El Zaragoza exprime al N¨¤stic
Aimar, aprovechando un descuido, abre la cuenta y deja sin respuestas al cuadro catal¨¢n
Cuando se desfond¨® el rival, cuando Aimar se sublev¨® a la pizarra t¨¢ctica, el Zaragoza resolvi¨® el farragoso encuentro que le plante¨® el N¨¤stic, tan resuelto de inicio como extasiado al final. Aunque el conjunto aragon¨¦s padeci¨® de buenas a primeras en la zona de creaci¨®n por la falta de efectivos, por la desconexi¨®n entre sus l¨ªneas, pronto qued¨® agotado el N¨¤stic, que s¨®lo aguant¨® en pie poco m¨¢s de media parte. Y el Zaragoza, sin m¨¢s oposici¨®n, encontr¨® su mejor versi¨®n, la original, la que despedaza al contrario sin remisi¨®n.
Acus¨® el Zaragoza la ausencia del centrocampista Celades, que dirige al equipo a su antojo porque es excelente en el primer toque y en todo lo referente a lo t¨¢ctico. No jug¨® Celades y, al principio, apenas lo hizo el equipo aragon¨¦s. Entre otras cosas, porque su sustituto, Movilla, es un bregador de primera que reh¨²sa descaradamente los pases verticales. Y su compa?ero de parcela, Zapater, que utiliza la carrocer¨ªa con acierto, tambi¨¦n acusa la falta de atrevimiento, la carencia del pase incisivo hacia los jugadores adelantados. Pero la deficiencia de la medular tom¨® cuerpo porque el N¨¤stic, aplicado y saneado en la primera mitad, se defendi¨® deliciosamente: repleg¨® a todos sus hombres -a excepci¨®n del punta, Portillo- en apenas 30 metros y en un suspiro. Con las l¨ªneas apretujadas, con la defensa bien junta a la media, el equipo grana desdibuj¨® al Zaragoza y a su mejor arma: Aimar. O eso parec¨ªa.
ZARAGOZA 3 - GIMN?STIC 0
Zaragoza: C¨¦sar; Ponzio, Sergio, Piqu¨¦, Juanfran; ?scar (Lafita, m. 71), Zapater, Movilla, Aimar (Long¨¢s, m. 75); Ewerthon (Sergio Garc¨ªa, m. 36) y Diego Milito. No utilizados: Miguel; Aranzabal, Chus Herrero y Carmelo.
Gimn¨¤stic: Rub¨¦n; Ruz, David Garc¨ªa, C¨¢ceres, Mingo; Abel, Generelo (Irurzun, m. 64); Cu¨¦llar, Pinilla (Mart¨ªnez, m. 71), Juan D¨ªaz (Gil, m. 55); y Portillo. No utilizados: ?lvaro; Llera, Campano y Makukula.
Goles: 1-0. M. 49. Aimar suelta un trallazo desde fuera del ¨¢rea. 2-0. M. 55. ?scar aprovecha un pase de Movilla en la misma boca del gol. 3-0. M. 70. Piqu¨¦ remata con la zurda una asistencia de Sergio Garc¨ªa.
?rbitro: Gonz¨¢lez V¨¢zquez. Amonest¨® a Generelo, ?scar y Ruz.
Unos 29.000 espectadores en La Romareda.
Por entonces, los interiores grana, atrevidos y electrizantes, camparon a sus anchas por las bandas. Desempolvaron el manual del buen extremo, ese jugador que recibe pegado a la l¨ªnea de cal y que no ceja en su empe?o hasta llegar a la l¨ªnea de fondo para buscar un centro. Todo un recital. As¨ª, Cuellar y Juan D¨ªaz amargaron la tarde a los desbravados laterales del Zaragoza, que parecieron m¨¢s pendientes de subir por su carril para dar salida al ataque de su equipo que de taponar las incorporaciones de los rivales. Pero, como el resto del equipo, pronto reclamaron una bombona de ox¨ªgeno.
Con D'Alessandro en la grada por sanci¨®n, el poder ofensivo trescuartista blanquillo qued¨® limitado a Aimar, que se aposent¨® en el costado izquierdo. Escorado el argentino, mermado el Zaragoza. No s¨®lo porque tiene peor salida del regate por la izquierda, sino porque su visi¨®n y ¨²ltimo pase, en la banda, carece de ¨¢ngulos, de variantes. Pero el 8 blanquillo es mucho 8. Aimar, atento, esper¨® pacientemente el descuido del rival. As¨ª, con el bal¨®n atado al pie, con un sutil movimiento hacia el interior, con una diagonal ya caracter¨ªstica, desabroch¨® la zaga contraria. Se despeg¨® de su marcador, regate¨® al medio centro de turno y engatill¨® un zurriagazo desde la frontal que descoloc¨® al portero, Rub¨¦n.
Segundos despu¨¦s, cuando el N¨¤stic ya jugaba con la lengua fuera y arrastraba los pies, Movilla encontr¨® a ?scar y Sergio Garc¨ªa a Piqu¨¦ por las inmediaciones del ¨¢rea. Otros dos goles y nueva victoria del Zaragoza, que renueva sus aspiraciones europeas al no flaquear en los partidos delicados, los que le miden contra rivales te¨®ricamente inferiores.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.