La letra peque?a se hace grande
Si Madonna, la reina del pop y de la mercadotecnia, no ha dudado en aparcar moment¨¢neamente el cors¨¦ para lanzarse al mercado editorial con sus cuentos infantiles, cabe pensar que algo se mueve en el universo de hadas y dragones.
Las trilog¨ªas fant¨¢sticas causan furor y los escaparates de las librer¨ªas sufren la invasi¨®n de castillos, barcos piratas o casas de mu?ecas de papel. Son flop-ups o libros desplegables, uno de los t¨¦rminos que junto a otros como cross-over -novelas que triunfan entre j¨®venes y adultos- o one-shot -libros-disparo que llegan y desaparecen a la misma velocidad- est¨¢n pegando fuerte en el l¨¦xico de los editores de infantil y juvenil. Su mercado est¨¢ en alza. En 2005 se registr¨® una subida del 11% en las publicaciones de infantil y juvenil, seg¨²n el Ministerio de Cultura. En total, 9.677 t¨ªtulos. Casi un 13% de lo que se edit¨® en Espa?a. De su venta se obtuvieron 275 millones de euros, un 9,5% de la facturaci¨®n total del sector. Y el ritmo de 2006 apunta a que los n¨²meros siguen creciendo. "En el ¨²ltimo a?o existe un boom", afirma Loles Gonz¨¢lez desde la Fundaci¨®n Germ¨¢n S¨¢nchez Rup¨¦rez.
Los videojuegos y la televisi¨®n imprimen un nuevo ritmo a las historias para ni?os
A los nuevos lectores se les habla por medio de Internet y de sus tel¨¦fonos m¨®viles
M¨¢s t¨ªtulos, m¨¢s ventas y tambi¨¦n m¨¢s editoriales. Entre ellas, algunas veteranas que no se hab¨ªan acercado al mundo de los ni?os. "Pensamos que estos libros son los que todo lector de Tusquets podr¨ªa comprarle a sus hijos o a los de sus amigos", explica el editor Juan Cerezo. Los padres son un factor decisivo. "Se pueden trabajar las dos lecturas: un libro bonito para un ni?o tambi¨¦n lo es para un adulto", afirma Teresa Petit desde Random House Mondadori.
El trasvase de escritores al campo infantil tambi¨¦n crece. Isabel Allende, Francisco Casavella, Andr¨¦s Barba o Bernardo Atxaga son s¨®lo algunos de los muchos que se han aventurado en estas tierras. "Una vez le propuse a Cort¨¢zar que escribiera algo para ni?os. Me dijo que no se ve¨ªa capaz, que aquello era lo m¨¢s dif¨ªcil", recuerda la veterana editora de Siruela Michi Strausfeld. Tambi¨¦n hay quienes dirigen sus plumas en direcci¨®n inversa. "Yo no era una profesional de la escritura infantil, nunca me sent¨ª as¨ª. Soy escritora y escribo la historia que quiero contar. No estoy pensando en la franja de edad de los lectores, pero es verdad que hay novelas que no est¨¢n al alcance de la comprensi¨®n infantil", explica Elvira Lindo. Para la creadora de Manolito gafotas, "querer que haya lectores y no respetar la literatura infantil es una hipocres¨ªa".
Los "prejuicios" frente a la literatura infantil que subraya Lindo no frenan su ¨¦xito. "El mercado infantil es uno de los m¨¢s din¨¢micos y con mayor potencial del momento", se?ala Luc¨ªa Luengo, de Alfaguara. El libro protagonista de este auge parece llevar por apellido "ocio". "Se ha producido un cambio. Las lecturas prescritas era donde antes se vend¨ªa de verdad; pero ahora crece mucho el canal paralelo", asegura desde SM Jos¨¦ Luis Cort¨¦s. Algo que quiz¨¢ no es del todo ajeno a fen¨®menos como Harry Potter o la saga superventas de Laura Gallego, causantes de una nueva legi¨®n de fervientes lectores conocidos en el mundillo editorial como freakie fans. "Los ni?os son lectores muy fieles", afirma Petit.
