Los 'capos' colombianos desplazan a los clanes gallegos y controlan el narcotr¨¢fico
Una veintena de nuevas bandas operan en Galicia, asociadas a los c¨¢rteles suramericanos
Los grandes capos que operaron en Galicia en las dos ¨²ltimas d¨¦cadas ya son historia. Hicieron grandes fortunas con la droga que compraban a los c¨¢rteles colombianos, los due?os de la segunda multinacional m¨¢s poderosa del mundo, tras la industria farmac¨¦utica. Ahora son las organizaciones suramericanas las que mandan. Mientras los colombianos ya controlan el 80% de los cargamentos que llegan a la pen¨ªnsula, seg¨²n fuentes policiales, en la R¨ªa de Arousa opera una nueva generaci¨®n de narcotraficantes que han surgido a la sombra de conocidas bandas que fueron desmanteladas.
Ya no existe la leyenda que encumbr¨® primero a los contrabandistas de tabaco y luego a grandes traficantes que acabaron en la c¨¢rcel. Galicia sigue revalidando su condici¨®n de puerta de entrada de alijos y centro de distribuci¨®n de droga, pero tiene otros competidores que han formado sus propias alianzas con los colombianos para el tr¨¢fico mar¨ªtimo, principalmente de contenedores, y que operan desde otros puntos de la pen¨ªnsula.
Los que en otras ¨¦pocas fueron tripulantes o recaderos de conocidas bandas se han situado ahora en primera l¨ªnea, junto a hijos o hermanos de algunos que a¨²n est¨¢n saldando sus deudas con la justicia. Con un cach¨¦ muy devaluado y absoluta dependencia de los traficantes colombianos, su forma de trabajar nada tiene que ver con las compa?¨ªas que fundaron personajes como Sito Mi?anco o Manuel Charl¨ªn. No disponen de medios propios ni trabajadores en n¨®mina sino que contratan barcos, tripulaciones y pilotos de planeadoras para desembarcar un alijo de droga. A cambio, reciben entre un 20% y un 40 por % del cargamento. Pocas ganancias, si se comparan con ¨¦pocas pasadas.
La oferta de coca¨ªna es cada vez mayor y en paralelo crece el supermercado de la droga que han creado los c¨¢rteles en Colombia para satisfacer una demanda de 14 millones de consumidores en el mundo, de los que 2,7 millones son espa?oles.
De las investigaciones abiertas por la Guardia Civil, la Polic¨ªa o el Servicio de Vigilancia Aduanera (SVA) se estima que en Galicia una veintena de bandas est¨¢n acaparando el mercado de la coca¨ªna, seis de ellas en el sur de la R¨ªa de Arousa. Generalmente act¨²an como grupos mixtos porque se asocian con colombianos para preparar los env¨ªos de droga y para transportarla contratan mano de obra barata, generalmente en pa¨ªses africanos. "Son organizaciones inestables y menos potentes. Lo que han perdido los traficantes gallegos, capacidad de maniobra y de monopolio, lo han aprovechado los colombianos y ellos dirigen ahora este negocio", apunta un agente destacado de la lucha antidroga en Galicia.
La lista de personajes que est¨¢n bajo sospecha es extensa y la polic¨ªa se encuentra cada vez con m¨¢s dificultades para controlarlos. "Son mutantes y ello dificulta las investigaciones", comentan las mismas fuentes. "Hay mucha gente aqu¨ª que vive del narcotr¨¢fico y es dif¨ªcil saber con certeza cu¨¢ntos est¨¢n actuando agrupados en organizaciones estables. Pero ni son tan numerosos ni disponen de infraestructura detr¨¢s como ten¨ªan antes", a?ade.
La tecnolog¨ªa contra la delincuencia organizada se mejora cada d¨ªa, pero los m¨¦todos que se empleaban hace pocos a?os para desarticular bandas o interceptar barcos ya no dan tan buenos resultados. Los pinchazos telef¨®nicos, que eran antes la principal prueba de cargo, se han vuelto m¨¢s dificultosos por el recurso al m¨®vil. Lo normal es que utilicen varios tel¨¦fonos, uno para comunicarse con cada miembro del grupo, y con tarjetas prepago que utilizan s¨®lo unas horas.
