Osasuna resta?a sus heridas
Un Deportivo medroso permite al conjunto de Ziganda recuperar sus se?as de identidad
Cuando hablar de espect¨¢culo en el Reyno de Navarra comenzaba a ser cosa de viejos, un equipo pretendidamente vulgar por lo demostrado durante toda la temporada se desat¨® y sac¨® su casta y su vertiente m¨¢s afilada. Osasuna barri¨® al Deportivo, una banda desanimada y medrosa que apenas apareci¨® en el choque. Adem¨¢s, los de Ziganda vencieron con holgura y belleza.
La combinaci¨®n de Valdo y Soldado, siempre con Milosevic como ayuda en el cuerpo a cuerpo, sirvi¨® para desarbolar la endeble estructura defensiva deportivista. A los cinco minutos, Soldado ya hab¨ªa demostrado su inteligencia y potencia de disparo ante la sorpresa de Aouate. M¨¢s tarde, Valdo, con un cabezazo picado a la cepa del palo, sintetiz¨® las carencias en la zaga del cuadro gallego. Del esp¨ªritu de Caparr¨®s no se vio ni la sombra.
OSASUNA 4 - DEPORTIVO 1
Osasuna: Ricardo; J. Fla?o, Josetxo, Cruchaga, Corrales; Nekounam, Pu?al; Valdo (Juanlu, m. 89), Soldado (Romeo, m. 63), David L¨®pez (Font, m. 82); y Milosevic. No utilizados: El¨ªa; M. Fla?o, Ra¨²l Garc¨ªa y Juanfran.
Deportivo: Aouate: Manuel Pablo, Arbeloa, Juanma, Capdevila; Juan Rodr¨ªguez, Sergio (Taborda, m. 45); Barrag¨¢n (Estoyanoff, m. 45), Verd¨², Filipe (Cristian, m. 66); y Riki. No utilizados: Mun¨²a; Rodri, Coloccini y Iago.
Goles: 1-0. M. 5. Soldado. 2-0. M. 23. Valdo. 2-1. M. 30. Juan Rodr¨ªguez. 3-1. M. 60. Soldado. 4-1. M. 92. Milosevic.
?rbitro: Iturralde Gonz¨¢lez. Amonest¨® a Pu?al, Cruchaga, Josetxo, Juanma y Taborda.
Unos 16.000 espectadores en el Reyno de Navarra.
S¨®lo un tiro al palo de Riki y el gol de Juan Rodr¨ªguez, tras un barullo y errores en el despeje, metieron al Deportivo durante algunos instantes. Osasuna fren¨® sus impulsos y pas¨® m¨ªnimos apuros en otra descoordinaci¨®n defensiva en la que Josetxo estuvo a punto de batir a su compa?ero Ricardo. Pero la igualdad entre ambos conjuntos era un espejismo evidente. El t¨¦cnico deportivista fall¨® al arriesgarse con Barrag¨¢n de interior y lo supli¨® por Taborda, otro desaparecido. Estoyanoff trat¨® de aupar a sus compa?eros por la derecha, pero su esfuerzo se topaba con la mejor versi¨®n presionante de los locales y su acierto ante el gol.
Soldado, s¨®lo con una media vuelta, convirti¨® un robo de bal¨®n al borde del ¨¢rea en un trallazo por la escuadra determinante. Ya con todo resuelto y con el p¨²blico entregado al din¨¢mico golpeteo de su equipo, Milosevic, muy necesitado de goles, sell¨® el marcador con otro soberbio disparo cruzado. Aouate recibi¨® el chut con la misma cara de estupefacci¨®n que cuando un sector de la afici¨®n local le colm¨® de insultos antisemitas. Del Deportivo, ni una noticia. Adem¨¢s, las desgracias futbol¨ªsticas se aliaron con las m¨¦dicas y los de Caparr¨®s acabaron con nueve jugadores tras las lesiones de Cristian y Estoyanoff.
Con el tanto, lo incre¨ªble se convert¨ªa en realidad y Osasuna resta?aba sus heridas en forma de tropiezos en la Liga de Campeones, la Copa de la UEFA y la Liga. Mientras tanto, el Deportivo sigue en esa situaci¨®n intermedia que tantos quebraderos de cabeza provoca a Lendoiro y que, por lo visto, se ajusta bien a las carencias de una plantilla corta, que pierde con facilidad la cara a los partidos y con graves defectos atr¨¢s. La ant¨ªtesis del pensamiento Caparr¨®s.
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