El reto de Merkel
Un a?o despu¨¦s de su llegada a la Canciller¨ªa alemana al frente de la gran coalici¨®n de democristianos (CDU y CSU) y socialdem¨®cratas (SPD) Angela Merkel est¨¢ consolidada como una dirigente de peso, aunque su gran popularidad exterior no se ve reflejada internamente. Probablemente la aritm¨¦tica parlamentaria que la ha obligado a pactar con su rival tambi¨¦n le ha evitado caer en el programa radical de liberalizaci¨®n con el que concurri¨® a las elecciones, pero ha hecho de la toma de decisiones un ejercicio complejo. El SPD, por su parte, ha manejado con sorprendente ¨¦xito el cambio de su propio liderazgo, y empata con sus socios en las encuestas.
La econom¨ªa alemana se ha puesto a crecer, aunque los sondeos indican que ¨¦ste no es un m¨¦rito que los ciudadanos atribuyan a un Gobierno que ha tenido que tomar algunas decisiones impopulares. Se han llevado a cabo reformas, en la l¨ªnea marcada por Schr?der pero que ¨¦ste no pudo sacar adelante dados los lastres de su propio partido. Se ha transformado el sistema federal que hab¨ªa ca¨ªdo en m¨²ltiples disfunciones. Ahora bien, tras este primer a?o, el verdadero reto para Merkel todav¨ªa est¨¢ por llegar, especialmente en la manera en que impulse la reforma del mercado laboral y en la presidencia semestral del Consejo de la Uni¨®n Europea que asume, junto a la del G 8, con el a?o nuevo.
Merkel ha cosido los rotos en las relaciones con Washington, sin por ello volver sobre la decisi¨®n de no participar en la desastrosa guerra de Irak. En un cambio que empez¨® antes de ella, pero que se ha acelerado, ha favorecido la transformaci¨®n de las Fuerzas Armadas, aunque sin plantear a¨²n, dado el peso del pasado, la supresi¨®n del servicio militar. Ha logrado que de una forma natural fuerzas alemanas est¨¦n en L¨ªbano (esencialmente en el mar), en Congo o en Afganist¨¢n, si bien, en este caso, sin intenci¨®n alguna, como aclar¨® ayer, de cambiar su misi¨®n en el norte por otra m¨¢s peligrosa en el sur. Alemania comienza a liberarse de las ataduras del pasado, a recobrar peso pol¨ªtico-militar en el mundo y a hablar con franqueza a Putin.
La prueba de su pericia vendr¨¢ con la presidencia de la UE, dada la crisis del Tratado Constitucional europeo. La labor de Merkel deber¨¢ centrarse en preparar una soluci¨®n, una vez superadas las elecciones holandesas de ayer, y las francesas en la primavera de 2007. Dispondr¨¢ de poco tiempo, pero suficiente para encauzar el debate e impulsar una soluci¨®n a finales del a?o pr¨®ximo o comienzos de 2008. Hoy Alemania, y con ella Europa, est¨¢ mejor que hace un a?o. Pero algo falla cuando los propios alemanes no son conscientes de ello.
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