Un terrorista con guitarra el¨¦ctrica

Michael Regener, de 40 a?os y vocalista del ilegalizado grupo neonazi Landser, dice que es un terrorista con guitarra el¨¦ctrica y se jacta de cantar "la banda sonora de la revoluci¨®n aria". Regener, alias Lunikoff, seguramente se enorgullece de que los nazis canten sus canciones mientras patean a sus v¨ªctimas, como ocurri¨® en los a?os noventa en varios asesinatos de inmigrantes en Alemania. Lunikoff cumple desde abril de 2005 una condena de tres a?os y cuatro meses por fundaci¨®n y pertenencia a una organizaci¨®n criminal.

Unos 750 extremistas nazis se manifestaron el fin de semana pasado frente a la c¨¢rcel de Tegel, en Berl¨ªn, para pedir la liberaci¨®n de su idolatrado Luni. "Libertad para Luni", "Encarcelado por cantar canciones", dec¨ªan las pancartas. Fue la primera vez que un juez equiparaba a un grupo de m¨²sica con una organizaci¨®n criminal por la difusi¨®n de mensajes que incitan al delito.

El tr¨ªo Landser (soldado de infanter¨ªa) era conocido desde 1992 por letras como: "Alguien quer¨ªa decirles a los negros que aqu¨ª tienen derecho a votar. Derecho a elegir s¨ª tienen: soga al cuello o balazo en el est¨®mago"

[en alem¨¢n se usa la misma palabra para votar y elegir]; "100.000 litros de estricnina para Kreuzberg [barrio turco de Berl¨ªn]. Echadlos en el agua corriente y acabamos con toda la panda".

No es nueva la estrategia neonazi de hacer proselitismo a trav¨¦s de la m¨²sica. Los conciertos de grupos radicales son un punto de encuentro y una forma eficaz de atraer a j¨®venes. Tanto el n¨²mero de conciertos (193), como el de grupos (142), aument¨® espectacularmente el a?o pasado en Alemania, seg¨²n el servicio secreto interior (BfV). Si estos conciertos suelen tener entre 100 y 300 asistentes, el m¨¢s concurrido del a?o pasado fue el de la despedida de Lunikoff, que congreg¨® a 1.000 extremistas.