El v¨ªa crucis de la p¨ªldora poscoital
La Asociaci¨®n de Planificaci¨®n Familiar denuncia el trato de Sanidad a las mujeres que solicitan la pastilla del d¨ªa siguiente
No todos los madrile?os se divirtieron el 23 de septiembre, cuando la Noche en Blanco inund¨® la ciudad de planes culturales. Lo que para Marta empez¨® como una velada tranquila con su novio en el piso del distrito de Moncloa donde ¨¦l vive, termin¨® en un deambular por distintos centros sanitarios en busca de una receta para la p¨ªldora poscoital, m¨¢s conocida como del d¨ªa siguiente.
Como ella, multitud de mujeres -adolescentes, j¨®venes y adultas- se encuentran faltas de informaci¨®n cuando, principalmente durante los fines de semana, buscan una soluci¨®n tras una relaci¨®n sexual con riesgo de embarazo no deseado. Las afectadas denuncian que para conseguir una sencilla receta est¨¢n a merced de la voluntad de los m¨¦dicos de urgencias o de los centros de salud. Y que muchos de ellos se la deniegan sin dar explicaciones o indicarles ad¨®nde deben dirigirse.
"Los poderes p¨²blicos no est¨¢n all¨ª cuando necesitas ayuda", protesta Marta
La consejer¨ªa dice que los m¨¦dicos no tienen ninguna obligaci¨®n de recetar el f¨¢rmaco
Para que el accidente que horas antes hab¨ªa tenido con su novio no llegara a mayores, Marta acudi¨® a dos farmacias de Moncloa. El que le atendi¨® en la primera no le dio ninguna informaci¨®n. "Omiti¨® la prestaci¨®n de auxilio", se queja. Y en la segunda le aconsejaron que fuera a un centro de la calle de Espronceda, en Chamber¨ª.
La avalancha cultural de la Noche en Blanco hab¨ªa dejado Madrid desierto de taxis. Marta, angustiada porque la efectividad de la p¨ªldora se reduce a medida que pasa el tiempo, decidi¨® no dejarlo para el d¨ªa siguiente y ech¨® a andar hacia Espronceda durante casi dos horas. Todo lo que encontr¨® all¨ª esta soci¨®loga de 32 a?os fue un ordenanza que le dijo que all¨ª ni recetaban ni daban la ansiada pastilla. Y que el ¨²nico lugar de Madrid donde se la pod¨ªan facilitar durante el fin de semana a ella, mayor de 30 a?os, era en un centro de Puente de Vallecas, que ni siquiera funciona en horario nocturno. Los puntos de atenci¨®n en las calles de San Vicente Ferrer y Navas de Tolosa, ambos en el distrito Centro, tambi¨¦n abren s¨¢bados y domingos, pero est¨¢n destinados a los menores de esa edad (el primero a los que tienen entre 20 y 29 a?os, y el segundo a los menores de 20 que residan en la capital).
"Nadie sabe lo mal que lo pas¨¦ pensando que pod¨ªa estar embarazada. En un momento en el que necesitas ayuda, los poderes p¨²blicos no te apoyan en absoluto. La Comunidad est¨¢ incumpliendo su Plan de Salud", comenta indignada. A la ma?ana siguiente le dieron la receta en Vallecas. En la farmacia, al fin, consigui¨® la poscoital a cambio de 20 euros.
El de Marta es uno de los casos que llev¨® a Concepci¨®n Mart¨ªn, ginec¨®loga y presidenta de la Asociaci¨®n de Planificaci¨®n Familiar de Madrid, a remitir en octubre una carta a la Consejer¨ªa de Sanidad. En 2005, su asociaci¨®n atendi¨® a 1.807 j¨®venes que solicitaban este f¨¢rmaco, de las que el 41,6% hab¨ªan sido enviadas por otros servicios sanitarios p¨²blicos. Tanto la Comunidad de Madrid -responsable de los hospitales y centros de salud de la regi¨®n- como el Ayuntamiento -que dispone de 14 centros en otros tantos distritos donde dispensa gratuitamente la p¨ªldora- han rehusado dar datos a este peri¨®dico sobre el n¨²mero de mujeres que demandan la p¨ªldora.
