Poemario

Pertenece ?ngel Bofarull (Barcelona, 1957) a esa estirpe de creadores a caballo entre la pl¨¢stica y la poes¨ªa, poetas visuales en la m¨¢s amplia acepci¨®n del t¨¦rmino, una deriva donde cabr¨ªa remontarse, en lo local, a su paisano Joan Brossa, de quien le distancia una resonancia menos conceptual en favor de una dicci¨®n m¨¢s intimista y decididamente l¨ªrica; como cabr¨ªa hacerlo, en la memoria de la vanguardia, a ese universo "cornelliano", con el que Bofarull mantiene mayor afinidad.

Peque?os rituales en torno al objeto encontrado, as¨ª como collages, dibujos y gouaches que suman a menudo su propio ¨¦nfasis objetual en la elaboraci¨®n o el enmarcado, son los mimbres con los que el artista catal¨¢n ha tejido ese sutil poemario que despliega actualmente en el espacio de Dep¨®sito 14. Desarrolla ciertas obras a partir de percepciones cotidianas, como en la let¨¢rgica visi¨®n del gato enroscado en su sue?o. Otras eligen sendas m¨¢s enigm¨¢ticas, al modo de los dibujos donde desarrolla sus fabulaciones gen¨¦ticas. Algunas, en fin, cobran una inquietante ambivalencia, como las que apelan a la imagen del mu?eco basculante, pues se dir¨ªa que contienen a la par los ecos prodigiosos del cuarto de los juegos y un reflejo descorazonador de nuestra propia efigie. Aun as¨ª todas ellas, por la escala del objeto, por la fragilidad y contenci¨®n de los formatos, se dir¨ªa que sit¨²an su entonaci¨®n en el umbral del susurro. Pero es precisamente esa fr¨¢gil intimidad lo que les confiere a la postre su m¨¢s conmovedor e indiscutible aliento po¨¦tico.