La comunidad 'linuxera' presiona al Gobierno para garantizar la neutralidad tecnol¨®gica

En 2001, Steve Ballmer, jefe de Microsoft, calific¨® de c¨¢ncer el sistema inform¨¢tico Linux por corroer la propiedad intelectual all¨ª por donde pasaba. En 2005, Bill Gates, fundador de Microsoft, tach¨® de nuevos comunistas a los que rechazan el sistema de patentes para el software. Hace unos d¨ªas, Microsoft lleg¨® a un acuerdo con Novell para que el cancer¨ªgeno Linux sea compatible con su Windows. En un anuncio a toda p¨¢gina en Financial Times, aparece la firma de Ballmer bajo la siguiente frase: "Microsoft recomienda oficialmente SUSE Linux Enterprise de Novell".

Oracle, la segunda empresa mundial de software propietario, tambi¨¦n anda en tratos con Red Hat para compatibilizar los programas Linux. En el mismo periodo de tiempo, Sun intenta reverdecer dejando que sus joyas de la corona, Solaris y el lenguaje Java, sean c¨®digo abierto, para que todo el mundo lo aplique a su conveniencia, siempre que esa aplicaci¨®n sea luego de dominio p¨²blico. En eso fundamentalmente consiste el c¨®digo abierto y un sistema de licencias que, hace un a?o, Gates calificaba de nuevo comunismo.

Pero en los tiempos en que al PC ya no le quedan ni las siglas (ahora el PC es una simple PDA), realmente el acuerdo de Microsoft con Novell significa el espaldarazo definitivo a este sistema operativo libre y abierto.

La Uni¨®n Europea habla de una Administraci¨®n electr¨®nica de "est¨¢ndares abiertos" para garantizar la interoperabilidad de las administraciones de los pa¨ªses. Pero el problema puede surgir, si no se legisla adecuadamente en Espa?a.

Un borrador de la futura Ley de Administraci¨®n Electr¨®nica ya circula entre los sectores interesados. La comunidad linuxera presiona para que el Gobierno garantice en esa ley que habr¨¢ una neutralidad tecnol¨®gica, es decir, la interoperabilidad de todos los sistemas con est¨¢ndares abiertos.

Tambi¨¦n Microsoft quiere que haya neutralidad en los concursos p¨²blicos de material inform¨¢tico, es decir, que el concurso se adjudique a la mejor oferta, sin especificar si el sistema es propietario o no.

El pr¨®ximo a?o, toda la Administraci¨®n extreme?a funcionar¨¢ con Linux. Es, probablemente, el Gobierno aut¨®nomo m¨¢s radical del mundo en este campo. Otras comunidades, como Andaluc¨ªa o el Pa¨ªs Vasco, tambi¨¦n est¨¢n fomentando que la inform¨¢tica administrativa sea abierta y reutilizable.

Sea la tecnolog¨ªa que sea, lo esencial es que las administraciones se comuniquen y que los ciudadanos no queden marginados por su sistema operativo. Ya ocurri¨® en un inicio con la declaraci¨®n de Hacienda, que no se pod¨ªa realizar con un ordenador de Apple; o los problemas actuales del DNI electr¨®nico con Linux. De seguir as¨ª, quiz¨¢s, cuando la Constituci¨®n declara que ning¨²n espa?ol puede ser discriminado por su lugar de nacimiento, sexo, raza o religi¨®n, habr¨ªa que a?adir, "ni por su sistema operativo".