Tambi¨¦n el escenario del narcotr¨¢fico ha cambiado. Espa?a es el pa¨ªs europeo que m¨¢s droga interviene pero tambi¨¦n el mayor consumidor de coca¨ªna. El desembarco de los c¨¢rteles colombianos supone una amenaza mayor y un desaf¨ªo para las autoridades. En septiembre pasado se cre¨® el Centro de Inteligencia contra el Crimen Organizado (CICO), que dirige y controla la actuaci¨®n coordinada de las unidades antidroga de la Polic¨ªa (UDYCO y GRECO) y de la Guardia Civil (EDOA). Ambas unidades cuentan con equipos especializados contra el blanqueo de dinero o la violencia entre bandas, "dada la alarma medi¨¢tica y el incremento de las actividades del crimen organizado", seg¨²n reconoce el propio CICO.
Narcos a comisi¨®n
Hace tiempo que los traficantes gallegos perdieron la confianza de los c¨¢rteles y, seg¨²n explica otro experto de los servicios centrales de la Polic¨ªa, "en el narcotr¨¢fico se ha pasado del cr¨¦dito a la comisi¨®n. Si antes, las organizaciones importaban sus propios cargamentos y los pagaban despu¨¦s de recaudar los beneficios, los actuales grupos trabajan pr¨¢cticamente a comisi¨®n. Los colombianos todav¨ªa necesitan a los gallegos porque ellos conocen el terreno mejor que nadie".
Los colombianos tienen las riendas del negocio y ya controlan sus propios mercados y territorios, aunque en el tr¨¢fico mar¨ªtimo siguen necesitando la experiencia del traficante gallego. A principios de los noventa y armados hasta los dientes, llevaban la coca¨ªna en lanchas r¨¢pidas hasta los barcos que esperaban fondeados en alta mar. Pronto empezaron a venir como tripulantes para vigilar los alijos y comprobar que la droga iba a parar al fondo del Atl¨¢ntico porque eran descubiertos por alguna patrullera guardacostas y no un enga?o de los gallegos para no pagar.
El kilo de coca¨ªna, a 32.000 euros
A pesar de los ¨¦xitos policiales la droga sigue entrando, incluso en mayores cantidades, aunque tambi¨¦n las aprehensiones aumentan cada a?o. En las zonas m¨¢s calientes de venta y distribuci¨®n como Cambados la coca¨ªna nunca falta. A veces, puede que no la consigas en cuesti¨®n de minutos pero s¨ª de horas, gracias a un tr¨¢fico intenso y constante de vendedores que han proliferado a cientos.
Consumidor de entre 20 a 30 a?os y al volante de un veh¨ªculo de gran cilindrada, es el perfil de peque?o y mediano traficante que mueve mucho dinero de la venta de estupefacientes. El precio del kilo de coca¨ªna que se compra en Colombia a 3.000 euros y se vende actualmente en Galicia asciende a 32.000.
Si en las dos ¨²ltimas d¨¦cadas, Galicia era el principal almac¨¦n de coca¨ªna desde donde se distribu¨ªa la mercanc¨ªa para el resto de la pen¨ªnsula y Centroeuropa, Madrid ya se ha consolidado como el cuartel general de las organizaciones colombianas, donde las c¨¦lulas de los c¨¢rteles preparan y controlan los transportes de droga, recaudan el dinero y lo env¨ªan a Suram¨¦rica a trav¨¦s de transferencias bancarias, utilizando sociedades interpuestas.
Mucha de la coca¨ªna que se vende en Galicia viene desde Madrid y ha entrado por puertos como el de Bilbao, Barcelona Valencia o Algeciras, con un tr¨¢fico anual conjunto, seg¨²n Aduanas, de 8,3 millones de contenedoers.
"Los resultados de la acci¨®n de polic¨ªa y Guardia Civil son buenos y hay una respuesta positiva, pero no podemos estar muy satisfechos cuando en realidad pagamos un elevado precio como pa¨ªs de tr¨¢nsito", se?ala un responsable del Ministerio de Interior.
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