Lo mejor y lo peor
"La pol¨ªtica se parece a las matem¨¢ticas en que tambi¨¦n en ella todo lo que no es totalmente correcto, est¨¢ mal", hab¨ªa dicho uno de los hermanos Kennedy, aunque Juan Urbano no recordaba cu¨¢l. La frase se le vino al leer el inventario que la Fundaci¨®n para el Progreso de Madrid hab¨ªa hecho de los errores y aciertos de la Comunidad y del Ayuntamiento durante el ¨²ltimo a?o. Porque en su opini¨®n, esa sentencia, como todas las plumas del p¨¢jaro de la ret¨®rica, volv¨ªa a demostrar que en el mundo real, el que est¨¢ a este lado de los discursos, la pol¨ªtica tiende, m¨¢s bien, a los logros relativos y los yerros absolutos. De cualquier modo, lo primero que pens¨® al echarle un vistazo a esa lista de ¨¦xitos y desatinos fue que todos ellos parec¨ªan cuesti¨®n de pura l¨®gica, lo que ya empieza a ser raro, por no decir incre¨ªble, en estos tiempos gobernados por el oportunismo en los que cada vez parece m¨¢s cierta aquella idea de Malraux seg¨²n la cual en la pol¨ªtica ocurre lo mismo que en la gram¨¢tica: que los desprop¨®sitos que todos consienten al final son reconocidos como reglas. Ya lo ven: la pol¨ªtica se parece a todo, y viceversa.
Lo mejor que hab¨ªa ocurrido en Madrid, seg¨²n el informe mencionado, era la restauraci¨®n de la bas¨ªlica de San Francisco el Grande, que hab¨ªa sido iniciada ni m¨¢s ni menos que en 1974, aunque durante mucho tiempo estuvo parada; la ampliaci¨®n del edificio del Banco de Espa?a llevada a cabo por el arquitecto Rafael Moneo; la inauguraci¨®n del teatro Valle-Incl¨¢n y la del teatro Auditorio de San Lorenzo de El Escorial; el Plan de Ampliaci¨®n de los Grandes Intercambiadores de Transporte de Moncloa, plaza de Castilla, Pr¨ªncipe P¨ªo y plaza El¨ªptica; el cierre al tr¨¢fico de la calle de la Montera; el Plan de Repoblaci¨®n Forestal de la Comunidad de Madrid, cuyo objetivo es que una de cada tres hect¨¢reas de la regi¨®n sea arbolada; el Plan de Construcci¨®n del Embalses de Agua de Lluvia a lo largo del r¨ªo Manzanares; la recuperaci¨®n del proyecto de la Dehesa de Ol¨ªmpica alrededor de La Peineta y, finalmente, la conexi¨®n por Metro y Tren de Cercan¨ªas con la T-4 de Barajas. Juan Urbano celebr¨® todas esas victorias, y especialmente la que se refer¨ªa a San Francisco el Grande, porque le encantaba desde siempre ese templo levantado, seg¨²n la tradici¨®n, en el lugar donde hab¨ªa puesto su tienda, de camino a Santiago de Compostela, San Francisco de As¨ªs. Eso s¨ª, mientras recordaba con los ojos cerrados la fachada neocl¨¢sica de Sabatini, le pareci¨® un s¨ªmbolo de la zafiedad de nuestra era que la iglesia hubiese tardado 23 a?os en ser construida y 32 en repararse...
Lo peor que hab¨ªa pasado en nuestra Comunidad era, seg¨²n la Fundaci¨®n para el Progreso de Madrid, el deterioro irreversible del centro hist¨®rico de la ciudad; la contaminaci¨®n atmosf¨¦rica, que uno de cada cinco d¨ªas rebasa los l¨ªmites permitidos por la ley, especialmente desde que las obras de la M-30 han convertido nuestro aire en un desierto vertical de tierra y polvo; la decadencia de la plaza Mayor; la mala gesti¨®n del Museo de la Academia de Bellas Artes, que mantiene muchas de sus salas cerradas por falta de medios, y los planes generales de Brunete, Morata de Taju?a, Meco, Quijorna y La Rozas, que son un oscuro s¨ªntoma de la brutal especulaci¨®n inmobiliaria que envenena nuestras vidas y ha transformado la palabra "urbanismo" en un sin¨®nimo de la palabra "rapi?a".
Que todo eso resultara tan l¨®gico le indign¨®. "Porque si es l¨®gico cuando ya ha pasado", se dijo, "tambi¨¦n lo era antes, y por lo tanto esas barbaridades han sido hechas a conciencia, por lo que son imperdonables". O sea, que a Juan Urbano se llen¨® de furia retrospectiva. Y lo peor es que estuvo convencido de que las reacciones de los pol¨ªticos a ese informe que a cualquier persona le ten¨ªa que parecer lo m¨¢s normal, sensato e irrebatible del mundo, no ser¨ªa pedir disculpas, sino buscar justificaciones y enredarlo todo hasta lograr, otra vez, que en la pol¨ªtica, al contrario que en las matem¨¢ticas, la distancia m¨¢s corta entre dos puntos no sea una l¨ªnea recta sino un mill¨®n de curvas.
Con eso d¨¢ndole vueltas a la cabeza pag¨® su desayuno, ech¨® a andar calle arriba y se dijo que si alguno de los candidatos a las pr¨®ximas elecciones auton¨®micas y municipales estaba dispuesto a asumir el cat¨¢logo de horrores de la Fundaci¨®n para el Progreso de Madrid y a comprometerse, con su cargo como garant¨ªa, a solucionar esos problemas, pod¨ªa contar con su voto. ?Habr¨¢ alguno que se atreva?
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