Tributo a don Marcelino
La Academia de la Historia evoca a Men¨¦ndez Pelayo en su 150? aniversario
La vida y la obra del pol¨ªgrafo Marcelino Men¨¦ndez y Pelayo (Santander, 1856-Madrid, 1912) centra la exposici¨®n que le dedica la Real Academia de la Historia hasta el 21 de diciembre. Cuadros de ¨¦poca, epistolarios, ediciones y documentos, hasta 101 piezas, brindan a los 150 a?os de su nacimiento una idea cabal del erudito, cr¨ªtico literario e historiador de la cultura hispana, que perteneci¨® a la Academia de la Historia desde los 26 a?os en que ingresara a ella apadrinado por Antonio C¨¢novas del Castillo y por el marqu¨¦s de Molins.
Dos a?os antes ya se sentaba en la Real Academia Espa?ola, a cuya direcci¨®n concurrir¨ªa frente a un arist¨®crata que le arrebat¨® el primer sill¨®n en una lid de trasunto social cuyo desenlace desat¨® en su Santander natal un levantamiento ciudadano a favor del joven Marcelino. Basta ojear las vitrinas que muestran sus obras y las juveniles fechas en que fueron escritas para percatarse de la potencia intelectual que caracteriz¨® al pensador monta?¨¦s. Su padre, catedr¨¢tico de Matem¨¢ticas, cre¨® sin duda en casa el ambiente propicio para que el talento de su hijo hom¨®nimo germinara con fuerza. Era tanta, que Gonzalo Anes, presidente de la Real Academia de la Historia, asegura que una inteligencia como la de Men¨¦ndez y Pelayo s¨®lo surge una vez cada 500 a?os. Se dice que memorizaba de manera instant¨¢nea cuanto le¨ªa: su biblioteca reun¨ªa 40.000 libros.
Hab¨ªa accedido casi ni?o al mundo de la Literatura de la mano de Horacio, cuyos poemas troquelaron su sensibilidad. A ella a?adir¨ªa una pasi¨®n por la metodolog¨ªa cient¨ªfica que disciplin¨® su raciocino y, unido a una prodigiosa memoria, resultar¨ªa un portento l¨®gico cultivado en la facultad de Filosof¨ªa y Letras de la Universidad de Barcelona, donde fue alumno del medievalista Manuel Mil¨¢ y Fontanals.
"Cuando recib¨ªa la primera edici¨®n de uno de sus libros, anotaba en el mismo volumen citas para sus consecutivas ediciones", explica Carmen Manso quien, bajo supervisi¨®n de Gonzalo Anes, ha ideado la exposici¨®n. En ella se muestran numerosas ediciones de sus libros, como Historia de las ideas est¨¦ticas o su celeb¨¦rrima Historia de los heterodoxos espa?oles. Es tal vez ¨¦sta la obra que m¨¢s engrandece su figura ya que, pese a ser Men¨¦ndez y Pelayo integrista religioso, se entreg¨® al estudio y recuperaci¨®n tambi¨¦n de aquellos pensadores y cient¨ªficos espa?oles perseguidos por enunciar ideas transgresoras de los arquet¨ªpicos valores cat¨®licos de los que el pol¨ªgrafo santanderino, paladinamente, se reclamaba. Exhibi¨® una objetividad que le llev¨® hasta contraponer la creatividad m¨ªstica a la meramente religiosa. S¨®lo su autoridad le blindaba de que tal criterio fuera considerado anatema por la jerarqu¨ªa.
La exposici¨®n ofrece asimismo una colecci¨®n de manuscritos de correspondencia del pensador, de su amigo el escritor Juan Valera y de Alfonso XIII, que estableci¨® con Men¨¦ndez Pelayo una singular relaci¨®n de afecto.
De la vida privada del pol¨ªgrafo se sabe poco. Aunque tuvo una novia en su juventud, una prima suya de apellido Pintado, permaneci¨® soltero. Se cuenta que, quiz¨¢, la ¨²nica licencia no acad¨¦mica que se permit¨ªa a lo largo de su vida fue la de catar con frecuencia buenos caldos, con cuya energ¨ªa cubr¨ªa los trayectos que separaban la Real Academia Espa?ola, en la calle de Felipe IV, hasta la Academia de la Historia, de la que fue bibliotecario y director, en la calle del Le¨®n; su fachada luce hoy una estela que recuerda su paso por el palacio, construido por Juan de Villanueva con materiales ign¨ªfugos que lo convirtieron en la mejor librer¨ªa de Espa?a.
Precisamente, de sus anaqueles han sido allegados los vol¨²menes que se exhiben, junto con una colecci¨®n de pinturas de gran valor: un retrato de Antonio C¨¢novas del Castillo obra de Jos¨¦ Mar¨ªa Casado del Alisal; otro del monarca ni?o, obra de Asterio Ma?anos en 1894; uno m¨¢s del rey adulto, por Tom¨¢s Mart¨ªn Rebollo y una fotograf¨ªa de Isabel II ni?a, pintada en un medall¨®n estofado en oro, por Eusebio Juli¨¢n. Hay tambi¨¦n fotograf¨ªas del estudio del joven Kaulak, sobrino del primer ministro C¨¢novas y el lienzo, surgido del pincel de Jos¨¦ Moreno Carbonero, donde qued¨® retratato el propio Marcelino Men¨¦ndez Pelayo.
La exposici¨®n se simultanea con un ciclo de ocho conferencias en las que se relacionan los estudios del pensador santanderino con el erasmismo, el teatro del Siglo de Oro, la filosof¨ªa nihilista, la Ilustraci¨®n, m¨¢s sus contribuciones hist¨®ricas y su cr¨ªtica al proceso desamortizador.
Don Marcelino Men¨¦ndez Pelayo en la Real Academia de la Historia. De 16.00 a 19.00, de lunes a viernes y de 11.00 a 14.00 s¨¢bados, domingos y festivos. Amor de Dios, 2. Gratis. (www.rah.es).
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