Muere 'M¨ªster L¨¢tigo'
Merkel, t¨¦cnico de Atl¨¦tico y Sevilla, revolucion¨® el f¨²tbol espa?ol por su inter¨¦s por la forma f¨ªsica y la dureza de los entrenamientos
Aunque se llamaba Maximilian, se le conoc¨ªa por Max o por M¨ªster L¨¢tigo, apelativo que se gan¨® al frente del Sevilla, primero, y durante dos temporadas en el Atl¨¦tico, por sus novedosos y rigurosos m¨¦todos de entrenamiento, que contemplaban, entre otros ejercicios, el de subir y bajar las escaleras de las gradas del estadio. "Fue un revolucionario, gracias a sus m¨¦todos ganamos en cosa de un a?o la Liga y la Copa", recordaba emocionado G¨¢rate, el m¨ªtico delantero rojiblanco que consigui¨® el Pichichi en tres ocasiones seguidas, entre 1969 y 1971, y se enter¨® de la tr¨¢gica noticia pasadas las diez de la noche.
Max Merkel, nacido el 9 de noviembre de 1918 en Viena, falleci¨® el pasado martes en su casa, cerca de M¨²nich, seg¨²n inform¨® ayer el diario alem¨¢n Bild, del que era uno de los columnistas m¨¢s reconocidos desde hace 29 a?os por sus comentarios mordaces. Justamente desde que se retir¨® de los banquillos.
Merkel, que ten¨ªa 87 a?os, se inici¨® y acab¨® su carrera como defensa del Rapid de Viena (1937-1954) y fue una vez internacional con Alemania, en 1939, y otra con Austria, en 1952. Ya como entrenador, dirigi¨® a la selecci¨®n de Holanda y a varios clubes de Austria, Holanda y Alemania. Hasta que recal¨® en el campeonato espa?ol. As¨ª, en el curso 1969-70, dirigi¨® al Sevilla, que acab¨® el tercero en la Liga. Posteriormente, triunf¨® en el Atl¨¦tico con la conquista de la Copa en 1972 y la Liga en 1973. Finalmente, regres¨® a la Bundesliga con el Schalke, aunque sus mejores ¨¦xitos los consigui¨® con el 1860 M¨²nich (conquistando la Copa de 1964 y la Bundesliga de 1966) y el N¨²remberg (Liga de 1968), adem¨¢s de con el Rapid de Viena en Austria (Liga de 1957).
"Es un d¨ªa de luto para el sevillismo", expres¨® un portavoz del Sevilla despu¨¦s de recordar la clasificaci¨®n del equipo para la competici¨®n europea despu¨¦s de una gran temporada 69-70, cuando se alineaban Rodri, Toni, Pazos, Chac¨®n, Hita, Costas, Santos Bedoya, Lora, Lebr¨®n, Bergara, Baby Acosta, Berruezo o Eloy. Al a?o siguiente, sin embargo, fue destituido.
Igualmente el Atl¨¦tico guarda un recuerdo excepcional de Merkel y anoche rog¨® en un comunicado "una oraci¨®n por el eterno descanso" de su alma.
La Copa ganada al Valencia en 1972 y la Liga conquistada a la siguiente temporada le convirtieron en ¨ªdolo de la hinchada rojiblanca. Y eso que no hablaba ni pizca de espa?ol... o al menos eso era lo que aparentaba. "Era muy serio y estricto, muy alem¨¢n", recordaba G¨¢rate, "tan alem¨¢n que nos hablaba en su idioma y su segundo, un andaluz, Jos¨¦ Mar¨ªa Negrillo, hac¨ªa de traductor".
"En mis 17 a?os de futbolista", dec¨ªa por su parte Adelardo, el jugador que m¨¢s partidos (401) ha disputado en el Atl¨¦tico, "nunca vi un equipo m¨¢s fuerte que cuando estaba dirigido por ¨¦l". "Aparte de profesional, era una gran persona, muy recta y muy dura", prosigui¨®; "recuerdo un partido en Gij¨®n, contra el Sporting de Quini, Vald¨¦s y Churruca. Nos estaban dando un ba?o. ?bamos 2-0 a 15 minutos del final y remontamos hasta el 2-3 con los m¨¦todos de Merkel".
Unos m¨¦todos, el gusto por las pesas y los balones medicinales para potenciar los m¨²sculos, que hoy son cotidianos pero que hace tres d¨¦cadas eran la comidilla del f¨²tbol espa?ol. "?Buff! Nos hac¨ªa subir y bajar las gradas del Manzanares, dar vueltas y m¨¢s vueltas al campo... pero es verdad que tanta exigencia dio sus frutos", reconoce G¨¢rate.
Para el recuerdo, un detalle que da idea del perfil seco y no falto de iron¨ªa de M¨ªster L¨¢tigo. "?Moral? ?No moral? ?Vayan a El Corte Ingl¨¦s, suban a la segunda planta y compren algo de moral!", exhort¨® m¨¢s de una vez a la plantilla del Atl¨¦tico. Despu¨¦s de varios a?os en Espa?a, ¨¦sa era la frase a la que m¨¢s recurr¨ªa para motivar a sus jugadores. Tambi¨¦n dec¨ªa que en una mano ten¨ªa el l¨¢tigo y en la otra el az¨²car. "Merkel quer¨ªa que todo lo que hac¨ªa sobre el campo nosotros lo proyect¨¢ramos tambi¨¦n", concluye Adelardo.
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