal para utilizarla como chantaje". Y desvela tambi¨¦n alguno de los objetivos: "Se dedicaba a seguir a la alcaldesa, la investigaba y le pasaba la informaci¨®n a... Probablemente Roca se hubiera cargado a la alcaldesa con los informes aportados por este oficial, pero vino antes la operaci¨®n Malaya".
La Polic¨ªa Local fue uno de los emblemas, junto al urbanismo, de la pol¨ªtica del GIL en la ciudad. Con el paso del tiempo, su prestigio fue m¨¢s all¨¢ de la contundencia con la que se empleaban algunos de sus agentes en la calle y que hab¨ªa sido el origen de muchas denuncias: entre los residentes de Marbella se daba por sentado la conveniencia de no tener problemas con este cuerpo. Era, sin duda, una expresi¨®n de miedo. "Aqu¨ª, durante mucho tiempo ha habido agentes dispuestos a denunciar. No lo han hecho por miedo, porque esta gente era capaz de muchas cosas, como meterte droga en el coche", dice un agente.
El Grupo de Informes era un sector muy selectivo dentro de la polic¨ªa. Algunos de ellos fueron elegidos sin cumplir los requisitos para el ingreso en un cuerpo policial. Con el mismo criterio se decid¨ªan los ascensos o la cuantificaci¨®n de las horas extraordinarias. La impunidad con la que actuaban queda tambi¨¦n detallada en algunos p¨¢rrafos del citado documento. As¨ª se refiere a un agente en particular: "Le hace la compra a Del Pozo y algunos recados". Y respecto de otros dos miembros, el documento explica: "Sal¨ªan con frecuencia al extranjero para sacar dinero del pa¨ªs e ingresarlo en cuentas privadas, posiblemente dinero de las operaciones de subastas de la gr¨²a".
Grupo desmantelado
"Dispon¨ªan de micr¨®fonos, c¨¢maras y otro tipo de aparatos electr¨®nicos que guardaban en un cuarto del s¨®tano al que los dem¨¢s nunca tuvimos acceso", explica un polic¨ªa local, quien tambi¨¦n recuerda c¨®mo uno de esos agentes "usaba un subfusil", del que hac¨ªa ostentaci¨®n en algunas guardias nocturnas. "Desconocemos ese detalle", se?ala Carlos Rubio. "S¨®lo sabemos que cuando fue detenido Rafael del Pozo le encontraron en un registro hasta cinco armas, una de las cuales ten¨ªa borrados los n¨²meros de serie".
Sobre las actividades del Grupo de Informes, Carlos Rubio dice no tener informaci¨®n: "Es cierto que actuaban de forma muy oscura y que se les ten¨ªa miedo dentro de la polic¨ªa. Ese grupo ha sido desmantelado. Estamos tratando de normalizar todos los procesos de promoci¨®n interna. Y hay ganas de cambio en la plantilla".
?A qu¨¦ personas investigaron? ?De qu¨¦ informaci¨®n dispusieron? ?C¨®mo la utilizaron? ?Para qui¨¦n trabajaron? He aqu¨ª uno de los puntos m¨¢s turbios del pasado reciente de Marbella, un aspecto que ha quedado a la sombra de las informaciones de la operaci¨®n Malaya: la corrupci¨®n en Marbella ten¨ªa tambi¨¦n otros tent¨¢culos. No todo era ladrillo, suelo y cemento.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.