Para Sigrid Kraus, de la editorial Salamandra que lanz¨® en Espa?a al m¨ªtico Potter, el auge editorial de esta literatura no est¨¢ tan estrechamente ligado al joven mago: "Lo principal es que leer se puso de moda. Los resultados millonarios me parecen lo de menos. Despu¨¦s lleg¨® El c¨®digo Da Vinci y demostr¨® que los best seller con temas religiosos pueden dar mucho dinero. Los profesionales del sector saben que estos fen¨®menos son dif¨ªciles de fabricar y tocan de forma c¨ªclica en un g¨¦nero o en otro".
Hay quienes apuntan hacia una nueva concepci¨®n del libro. "Los libros aislados son cada vez m¨¢s dif¨ªciles. Con m¨¢s frecuencia est¨¢n asociados a un mosaico de modas", opina Marta Bueno desde Planeta, grupo que cuenta con cinco sellos para j¨®venes y ni?os, que representan el 15% de sus beneficios editoriales. Un ejemplo de esto ser¨ªan los "libros-licencia", que encuadernan a personajes de pel¨ªculas o series televisivas infantiles. Un goloso y fren¨¦tico negocio. "El libro infantil y juvenil suele ser de rotaci¨®n lenta pero estable: los libros se venden poco a poco durante mucho tiempo. Hoy se premia lo contrario", denuncia Kraus.
Para las peque?as y medianas editoriales, este problema se magnifica. "No hay una distribuci¨®n espec¨ªfica para infantil y juvenil y s¨®lo los grandes grupos tienen sus redes", dice David Villanueva, editor de Demipage. Xose Ballesteros, de Kalandraka, toca otro de los puntos calientes: "El libro sigue de alguna manera cautivo. Queda pendiente la revoluci¨®n en las bibliotecas escolares y p¨²blicas. Las peque?as editoriales muchas veces no existen porque no hay promotores que lleven los libros a los colegios". Las cifras del ministerio se?alan que el 63% de las publicaciones se concentran en editoriales que tambi¨¦n producen libros de texto.
Fue en los a?os de latransi ci¨®n cuando la literatura infantil y juvenil cambi¨® de cara en Espa?a. A esas fechas remite un auge que se mantuvo hasta finales de los ochenta. La necesidad de educar en la reci¨¦n estrenada democracia impuls¨® la letra peque?a. Los autores extranjeros llegaron con fuerza. Y no se han ido. En 2005, m¨¢s de un 39% de los libros infantiles y juveniles fueron traducciones. "La deuda con la tradici¨®n anglosajona y n¨®rdica todav¨ªa no se ha saldado, aunque cada vez hay m¨¢s autores espa?oles que tambi¨¦n son traducidos a otras lenguas", dicen desde la Fundaci¨®n Germ¨¢n S¨¢nchez Rup¨¦rez.
Fantas¨ªa, c¨®mic y el ¨¢lbum ilustrado son tendencia en estos nuevos tiempos. La variedad -desde poes¨ªa hasta historia sin olvidar los libros transversales que tocan problemas sociales- marca la nueva pauta. Pero m¨¢s all¨¢ del tema, lo que muchos perciben es un cambio de formas. La sociedad de la informaci¨®n, las videoconsolas y la televisi¨®n no est¨¢n re?idas con los libros pero imprimen un nuevo ritmo a las historias. "Buscan di¨¢logo, cosas muy visuales y mucho humor. Son gente despierta", aseguran en SM. Y a estos lectores ya se les habla por medio de sus m¨®viles e Internet. "La web es una herramienta fundamental para encontrar nuevos autores o para lanzar campa?as de marketing, y los m¨®viles permiten descargarse el primer cap¨ªtulo. El cambio es brutal", dice Petit desde RHM.
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