El Ayuntamiento quiere que un centro comercial sustituya a la torre Windsor
El nuevo edificio conservar¨ªa las oficinas s¨®lo en las ¨²ltimas plantas
No m¨¢s oficinas. O, al menos, no otro edificio de 30 plantas de oficinas en pleno coraz¨®n de Madrid. ?sa es la premisa de la que partir¨¢ el Gobierno municipal de Alberto Ruiz-Gallard¨®n a la hora de conceder la licencia de un nuevo inmueble en el lugar que ocupaba la torre Windsor, incendiada el 12 de febrero de 2005 y posteriormente demolida. La empresa As¨®n Inmobiliaria, due?a del Windsor, a¨²n no ha presentado un proyecto, pero el Ayuntamiento tiene ya clara su preferencia: un gran centro comercial (con oficinas, en caso de haberlas, s¨®lo en las plantas superiores) o un hotel.
El equipo de Ruiz-Gallard¨®n lleg¨® en 2003 a la alcald¨ªa con la promesa de vaciar de oficinas la almendra central de la ciudad, favoreciendo el uso residencial y comercial para "revitalizar" los distritos c¨¦ntricos. En esa l¨ªnea se enmarca, seg¨²n responsables del Gobierno municipal, la decisi¨®n del alcalde de no autorizar un nuevo rascacielos de oficinas en el complejo Azca (Tetu¨¢n), el coraz¨®n financiero de la capital.
"Son los due?os del Windsor quienes deben presentar un proyecto explicando lo que quieren hacer ahora en ese suelo, pero el Ayuntamiento debe conceder la licencia. Y s¨®lo se conceder¨¢ para un edificio de uso comercial u hotelero", aseveran estos dirigentes. El nuevo inmueble tendr¨ªa, "como m¨¢ximo", la altura del original, y en ese caso podr¨ªa conservar una zona de oficinas en los pisos superiores (ante la imposibilidad de levantar un centro comercial de 30 plantas). "Pero no tiene por qu¨¦ ser tan alto, eso se ver¨¢", subrayan.
Azca es un espacio singular regulado por una ordenanza urban¨ªstica espec¨ªfica; esa normativa "impide taxativamente" el uso residencial en el suelo que ocup¨® el Windsor. "El uso es terciario: oficinas, comercial u hotelero", explican desde la Concejal¨ªa de Urbanismo. Los t¨¦cnicos admiten que, te¨®ricamente, el Ayuntamiento no puede vetar ninguna de esas tres variantes del uso terciario, pero se?alan: "En casos como ¨¦stos, cuando se trata de levantar un edificio singular, el proyecto siempre es consensuado entre los propietarios y el Gobierno municipal; al fin y al cabo, el Ayuntamiento tiene la potestad de dise?ar la ciudad. As¨ª que, en realidad, s¨ª puede rechazar un proyecto que implique meter otro bloque de oficinas en una zona ya saturada de ellas. En ¨²ltima instancia, podr¨ªa hasta cambiar la ordenanza y definir como comercial ese suelo".
Este peri¨®dico intent¨® hablar ayer, sin ¨¦xito, con alg¨²n directivo de As¨®n Inmobiliaria, la empresa de la familia Reyz¨¢bal propietaria de la torre incendiada (y de muchos otros inmuebles en Madrid, entre ellos el 20% de la Torre Picasso). Los Reyz¨¢bal anunciaron el pasado mayo que pon¨ªan en venta todo el patrimonio de su empresa (incluido el suelo de Azca), aunque a d¨ªa de hoy a¨²n no hay comprador.
La torre Windsor -cuyas 30 plantas en la confluencia del paseo de la Castellana y la calle de Raimundo Fern¨¢ndez Villaverde compart¨ªan una decena de empresas y varias firmas de abogados- ardi¨® como una tea la noche del 12 al 13 de febrero de 2005. El origen del fuego suscit¨® todo tipo de hip¨®tesis, pero a principios de este a?o el juzgado n¨²mero 28, instructor del caso, archiv¨® la causa en su vertiente penal, al concluir que "no existen indicios" de que el incendio fuese intencionado.
El Ayuntamiento tard¨® seis meses en desmontar, con cuatro gr¨²as gigantes, los restos chamuscados del Windsor. Esa demolici¨®n p¨®stuma cost¨® 22 millones de euros, pagados por la familia Reyz¨¢bal.
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