Los Pactos de la Casa Rosa

El acuerdo casi un¨¢nime alcanzado en torno al Estatuto de Autonom¨ªa en el Congreso, con el apoyo del PP, es lo que ha decidido a Manuel Chaves a ofrecer a los l¨ªderes de la oposici¨®n andaluza cinco pactos sobre los siguientes asuntos: educaci¨®n, desarrollo de la ley estatal de Dependencia, ley de Aguas, Inmigraci¨®n y reforma de la ley de RTVA.

Antes de que el Gobierno socialista presente en la C¨¢mara sus leyes o planes sobre estas materias, Chaves quiere tener una muestra de que la oposici¨®n est¨¢ dispuesta a consensuarlas, dejando al margen en esta primera fase al Parlamento andaluz y a los portavoces de los grupos.

Como un remedo de los Pactos de la Moncloa -alcanzado por todas las fuerzas pol¨ªticas parlamentarias durante la transici¨®n, en 1977-, el presidente de la Junta quiere inaugurar en 2006 los Pactos de la Casa Rosa, sede actual de la presidencia de la Junta. Pero ni la situaci¨®n pol¨ªtica ni la econ¨®mica es la misma ni el Ejecutivo andaluz tiene necesidad alguna de apoyos parlamentarios.

"Es l¨®gico que el Gobierno quiera sentarse a negociar con los que mandan"

"El PP ha recobrado fuerzas y puede entrar en una din¨¢mica distinta"

?Por qu¨¦ el Gobierno andaluz, apoyado por una mayor¨ªa absoluta de 61 diputados quiere pactar con la oposici¨®n cuando no la necesita para sus proyectos?

"Hay una justificaci¨®n: estamos en un momento reconstituyente para desarrollar el nuevo Estatuto. Y es una forma de tomar protagonismo. Chaves es un gran estratega y sabe que los ciudadanos valoran muy bien los pactos. Lo que hace tiene un gran repercusi¨®n medi¨¢tica", asegura el profesor de Derecho Constitucional de la Universidad de Granada, Agust¨ªn Ruiz Robledo. A su juicio, "lo que tiene que hacer un gobierno es mandar sus proyectos de ley al Parlamento" y no negociarlo fuera de este ¨¢mbito.

Una de las obsesiones del PSOE cuando gan¨® las elecciones del 14 de marzo de 2004 era que no se le acusara de utilizar el rodillo, de "prestigiar la mayor¨ªa absoluta" como acu?¨® la entonces vicesecretaria general socialista y actual presidenta del Parlamento, Mar Moreno. Y esta l¨ªnea es la que quiere seguir Chaves, una vez alcanzada su mayor y m¨¢s arriesgada apuesta como es la de la reforma estatutaria. "Chaves tiene muy calado que a la gente le gustan los pactos sobre temas que afectan a todos y si consigue m¨¢s fotos, despu¨¦s de la del Estatuto, le caer¨¢ una lluvia de oro", asegura una fuente.

Ruiz Robledo, as¨ª como otras personas consultadas, encuentran tambi¨¦n una justificaci¨®n de por qu¨¦ Chaves se dirige, por carta personal, a los l¨ªderes de la oposici¨®n y no a los grupos parlamentarios. Y es que los jefes del PP, Izquierda Unida y Partido Andalucistas no tienen esca?o en la C¨¢mara auton¨®mica, una anomal¨ªa ins¨®lita en el resto de las asambleas parlamentarias.

Esta ausencia lo que provoca es que, salvo una excepci¨®n, los portavoces parlamentarios de la oposici¨®n tengan poca autonom¨ªa pol¨ªtica y escaso margen de actuaci¨®n. "Se intent¨® pactar con el PP el acuerdo del impulso democr¨¢tico y luego lleg¨® Arenas en el ¨²ltimo minuto y dijo que no", recuerda un diputado.

El ex presidente del Parlamento andaluz y ponente socialista de la reforma del Estatuto, Javier Torres Vela, cree que "lo natural es pactar en el Parlamento", aunque puntualiza: "La singularidad de esta legislatura es que los l¨ªderes est¨¢n fuera de la C¨¢mara y lo razonable es que el Gobierno intente garantizarse el acuerdo, sent¨¢ndose con los dirigentes de los partidos".

Exceptuando el caso de la portavoz de Izquierda Unida, Concha Caballero, las portavoces de PP -ahora Esperanza O?a y hace pocos meses Antonio Sanz- y la del PA, Pilar Gonz¨¢lez, no est¨¢n apoderadas por sus jefes. "La tragedia de esta legislatura es que el poder no est¨¢ en el Parlamento", asegura un parlamentario por lo cree "l¨®gico que el Gobierno quiera sentarse con los que manda".

El Ejecutivo andaluz es muy consciente de esta situaci¨®n. De ah¨ª que haya fijado una fecha l¨ªmite -la de final de a?o- para saber si los grupos de la oposici¨®n est¨¢n o no de acuerdo en hablar de pactos, ya de lo contrario seguir¨¢ adelante con sus previsiones legislativas. No obstante, Chaves afirm¨® ayer que este plazo es "flexible". Ni Javier Arenas (PP) ni Juli¨¢n ?lvarez (PA), que enviaron ayer al presidente sendas cartas de respuesta, comparten esa limitaci¨®n temporal y aunque se muestra esc¨¦pticos est¨¢n dispuestos a entablar negociaciones.

El Gobierno quiere sentarse a negociar con los n¨²meros dos de los partidos a principios de la pr¨®xima semana y hacerlo, adem¨¢s, en la Casa Rosa.

Juan Ojeda, ex secretario general del PP, es un seguidor del pactismo. Durante esta legislatura ha sido el canal de comunicaci¨®n utilizado por Arenas y Chaves en temas como el acuerdo en las cajas de ahorro y m¨¢s recientemente, el Estatuto. Comparte que "hay temas" en los que los dos grandes partidos deben alcanzar "puntos b¨¢sicos de acuerdo" antes de registrarlos en el Parlamento, cuya actividad consiste b¨¢sicamente en eso, en negociar. Es de la opini¨®n que su partido debe "aprovechar el esfuerzo del Estatuto y no cerrar ese camino. El PP ha recobrado fuerzas y puede entrar en una din¨¢mica distinta".