En la misiva dirigida a la consejer¨ªa, Mart¨ªn denuncia la "vulneraci¨®n de los derechos sexuales y reproductivos" que sufren las pacientes rechazadas en los servicios de urgencias sin ser atendidas; las que son remitidas a otros centros de atenci¨®n primaria o especializada donde tampoco se les prescribe la p¨ªldora; y a las que se dirige a los puntos de planificaci¨®n familiar sin facilitarles el horario ni el tel¨¦fono adecuado.
Mart¨ªn protesta, adem¨¢s, porque muchas mujeres obtienen la informaci¨®n para acudir al centro de planificaci¨®n una vez transcurridas 24 horas desde la relaci¨®n sexual y, en algunos casos, m¨¢s de las 72 que se consideran m¨¢ximas para que el f¨¢rmaco tenga alguna eficacia. La asociaci¨®n que dirige est¨¢ todav¨ªa a la espera de que Sanidad responda a su carta.
Agust¨ªn Rivero, director general de Salud P¨²blica de la Comunidad, arguye que la p¨ªldora no est¨¢ dentro del cat¨¢logo de prestaciones del sistema nacional de salud, por lo que los m¨¦dicos no tienen ninguna obligaci¨®n de recetarla. "Para que no hubiera estos problemas, habr¨ªa que llevar el tema al Consejo Interterritorial y financiar esta partida", asegura este responsable de la Comunidad. "Eso no tiene ning¨²n sentido. No entiendo por qu¨¦ en las urgencias se puede prescribir paracetamol para un catarro y no la poscoital. ?ste es el ¨²nico caso en el que un m¨¦dico rechaza tratar a un paciente", responde Mart¨ªn, que achaca estas dificultades a los prejuicios "ideol¨®gicos y morales" contra este f¨¢rmaco. "Se est¨¢ vulnerando un derecho sexual, que forma parte de los derechos humanos. Nuestros abogados estudian si la consejer¨ªa y los hospitales y farmacias que no la recetan est¨¢n incumpliendo la ley. Es como si un farmac¨¦utico se negara a venderte tiritas", concluye.
Cuando Marta lleg¨® al centro de Vallecas, se encontr¨® con una cola de decenas de mujeres. Inmigrantes, madres con sus hijos, algunas de 40 a?os... All¨ª, tras su odisea de la noche anterior, mientras hac¨ªa cola durante una hora, pensaba en que ella s¨ª que hab¨ªa pasado en blanco la Noche en Blanco.
"Te sientes criminalizada"
Domingo por la ma?ana en la casa de socorro de Alcal¨¢ de Henares. Un lento goteo de mujeres va llegando a este centro, que recibe pacientes de toda la Comunidad en busca de la p¨ªldora poscoital, ya que es el que tiene un horario de atenci¨®n m¨¢s prolongado durante el fin de semana y no pone problemas por la edad. Lo habitual en un fin de semana es que las consultas superen la centena.
Mar¨ªa, de 32 a?os, que llega acompa?ando a una amiga, ya pas¨® por lo mismo hace dos meses. "En septiembre, fui al centro de salud de la Ciudad de los ?ngeles y me trataron fatal. Parec¨ªa que hab¨ªa cometido un crimen. Y lo que me pas¨®, que se rompi¨® el preservativo, le puede ocurrir a cualquiera", comenta esta vecina de Villaverde.
Gracias a su experiencia, Mar¨ªa pudo aconsejar a su amiga, de tan s¨®lo 20 a?os. "Yo, al fin y al cabo, ya estoy formada y no me va a impresionar que me miren mal, pero a lo mejor a una chica muy joven s¨ª que le afecta", explica.
La m¨¦dica y la enfermera de guardia en este centro cuentan que all¨ª van desde adolescentes que toman la p¨ªldora como si fuera un anticonceptivo m¨¢s hasta madres de familia preocupad¨ªsimas porque han tenido un desliz. "Las que vienen de Alcal¨¢, nos conocen y saben c¨®mo funcionamos; pero hay otras mujeres que llegan aqu¨ª despu¨¦s de dar vueltas por todo Madrid con un cabreo impresionante. Y con raz¨®n", asegura la m¨¦dica.
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