Una mujer al ataque
S¨¦gol¨¨ne Royal ha vencido a sus rivales volviendo contra ellos las cr¨ªticas que le dedicaban
Como el luchador de yudo que utiliza la fuerza del ataque del contrincante para derribarlo, S¨¦gol¨¨ne Royal ha vencido a sus rivales volviendo contra ellos las invectivas que le dedicaban. Su primer tanto lo consigui¨® cuando, hace poco m¨¢s de un a?o, anunci¨® en la revista Paris Match que aspiraba a convertirse en la candidata socialista a la presidencia. "?Qui¨¦n cuidar¨¢ a los ni?os?" o "las elecciones no son un concurso de belleza", fueron algunas de las respuestas que recibi¨® de los llamados elefantes del Partido Socialista (PS). Y fueron tambi¨¦n los primeros puntos que anot¨® en su haber.
Su condici¨®n de mujer ha sido uno de los elementos m¨¢s decisivos de su campa?a. Cada vez que recib¨ªa alguna cr¨ªtica respond¨ªa: "?Me dir¨ªa usted esto si yo no fuera una mujer?". Pero nada en esta mujer nacida en Dakar (Senegal), la cuarta de ocho hermanos en una familia profundamente cat¨®lica y conservadora, con un padre militar partidario de la disciplina m¨¢s f¨¦rrea, apuntaba a que pudiera convertirse en la primera presidenta de la rep¨²blica, un puesto que es casi un trono.
Una infancia castrense e itinerante, un talento evidente para todos sus profesores y una permanente rebeli¨®n contra la autoridad paterna, acabaron facilit¨¢ndole escapar al destino de esposa y madre que le hab¨ªa sido designado. Y cuando ya hab¨ªa conseguido entrar en la Escuela Nacional de la Administraci¨®n, la m¨ªtica ENA que nutre las ¨¦lites de Francia, llev¨® a su padre -que hab¨ªa abandonado a la familia- ante los tribunales para forzarle a pagar la manutenci¨®n de sus hijos. Una manera de matar al padre, al que, sin embargo, seg¨²n sus bi¨®grafos, admiraba como modelo.
Ingres¨® en el PS en 1978, junto con su compa?ero Fran?ois Hollande, ambos reci¨¦n salidos de la ENA, miembros de la misma promoci¨®n que el actual primer ministro, Dominique de Villepin. Y siguieron juntos su carrera en el partido cuando Jacques Attali les llam¨® en 1982 para trabajar en el equipo de Fran?ois Mitterrand, poco despu¨¦s de que ¨¦ste accediera a la presidencia de la Rep¨²blica. El presidente socialista fue no s¨®lo su mentor, sino tambi¨¦n su modelo. Pronto se fij¨® en ella y la nombr¨® encargada de la Juventud y despu¨¦s de Asuntos Sociales.
Hizo carrera durante el mitterrandismo. Adem¨¢s de obtener su primera acta como diputada en 1988, entr¨® por primera vez en un Gobierno como ministra de Medio Ambiente entre 1992 y 1993. Cuando en 1995 Jacques Chirac lleg¨® al El¨ªseo y poco despu¨¦s los socialistas sufrieron un enorme descalabro que les dej¨® con escasamente 65 esca?os en la Asamblea Nacional, ella fue de las pocas que conserv¨® su esca?o. La vuelta del PS al Gobierno, de la mano de Lionel Jospin, le supuso una cartera ministerial de segunda categor¨ªa, a la sombra del titular de Educaci¨®n Claude Allegre con el que tuvo m¨¢s de un choque. Y a todo esto cre¨® una familia y tuvo cuatro hijos con Hollande, su compa?ero de toda la vida con el que nunca se ha querido casar.
Cuando en 2002 Jospin qued¨® fuera de la segunda vuelta de las presidenciales en favor del ultraderechista Jean-Marie Le Pen, Royal no se dej¨® vencer por el des¨¢nimo. Un a?o m¨¢s tarde se present¨® candidata a la presidencia de la regi¨®n de Poitu-Charantes, feudo del entonces primer ministro conservador Jean Pierre Raffarin. Y le derrot¨®. Y ya en Poitiers, capital de esta regi¨®n, empez¨® a construir su equipo. Su guardia pretoriana la componen Christophe Chantepy, presidente de la asociaci¨®n Desirs d'Avenir que ha articulado la campa?a; su consejera Sophie Bouchet-Petersen y su jefa de prensa Agnes Longeville. Su hijo mayor ha sido determinante en organizar la campa?a en Internet.
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