Un parlamentario ruso pide a Espa?a la puesta en libertad del 'capo' Kalashov

La ofensiva para liberar a cualquier precio a Zakhar Kalashov, jefe de la mafia rusa encarcelado en Espa?a desde el pasado junio, es imparable. Al margen de la fracasada v¨ªa de sobornos para frustrar su extradici¨®n o suavizar su r¨¦gimen penitenciario, sus defensores han entregado en el juzgado una carta de un diputado del Parlamento ruso, Mihachev Gadzhi Nuhievich, quien reclama la puesta en libertad del jefe mafioso y se ofrece como garante de que Kalashov estar¨ªa disponible para testificar siempre que se le requiriese. Su petici¨®n ha sido considerada inaceptable.

La redada del pasado mi¨¦rcoles contra 10 subordinados de Kalashov tuvo, entre otros objetivos, adelantarse a nuevas intentonas para liberarle. Primero, fueron los intentos de torpedear la extradici¨®n desde los Emiratos ?rabes Unidos, donde fue detenido el capo cuando cometi¨® el error de abandonar el territorio ruso para acudir a una fiesta en Dubai en homenaje a un mafioso que opera en Estados Unidos. Esto le puso a tiro de una orden de detenci¨®n y extradici¨®n que curs¨® el Gobierno espa?ol con inusitada celeridad. Los investigadores tuvieron conocimiento de que su organizaci¨®n ofreci¨® un mill¨®n de euros por denegar su entrega a Espa?a. Esto ocurri¨® en las pocas semanas que estuvo preso en Dubai, entre mayo y junio de 2006.

En septiembre pasado, los abogados de Kalashov, ya preso en Espa?a, jugaron un nuevo envite. Entregaron en el juzgado una carta de un diputado del Parlamento ruso, Mihachev Gadzhi Nuhievich. La misiva estaba escrita en ruso y ten¨ªa el membrete del Parlamento. Su texto rezaba as¨ª:

"Congreso Federal de la Federaci¨®n de Rusia. Duma del Estado. Diputado de la Duma del Estado de la cuarta convocatoria (2004-2007). Siete de septiembre de 2006. A los organismos competentes. Garant¨ªa Personal. Yo, Mihachev Gadzhi Nuhievich, diputado de la Duma del Estado de la Federaci¨®n de Rusia garantizo que en el caso de la puesta en libertad de Zakhar Kalashov no abandonar¨¢ su domicilio fijo o provisional sin permiso del juez instructor, fiscal o juzgado, se presentar¨¢ puntualmente las veces que sea citado por el instructor, fiscal o juzgado, de ning¨²n modo obstruir¨¢ la instrucci¨®n de la causa criminal".

La carta dej¨® estupefactos a los agentes de la Udyco Central (Unidad de Droga y Crimen Organizado de la Polic¨ªa) dependiente del comisario general de Polic¨ªa Judicial, Juan Antonio Gonz¨¢lez, al juez de la Audiencia Nacional Fernando Andreu y al fiscal Anticorrupci¨®n. No daban cr¨¦dito. En primer lugar, por el criminal avalado. Un capo cuya puesta en libertad bajo fianza, la fiscal¨ªa vet¨® por varias circunstancias: durante todo un a?o se sustrajo a la acci¨®n de la justicia pese a que conoc¨ªa desde junio de 2005 su imputaci¨®n; su extraordinaria capacidad econ¨®mica que le permitir¨ªa pagar cualquier fianza y desaparecer bajo alguno de los innumerables nombres que a lo largo de su historial ha utilizado. En segundo lugar, chocaba que un diputado ruso se erigiese en garante de la custodia de un hombre considerado por la polic¨ªa de su propio pa¨ªs como uno de sus principales objetivos por ser jefe de una de sus m¨¢s preocupantes mafias, acaso la principal.

Presuntamente su organizaci¨®n mafiosa, Domodedovo, no s¨®lo gestiona el dinero ilegal que sale de una red de casinos que controla en Rusia, sino un amplio cat¨¢logo de servicios que ofrece a la carta: secuestros, asesinatos, tr¨¢fico de armas, etc¨¦tera. El propio Kalashov es investigado directamente por media docena de cr¨ªmenes. La misiva del diputado ruso fue interpretada como un mensaje claro del nivel de respaldo, osad¨ªa e impunidad que respiraba Kalashov, de origen georgiano, en Rusia, cuya nacionalidad decidi¨® abrazar.

Prueba de tal escudo protector es que permanecen en Rusia varios de los principales lugartenientes de Kalashov, alguno de ellos como Tariel Oniani, tras haber huido descaradamente de la redada policial en Espa?a de junio de 2005. Pero la maniobra m¨¢s inquietante fue el descubrimiento por los investigadores del pago de m¨¢s de 50.000 euros a un funcionario de prisiones para falsear el estado de salud de Kalashov y pulverizar su r¨¦gimen de aislamiento. Esto ser¨ªa un primer paso para acercarle a su red exterior y al excarcelamiento. O a la fuga.