Ir¨¢n convoca a Bagdad y Damasco a una cumbre para reducir la violencia en Irak
El Gobierno de Teher¨¢n busca reforzar su papel en la regi¨®n y anticiparse a Washington
El presidente iran¨ª, Mahmud Ahmadineyad, espera la visita del presidente iraqu¨ª, Yalal Talabani, el pr¨®ximo s¨¢bado, un gesto que sin duda busca destacar las buenas relaciones entre ambos vecinos. Fuentes cercanas a Talabani anunciaron anoche en Bagdad que a la cita tambi¨¦n acudir¨¢ el presidente sirio, Bachar el Asad. Aunque este extremo no pudo ser confirmado ni en Teher¨¢n ni en Damasco, la eventual cumbre se convertir¨ªa en el mayor esfuerzo regional para frenar la violencia que sacude a Irak y de la que Estados Unidos responsabiliza a Ir¨¢n y Siria.
La visita de Talabani fue anunciada el s¨¢bado por la agencia oficial iran¨ª, IRNA. Sin embargo, Ali Akbar Javanfakr, asesor de prensa de Ahmadineyad, asegur¨® a esta corresponsal que no ten¨ªa noticias de la llegada del jefe del Estado sirio.
"El se?or Kofi Annan ha tenido contactos tanto con el presidente Ahmadineyad como con el presidente Asad", a?adi¨® Javanfakr, dando a entender que ambas informaciones pod¨ªan haberse entrecruzado. El asesor no descart¨® que el secretario general de la ONU hubiera pedido a ambos mandatarios su colaboraci¨®n en Irak.
Pese a la ausencia de confirmaci¨®n oficial, la cumbre tripartita no suena descabellada. Ir¨¢n ha aumentado su influencia en la regi¨®n y recientemente han crecido las voces que aconsejan a EE UU que solicite su asistencia para desbloquear la situaci¨®n en Irak. Lo que los analistas no tienen claro es si la Rep¨²blica Isl¨¢mica tratar¨ªa con esta reuni¨®n de reforzar el valor de su eventual ayuda, eclipsar los previsibles gestos de Washington en ese sentido, o simplemente empezar a trabajar ante la ausencia de se?ales del otro lado del Atl¨¢ntico.
"Irak, Ir¨¢n y Siria van a mantener una cumbre para discutir la situaci¨®n de seguridad y sus repercusiones para la estabilidad en la regi¨®n", declar¨® Ali al Adib, diputado del mismo partido que el primer ministro iraqu¨ª, Nuri al Maliki y muy pr¨®ximo a ¨¦l, citado por Associated Press. Otro diputado chi¨ª, Basam Charif, rebaj¨® las expectativas y dijo que hab¨ªa tal deseo de que se produjera la cumbre que pod¨ªa producirse una visita "sorpresa" de Asad. Un portavoz de Talabani desminti¨® a Efe la reuni¨®n tripartita y dio a entender que el presidente iraqu¨ª viajar¨ªa a Damasco despu¨¦s de Teher¨¢n.
[El anuncio de la reuni¨®n coincide con la visita a Irak del ministro de Exteriores sirio, Walid Muallim, el cargo m¨¢s alto desde 2003. Irak rompi¨® relaciones diplom¨¢ticas con Siria en 1980 por apoyar a Ir¨¢n en la guerra].
EE UU considera que tanto Ir¨¢n como Siria son dos actores principales en Irak. La Casa Blanca y el propio Gobierno iraqu¨ª han acusado reiteradamente a Damasco de no hacer lo suficiente para impedir que los militantes de Al Qaeda crucen su frontera con Irak y de haber dado refugio a gente del entorno de Sadam Husein, que habr¨ªa abastecido de dinero y armas a la insurgencia sun¨ª. Siria siempre ha negado esas acusaciones y su ministro de Exteriores, Walid Moallem, reiter¨® ayer en Bagdad la disposici¨®n de su pa¨ªs "a colaborar en la estabilizaci¨®n de Irak".
Milicias chi¨ªes
En cuanto a Ir¨¢n, Washington tiene la convicci¨®n de que entrena, financia y arma a las dos principales milicias chi¨ªes de Irak, la Brigada B¨¢der y el Ej¨¦rcito del Mahdi. Pero fuentes diplom¨¢ticas europeas en Teher¨¢n descartan que Ir¨¢n est¨¦ interesado en el caos que se ha adue?ado de su vecino y mucho menos teledirija las acciones de esas milicias, con cuyos responsables mantiene sin duda buenas relaciones por los lazos hist¨®ricos con la comunidad chi¨ª.
De hecho, algunos analistas apuntan a que la oferta de Ir¨¢n a EE UU para hablar de Irak es fruto de su creciente temor a que Irak degenere en la anarqu¨ªa. Todos los portavoces iran¨ªes defienden la estabilidad y la unidad de Irak. "A Ir¨¢n no le interesa un Estado fallido al otro lado de su frontera", asegura un embajador europeo en Teher¨¢n. "Ir¨¢n tiene mucha influencia, pero no un gran control [de las milicias chi¨ªes]", afirma. Incluso si lograra someter a los irregulares chi¨ªes, nada garantiza que cesen los ataques de sus rivales sun¨ªes, una situaci¨®n que resultar¨ªa dif¨ªcil de mantener por mucho tiempo. De ah¨ª la importancia de incluir a Siria en cualquier acuerdo. Pero la diferencia de intereses de Damasco y Teher¨¢n en Irak ha suscitado recientemente recelos entre los dos viejos aliados.
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