El esp¨ªa espa?ol del Ajax
Alfredo Arroyo dirige a los 41 ojeadores del club holand¨¦s, en cuya escuela trabajan m¨¢s de 200 chavales a las ¨®rdenes de Keizer, De Boer o Muhren
A las dos de la tarde de un jueves, decenas de microbuses se escalonan en el aparcamiento. Vienen de los m¨¢s diversos colegios de ?msterdam y otros municipios en un radio de 60 kil¨®metros. M¨¢s de 200 talentos de entre ocho y 17 a?os pasan bajo una gran bandera con el escudo del Ajax y el nombre de la academia: De Toekomst (en espa?ol, El Futuro).
Mientras los chicos se cambian, Frank de Boer, Piet Keizer, Gerrie Muhren, Brian Roy y otros t¨¦cnicos toman caf¨¦ antes de dispersarse por los campos de entrenamiento. A las tres, la escuela funciona a pleno rendimiento. Cada entrenador explica la pr¨¢ctica del d¨ªa a sus muchachos en el c¨ªrculo central de cada uno de los cinco terrenos empleados del total de nueve.
"Quieren venir de Rusia o China. Pero queremos que los ni?os vivan cerca y sigan en sus casas y colegios", dice Arroyo
Todos los equipos juegan el 4-3-3. "Eso nunca cambiar¨¢. Es nuestra filosof¨ªa", explica el director, Van den Brom
Alfredo Arroyo conoce de memoria a los m¨¢s de 200 elegidos. El hombre que centraliza toda la informaci¨®n sobre las futuras incorporaciones del Ajax es espa?ol. "Llegan solicitudes desde Australia, Rusia o China, pero nosotros los queremos de cerca para que est¨¦n en sus casas y sus colegios. No queremos que se muevan de otras partes del mundo s¨®lo por el f¨²tbol porque, al final, llegan muy pocos", apunta este hijo de inmigrantes afincado en Holanda desde 1961: "Llegu¨¦ aqu¨ª con cuatro a?os". El propio Louis van Gaal se atribuye su fichaje hace diez a?os. "Entr¨¦ como ojeador voluntario. Hace dos a?os pas¨¦ a coordinar a los ojeadores del f¨²tbol base y ahora estoy con el profesional", explica Arroyo, que acaba de suceder a Ton Pronk al frente de un equipo de ocho ojeadores profesionales y 33 voluntarios: "Una mitad est¨¢ en ?msterdam y la otra alrededor. Surgen tantos jugadores en ser un pa¨ªs tan peque?o...".
La diversi¨®n ha comenzado para los chicos del D1 (11 a?os). Su entrenador, De Boer, observa c¨®mo se persiguen y confirma que nadie puede alcanzar a James, el m¨¢s r¨¢pido y n¨²mero 1 por la S del m¨¦todo TIPS, siglas que responden a t¨¦cnica, visi¨®n del juego, personalidad y velocidad. Este procedimiento sirve para clasificarlos y reflejar sus progresos. "Primero, les vemos seis o siete veces antes de elegirlos. Intentamos que con siete a?os tengan ya las caracter¨ªsticas que buscamos. Lo ¨²nico que hace falta es pulirlas", dice Arroyo.
Pleijster es el ni?o que trata de pillar a James. Juega de portero y admira a Van der Saar. Su madre, Ivonne, cuenta que durante cuatro a?os ha superado el temible examen de abril, mes en que el club decide qui¨¦n sigue y qui¨¦n se marcha. Pero avisa: "Si el pr¨®ximo no lo logra, no importa. Hay vida despu¨¦s del Ajax". No para Keizer. A sus 63 a?os, su vida sigue siendo el Ajax. El que fuera extremo izquierdo del asombroso tricampe¨®n de Europa de 1971 a 1973 pasa todos sus d¨ªas en la academia. Lo mismo se para a ver c¨®mo regatean los ni?os del F1 (8 a?os) que le da la charla a Ten Cate cuando acaba el entrenamiento del primer equipo. Siempre con el mismo aire hura?o y sobrado de energ¨ªa para mover su corpach¨®n de un campo a otro.
Los partidillos revelan otro rasgo distintivo del Ajax. Desde los ocho a?os hasta los profesionales, todos los equipos juegan seg¨²n el cl¨¢sico 4-3-3. "Eso nunca cambiar¨¢", asegura John van den Brom, el director de la academia y admirador del Bar?a; "es nuestra filosof¨ªa. Es como si traj¨¦ramos a ni?os de otros pa¨ªses. Eso supondr¨ªa que nuestro sistema no funciona".
A media tarde, los microbuses aguardan en el aparcamiento. Los chicos han tenido tiempo para comer, jugar, entrenarse y estudiar -con profesores contratados por el Ajax- y antes de que oscurezca habr¨¢n llegado a sus casas. "En mi ¨¦poca no estaba todo tan arreglado como ahora", recuerda De Boer, ahora enfrascado en su carrera de entrenador.
Cae la tarde y Keizer, Muhren y los dem¨¢s se dirigen al campo principal. El Ajax B, entrenado por Aaron Winter y Richard Witschge, juega contra el filial del PSV. "Tenemos mucho talento para el futuro", proclama Winter confiado antes de ver perder a sus chicos por 0-3. "No importa. Muchos de los que pod¨ªan haber jugado hoy ya est¨¢n en el primer equipo", justifica un aficionado.
"Ocho futbolistas de la cantera han jugado con el primer equipo en los ¨²ltimos partidos. Lo importante es que, si uno se va, tiene que haber otro preparado para sustituirle", resume Arroyo, consciente, como todos en el Ajax, de que el club no podr¨¢ retener mucho tiempo a jugadores como Sneijder o Huntelaar. Sneijder (Utrecht, 1984) es precisamente el ¨²nico del primer equipo que est¨¢ en el Ajax desde que ten¨ªa ocho a?os. Johan Cruyff, la figura m¨¢s emblem¨¢tica del club, comenz¨® a los diez y Dennis Bergkamp a los 12. Frank y Ronald de Boer no fueron descubiertos hasta los 14. "Directamente, nos pusieron con los de 17. Ten¨ªamos un equipo incre¨ªble. Jugamos dos veces contra clubes de Primera y ganamos las dos. Los mejores eran Roy y Witschge", rememora Frank del grupo base del Ajax campe¨®n europeo en 1995.
La llegada de maduros como Stam, Roger o Gabri se percibe como un complemento necesario en un club en el que "cada a?o uno o dos jugadores deben subir al primer equipo": "Si mantenemos esto es que el trabajo en la academia sigue siendo bueno", remata su director, Van den Brom.
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