Bruselas acepta la construcci¨®n de un puerto industrial en Tenerife
El proyecto es impulsado por el Gobierno y criticado por ecologistas
La Comisi¨®n Europea ha aceptado las medidas medioambientales compensatorias presentadas por los Gobiernos espa?ol y canario y ha autorizado la construcci¨®n del puerto industrial de Granadilla (sureste de Tenerife). El macroproyecto es el sue?o de las autoridades canarias desde hace d¨¦cadas para "diversificar la econom¨ªa insular" y convertir la isla en un enclave comercial de mercanc¨ªas de Am¨¦rica y Europa hacia ?frica.
El macroproyecto, uno de los m¨¢s criticados desde las filas ecologistas, comenz¨® con la idea de que ocupar¨ªa m¨¢s de seis kil¨®metros de costa. El aprobado ahora por Bruselas prev¨¦ rellenar 78,6 hect¨¢reas de terreno, una terminal de contenedores de 26 hect¨¢reas, una zona comercial de 19,5 hect¨¢reas, una planta de regasificaci¨®n de 15 hect¨¢reas y un dique de 55 metros de profundidad y 2,5 kil¨®metros de longitud. El muelle de atraque, de 880 metros, apenas es poco m¨¢s del doble de la eslora de un solo barco portacontenedores de nueva generaci¨®n.
La Comisi¨®n Europea entiende que existen "razones imperiosas de inter¨¦s p¨²blico de primer orden" que justifican la construcci¨®n del puerto industrial de Granadilla, aunque matiza que "siempre y cuando" se adopten las medidas compensatorias que garanticen "la coherencia global" de los h¨¢bitats incluidos en la red Natura 2000 de este litoral, como la tortuga caretta, las dunas grises, los sebadales y la Monta?a Roja.
Primera fase: 136 millones
El proyecto, cuya primera fase tiene un presupuesto de 136 millones de euros, cuenta con el respaldo de los ministerios espa?oles de Medio Ambiente y Fomento, del Gobierno de Canarias, de todas las fuerzas pol¨ªticas parlamentarias, de las c¨¢maras de comercio, asociaciones empresariales y de la Autoridad Portuaria.
La principal justificaci¨®n del proyecto se basa en diversificar la econom¨ªa insular, casi en su totalidad dependiente del turismo; convertir a las islas en nodos de comunicaciones como Miami y Rotterdam y hacer de Gran Canaria y Tenerife dos grandes bases log¨ªsticas de trasvase de mercanc¨ªas de Am¨¦rica y Europa hacia ?frica. Junto al puerto industrial, se prev¨¦ la construcci¨®n de un segundo aeropuerto en el sur de la isla, cuyos movimientos de tierra sean aprovechados para los diques del puerto.
En todo caso, ¨¦ste ha sido uno de los proyectos m¨¢s contestados de la democracia en las islas. Una potente y activa plataforma de grupos ecologistas de toda Europa (entre ellos Greenpeace, Ecologistas en Acci¨®n, SEO Birdlife y Adena-WWF), junto a una amplia y heterog¨¦nea mezcla de m¨¢s de 70 grupos ambientalistas, profesores universitarios, anteriores presidentes de la Autoridad Portuaria, plataformas ciudadanas reunidos bajo el nombre de Asamblea por Tenerife, han logrado concienciar y movilizar a miles de personas desde hace a?os para intentar paralizar el proyecto por considerarlo "el mayor atentado ecol¨®gico en todo el litoral espa?ol", en palabras de Greenpeace.
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