El peligro de huir en combate
El miedo es un componente indisociable de la guerra. Como autora de investigaciones sobre los combatientes, Joanna Bourke est¨¢ en una posici¨®n excepcional para hablar del miedo y la batalla. "El miedo es el problema crucial para los mandos militares", se?ala. "Tienen que erradicarlo de la gente para as¨ª hacerlos soldados y llevarlos al combate. Y eso se consigue mediante un laborioso proceso de desensibilizaci¨®n que se ha ido probando y perfeccionando durante siglos. Se trata de hacer experimentar la batalla antes de entrar en ella, de sumergir al recluta en su ruido, su olor, su confusi¨®n; de acostumbrarle. Le explicar¨¦ una historia terrible: durante la II Guerra Mundial, en un regimiento brit¨¢nico se llev¨® a los reclutas a un matadero para que se ejercitaran con las reses en el uso de la bayoneta. Les hicieron matar al arma blanca a los pobres animales y empaparse con su sangre, lo que, consideraban los mandos, les infundir¨ªa coraje. La verdad es que fueron demasiado lejos y eso provoc¨® un mont¨®n de crisis nerviosas entre los soldados".
Bourke explica que las nuevas t¨¦cnicas actuales se centran en lo que siempre han sabido los miembros de los cuerpos de operaciones especiales. "Lo mejor es crear peque?as unidades de gente que se conozca muy bien. Una din¨¢mica de grupo reducido. Pelear as¨ª es batirte b¨¢sicamente por el compa?ero".
En primera l¨ªnea
El gran misterio parece ser c¨®mo se consigue que la gente que, en principio, deber¨ªa sentirse horrorizada por lo que es una batalla, pelee en ella y no salga corriendo en direcci¨®n contraria. "Bueno, de hecho, en combate es muy peligroso huir. Lo m¨¢s seguro es mantenerte firme e incluso ir adelante. Tener miedo te lleva generalmente a morir. Muy pocos soldados colapsan en batalla, es antes o despu¨¦s, durante no tienes tiempo, no te lo puedes permitir. Los shocks se producen por lo general en segunda l¨ªnea de combate, no en primera. Son los que no se enfrentan directamente al enemigo, los que ven el horror pero no act¨²an, los que se quiebran", explica la historiadora.
Bourke deplora que la historia militar sea mayoritariamente una historia volcada en consideraciones estrat¨¦gicas y t¨¢cticas y completamente alejada de la espantosa realidad de los campos de batalla. Opina que algo tiene que ver el dinero. "La historia militar es la ¨²nica rama de la historia en la que te puede pagar el ¨¢rea que estudias; eso es problem¨¢tico y significativo. Eso hace que no se hable de la realidad de la batalla, que el g¨¦nero est¨¦ dominado por hombres interesados en la guerra y que las mujeres seamos en su seno un cuerpo extra?o. Lo que yo hago, desde luego no puede verse como propaganda de la guerra y no llevar¨¢ muchos reclutas nuevos a los ej¨¦rcitos".
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