El Parlamento aprueba que el Guggenheim informe de sus compras

Los precios que el Museo Guggenheim Bilbao paga por las obras que compra dejar¨¢n de ser opacos. El Parlamento aprob¨® ayer por unanimidad en comisi¨®n una proposici¨®n no de ley que insta a Cultura a informar sobre el precio de cada adquisici¨®n de los museos en cuya gesti¨®n participa el Gobierno y no s¨®lo sobre las cantidades que anualmente se destinan a ese fin. El director general del Guggenheim, Juan Ignacio Vidarte, asegur¨® adem¨¢s ayer que las compras "nunca" se han condicionado a la cesi¨®n de derechos como hab¨ªa criticado la entidad de gesti¨®n de derechos VEGAP.

Socialistas y populares destacaron en la reuni¨®n de la Comisi¨®n de Educaci¨®n y Cultura que se hab¨ªa alcanzado una soluci¨®n razonable a su demanda de transparecia en los precios que los museos pagan con dinero p¨²blico. "Es una victoria del Parlamento", dijo el popular Fernando Maura. La socialista Isabel Cela¨¢ mostr¨® su satisfacci¨®n por las garant¨ªas de confidencialidad que la proposici¨®n reconoce a los artistas que as¨ª las demanden.

El acuerdo alcanzado pone fin a la discrepancia entre el Gobierno y la oposici¨®n sobre la informaci¨®n de los precios de las obras que compran los mueseos, y particularente el Guggenheim, que comenz¨® antes de la inauguraci¨®n de la pinacoteca bilba¨ªna en 1997. Hasta ahora, el Gobierno y la Diputaci¨®n de Vizcaya se negaban sistem¨¢ticamente a responder a las preguntas de la oposici¨®n sobre las cantidades abonadas. As¨ª ha ocurrido con las cerca de 80 piezas, de medio centenar de artistas, que componen la colecci¨®n propia del Guggenheim, para la que Gobierno y Diputaci¨®n han aportado cantidades que se acercan ya a los 66 millones de euros.

La negociaci¨®n de las enmiendas presentadas al proyecto de Ley de Museos ha propiciado que la demanda de transparencia se derive a la proposici¨®n no de ley ayer aprobada. Desde ahora, la consejera de Cultura, Miren Azkarate, informar¨¢ en el Parlamento cada a?o del precio pagado por cada obra adquirida por los museos en que participa el Ejecutivo. En la pr¨¢ctica, el cambio s¨®lo afecta al Guggenheim, ya que el resto de entidades informaban puntualmente de las cantidades abonadas.

La proposici¨®n establece que si los artistas solicitan la confidencialidad de los precios, el Gobierno, tras acredidatarlo, s¨®lo informar¨¢ a la ponencia constituida al respecto en el seno de la Comisi¨®n de Educaci¨®n y Cultura.

Por otra parte, el director general del Guggenheim, Juan Ignacio Vidarte, manifest¨® ayer que la cesi¨®n de derechos de autor "nunca ha sido una condici¨®n excluyente" en la compra de obras de arte para su colecci¨®n. Respond¨ªa as¨ª a las cr¨ªticas lanzadas la pasada semana por la gestora de derechos de artistas VEGAP (Visual Entidad de Gesti¨®n de Artistas Pl¨¢sticos), que acus¨® al Guggenheim de imponer contratos de compra abusivos y condicionar la adquisici¨®n a la cesi¨®n total de los derechos de autor que contempla la ley.

Vidarte explic¨® que el museo intenta adquirir los derechos para facilitar la labor de exposici¨®n y difusi¨®n de la obra, y rechaz¨® que fuese con fines lucrativos. "Publicando un cat¨¢logo de una exposici¨®n con una tirada de mil ejemplares no se gana dinero", dijo.

Respecto a la comercializaci¨®n de productos que reproducen las obras, Vidarte se?al¨® que se aplica a un porcentaje muy peque?o de piezas de la colecci¨®n. En estos casos, a?adi¨®, normalmente el artista fija limitaciones. En su colecci¨®n hay ejemplos de todo tipo: Jeff Koons, el autor de Puppy, vendi¨® los derechos ¨ªntegramente; Richard Serra, en cambio, cedi¨® al museo los derechos que genera la reproducci¨®n de sus esculturas, salvo si es con fines comerciales.