El compromiso multicultural
"Observo el actual desmadre de la raz¨®n; la ¨¦tica est¨¢ de capa ca¨ªda. Soy viejo, pero participo del devenir de nuestros tiempos. Me cuesta comprender algunas cosas que, en lo social y en lo pol¨ªtico, me parecen escandalosas y alarmantes". Habla de forma apasionada, como siempre. "Se menciona el compromiso, la responsabilidad, pero muchos l¨ªderes pol¨ªticos y econ¨®micos del mundo profanan las normas m¨¢s sagradas, dan mal ejemplo". Cita el urbanismo especulativo que ha destrozado la costa espa?ola, que ¨¦l conoci¨® virgen, "maravillosa". Le faltan pocos meses para cumplir 70 a?os, lleva casi 10 de jubilado, cinco de jubilado oficial, pero su actividad vertiginosa le hace reconocerse a¨²n workcoholic, adicto al trabajo. "He tenido mucha suerte, he sido feliz con mi profesi¨®n. La cultura y la educaci¨®n son la ¨²nica salvaci¨®n".
Es una instituci¨®n barcelonesa -"¨¦sta ha sido siempre mi ciudad"-, un hombre con mil contactos, puente entre la cultura, la empresa y la pol¨ªtica, puente entre Espa?a y Alemania, enlace con el mundo, pionero de un cosmopolitismo sin fronteras. "Vivo entre dos culturas, me siento a veces desgarrado y, a la vez, integrado en ambas". Naci¨® en Mallorca de padres alemanes. "Fue por casualidad, mi padre era agente de una compa?¨ªa naviera de Hamburgo". Hizo dos bachilleratos -alem¨¢n y espa?ol- en Ceuta y Barcelona. Sigui¨® tres a?os, en Holanda y Alemania, la profesi¨®n de su padre, mientras estudiaba econ¨®micas en la Universidad de Hamburgo y descubr¨ªa su doble vocaci¨®n: la cultura, el estudio, y la gesti¨®n. "Quer¨ªa una profesi¨®n que me permitiera volver a donde yo he venido".
En esa b¨²squeda, fue profesor de econom¨ªa en la misma universidad hasta que se doctor¨® en el Instituto de Econom¨ªa y Pol¨ªtica Europea. Conoci¨® a Helmut Schmidt; a Karl Schiller, que fue ministro de econom¨ªa con Willy Brandt; al Pandit Neheru (primer ministro de India), que le impresion¨®: "Viv¨ª intensamente un ambiente europe¨ªsta, tambi¨¦n la ostpolitik y el regreso de alemanes exiliados". En 1967, escribe a un anuncio para un trabajo de "economista con inquietudes culturales": le entrevista Reinhard Mohn -"me dijo: 'Yo s¨®lo hago de intermediario"- y se incorpora al Grupo Bertelsmann como asistente del primer director general del C¨ªrculo de Lectores en Barcelona. Su camino estaba trazado: nunca m¨¢s abandonar¨ªa la cultura, la edici¨®n, la promoci¨®n. "He sido un facilitador de lecturas, de encuentros", resume. Realiza el sue?o de montar un club de lectores "en el M¨¦xico de 1968, que era como una pel¨ªcula de Jorge Negrete: una revelaci¨®n por su naturaleza no acosada, sus paisajes con iguanas y colibr¨ªs buscando n¨¦ctar en mil flores". Su aventura personal se afianza cuando en 1980 -tras un periodo de 10 a?os de coordinador de clubes de lectura en Francia, Italia y Espa?a con otro grupo editor- se reincorpora a Bertelsmann como director del C¨ªrculo de Lectores en Espa?a: "Lo cog¨ª con 980.000 socios y lo dej¨¦ (en 1997) con 1.500.000 socios". Octavio Paz, Dal¨ª, Caro Baroja, La¨ªn, Antonio Saura, Grass, se convierten en sus amigos: "Ha sido apasionante seguir a los intelectuales de nuestra ¨¦poca". Mantiene los contactos con Grass, ley¨® parte de su pol¨¦mico libro antes de que saltara el esc¨¢ndalo. "Grass ha hecho bien explicando su pasado. Es paradigm¨¢tico que lo haga quien ha fustigando a los que fallaron. '?Por qu¨¦ a los 17 a?os no hice las preguntas que deb¨ªa?': esto es lo que le ha movido. Cuando toda una generaci¨®n de alemanes preguntaba a sus padres '?qu¨¦ hiciste t¨²?', Willy Brandt dijo algo valioso: 'Me siento responsable, pero no culpable'. La confesi¨®n de Grass nos permite entender lo que pas¨®": hab¨ªa ni?os en el ej¨¦rcito nazi. Una terrible experiencia colectiva. "S¨®lo nos salva la cultura, el saber", repite.
"Hay que ser esc¨¦ptico, como dice Hans Jonas. La conciencia de la cat¨¢strofe nos puede hacer cambiar: no se puede atropellar a los otros, hay que asumir responsabilidades". Hablamos del compromiso c¨ªvico que los ciudadanos deben asumir, de la necesidad de una gesti¨®n y un liderazgo pol¨ªtico responsables, temas que preocupan y ocupan hoy a la Fundaci¨®n Bertelsmann -con sede en Barcelona-, de la que es patrono. "La cultura ha de ayudar a reflexionar, a vivir. Este es mi compromiso". Por eso divulga a artistas e intelectuales desde su refugio actual, el C¨ªrculo del Arte: una exquisitez situada en el Born que en 10 a?os ha congregado a 3.000 socios. Ahora exhibe dibujos de su amigo Grass -Homenatge a Catalunya- y prepara una edici¨®n "memorable" de Tirant lo Blanc con Francesc Artigau y Mart¨ªn de Riquer. No olvida expresar lo orgulloso que est¨¢ de sus cuatro nietos, de los que "dos son catalanes".
m.riviere17@yahoo.es
PERFIL
"Vivo entre dos culturas, me siento, a veces desgarrado y, a la vez, integrado en ambas", dice este alem¨¢n, que es una 'instituci¨®n' barcelonesa. Tiene 69 a?os y ha pasado toda la vida dedicado a descubrir talentos culturales y a divulgarlos. Economista de carrera desarroll¨® en Espa?a el C¨ªrculo de Lectores, fund¨® editoriales y ahora, en una activa jubilaci¨®n, dirige el C¨ªrculo del Arte, una exquisitez en pleno barrio del Born. "La cultura ha de ayudar a reflexionar, a vivir: ¨¦ste es mi compromiso"
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