Thorpe elige la ropa interior
El qu¨ªntuple campe¨®n ol¨ªmpico australiano deja la nataci¨®n para dedicarse a la moda
Ian Thorpe, el nadador m¨¢s perfecto de todos los tiempos, conquistador de 13 r¨¦cords mundiales y ganador de cinco oros ol¨ªmpicos, descubri¨® a los 24 a?os que lo suyo es el dise?o de ropa interior y la interpretaci¨®n. Llevaba medit¨¢ndolo desde los Juegos de Atenas de 2004 y ayer convoc¨® a la prensa en Sydney para anunciar, con tono enigm¨¢tico y contradictorio, que ya no quiere competir nunca m¨¢s. "Me empec¨¦ a hacer un mont¨®n de preguntas", dijo; "comenc¨¦ a mirar en mi interior no s¨®lo como nadador, sino como persona. Nadaba largo tras largo, absorto en la l¨ªnea negra, y de pronto levant¨¦ la cabeza y vi lo que hab¨ªa alrededor".
Hace un par de meses, mientras resid¨ªa en Los ?ngeles en b¨²squeda de est¨ªmulos que le permitieran seguirse entrenando, Ian Thorpe descubri¨® que las piscinas le interesaban menos que nunca y se sumergi¨® en el mundo de la far¨¢ndula de Hollywood de la mano de su compatriota, la actriz Simone Kessell, compa?era en la serie ?ngeles Secretos, que ambos rodaron sin demasiado ¨¦xito para una televisi¨®n por cable de Australia. En las fiestas de Beverly Hills se relacion¨® con facilidad con gente como Paris Hilton y Armani, pero se apart¨® definitivamente de la mon¨®tona rutina acu¨¢tica. Durante algunas semanas frecuent¨® el grupo de Dave Salo en la Universidad del Sur de California, pero lo dej¨® excus¨¢ndose por la excesiva atenci¨®n medi¨¢tica que suscitaba. Se traslad¨® a otra piscina y se puso a las ¨®rdenes de Milt Nems, prestigioso t¨¦cnico y directivo de USA Swimming, la organizaci¨®n que coordina la selecci¨®n estadounidense. No hubo efecto.
"No dir¨¦ que me retiro. Pero no volver¨¦ a competir. Romper r¨¦cords no me satisface"
"Comenc¨¦ a mirar en mi interior no s¨®lo como nadador, sino como persona"
"Estaba f¨ªsicamente bien", aclar¨® el nadador ayer, desmintiendo los rumores que hablaban de sobrepeso y ausencias reiteradas de las sesiones de preparaci¨®n. "Pero como estaba f¨ªsicamente bien mi mente tambi¨¦n estuvo en plena forma. Y me vi forzado a tomar una decisi¨®n dif¨ªcil y a tener que defenderla. Cuando fui a Estados Unidos no lo hice pensando en retirarme. Lo hice para encontrar un estado mental adecuado para seguir adelante. Pero no lo consegu¨ª".
A principios de a?o, Thorpe tuvo dificultades durante las pruebas de clasificaci¨®n para los Juegos de la Commonwealth. Gan¨® la final de los 200 libres, su prueba fetiche, en un tiempo de 1m46,46s. A un mundo de sus mejores marcas. Dijo que quer¨ªa concentrarse en los 100 pero los resultados no le acompa?aron. No pudo parar el cron¨®metro antes de los 49 segundos. El 7 de marzo el nadador anunci¨® que se retiraba de los Juegos de la Commonwealth. Antes de mudarse a Los ?ngeles explic¨® que una bronquitis le impidi¨® entrenarse.
El domingo pasado, Thorpe lleg¨® a la conclusi¨®n final. Llam¨® a sus dos ¨²ltimos entrenadores, Tracey Menzies y Milt Nems, y les inform¨® de que lo dejaba. El lunes telefone¨® a sus patrocinadores: Quantas, Telstra, Seven Network y Adidas. Ayer martes, despu¨¦s de hacer surf frente a su casa de la playa, se reuni¨® con la prensa y comunic¨® que "a las 2.45 horas de la madrugada del domingo" hab¨ªa resuelto "que no nadar¨ªa en los Mundiales". Se refer¨ªa a los pr¨®ximos Mundiales de Nataci¨®n, que se celebrar¨¢n en Perth el pr¨®ximo mes de marzo y que servir¨¢n a los nadadores para lanzarse en carrera hacia los Juegos de Pek¨ªn de 2008.
"Ese d¨ªa tambi¨¦n tom¨¦ otra decisi¨®n muy complicada", prosigui¨® Thorpe, con aire misterioso. Lo que revel¨® acto seguido son¨® redundante: "Discontinuar¨¦ mi carrera como nadador profesional. No quiero hablar de poner fin a nada. Nunca me cerr¨¦ puertas y no hablar¨¦ de retirada. Pero nunca m¨¢s volver¨¦ a competir. Ya no encuentro la misma satisfacci¨®n en romper r¨¦cords".
"Quiero que este sea un momento gozoso para m¨ª", balbuce¨®, sin conseguir mostrarse feliz. "No quiero que sea un momento sombr¨ªo".
La noticia conmocion¨® Australia. En un pa¨ªs apasionado por los deportes acu¨¢ticos, que ha hecho de la nataci¨®n su entretenimiento nacional, Thorpe era el personaje p¨²blico m¨¢s admirado. Ning¨²n australiano gan¨® m¨¢s medallas en unos Juegos. Sus triunfos en Sydney, en 2000, y luego en los Mundiales de Fukuoka, donde se colg¨® seis oros, lo consagraron como un nadador irrepetible. El agua era el medio natural de este milagro gen¨¦tico de 1,94, flexible como una manguera, de largos miembros voluminosos y pies como palas.
Thorpe calzaba un 54 y dicen que los tendones de su pie ten¨ªan tanto juego que era capaz de tocarse el tobillo con los dedos. Su ciclo de seis patadas fue un arma elegante y devastadora que le permiti¨® mantener el equilibrio -y el estilo- incluso en su declive. Como en la final de los 400 libres de Atenas, su ¨²ltima carrera, conquistada metro a metro bajo el acoso del imponente Grant Hackett, el otro h¨¦roe australiano.
Cuando sali¨® del agua, consumido por el esfuerzo, tambale¨¢ndose, Thorpe hab¨ªa ganado el oro. En la piscina de Atenas se dej¨® la ¨²ltima gota de ambici¨®n deportiva. Le queda su carrera actoral y una incipiente vocaci¨®n por el dise?o de modas que le ha llevado a crear una colecci¨®n de calzoncillos apretados y camisetas entalladas.
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