?Viva Rajoy!
Una biograf¨ªa de Enrique Rajoy Leloup, abuelo del actual l¨ªder de la oposici¨®n conservadora espa?ola, Mariano Rajoy, permanece en dep¨®sito en la Diputaci¨®n de Pontevedra desde hace m¨¢s de un a?o, sin ser distribuida. El todopoderoso organismo provincial est¨¢ presidido por Rafael Louz¨¢n, destacado dirigente del PP gallego e hiperactivo gestor al que es extra?o que se le haya congelado un libro. Ser¨ªa disparatado por mi parte hablar de censura o de una orden de arresto, aunque a lo largo de nuestra historia algunos libros han pasado por ese tipo de vicisitudes tan humanas. Por ejemplo, la magn¨ªfica biblioteca coru?esa de Santiago Casares Quiroga, presidente del Consejo de Ministros de la Rep¨²blica, y a quien nunca se le perdon¨® que fuese a la vez culto, rico, elegante e irreductible dem¨®crata, tuvo tres destinos: una parte fue quemada, otra fue sustra¨ªda por los expoliadores m¨¢s exquisitos y la tercera conducida al Palacio de Justicia. ?Qu¨¦ ocurri¨® all¨ª? Se orden¨® el ingreso de los libros en los calabozos. Seguramente la biograf¨ªa titulada Enrique Rajoy Leloup: un protagonista do autonomismo galego, escrita por Baldomero Cores, ex letrado mayor del Parlamento aut¨®nomo, no tiene oficialmente ese status de libro prisionero, pero lo cierto es que tampoco puede andar libre. Dir¨ªase que el libro est¨¢ en stand by. En una espera que se eterniza. Enrique Rajoy Leloup fue un insigne jurista y actu¨® como secretario del Comit¨¦ Central de la Autonom¨ªa en 1936. Era colaborador y amigo ¨ªntimo de Alexandre B¨®veda, l¨ªder republicano y galleguista ejecutado el 17 de agosto. Seg¨²n informa la revista A Nosa Terra, Rajoy estuvo huido y escondido tras el golpe fascista, poco despu¨¦s de haber participado en Madrid en la entrega a las Cortes del Estatuto que el pueblo gallego hab¨ªa refrendado el 28 de junio. Los franquistas lo expulsaron del decanato del Colegio de Abogados y de la universidad santiaguesa. Tuvo el valor de conservar en los s¨®tanos de su casa documentaci¨®n de gran valor hist¨®rico que hoy se custodia en el Instituto Padre Sarmiento. Hay gente que piensa que la recuperaci¨®n de la memoria es un acto de revancha. Se olvidan de que la memoria, como bien explican los neur¨®logos, a?ora siempre la luz. Como los libros en un calabozo.
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