Recuerdos de un curioso empedernido
Carles Sent¨ªs pasa revista a la primera mitad de su agitada vida como periodista y como pol¨ªtico en el libro 'Mem¨°ries d'un espectador'
A tan s¨®lo unos d¨ªas de cumplir 95 a?os, el periodista Carles Sent¨ªs (Barcelona, 1911) muestra una lucidez envidiable. Se enorgullece de levantarse ¨¢gilmente, sin necesidad de apoyarse, de la silla del elegante sal¨®n de su casa barcelonesa. Mantiene en forma la memoria y la curiosidad innata "imprescindible en un periodista" por el mundo que le rodea. Ello entendido en un sentido amplio, pues le gusta tener noticia de cuanto sucede en los pa¨ªses que ha visitado, "que son muchos". Le falla, eso s¨ª, la vista. Por eso le ha sido muy ¨²til la colaboraci¨®n del tambi¨¦n periodista Xavi Ay¨¦n en la redacci¨®n del primer tomo de sus memorias, que abarca medio siglo, desde su infancia hasta su presencia en el juicio de N¨²remberg. El libro ha sido publicado por La Campana con el t¨ªtulo Mem¨°ries d'un espectador.
"Hay muchos asesinos sueltos a nuestro lado, y cuando tienen ocasi¨®n, matan"
Ha sido director de distintos medios de informaci¨®n: la agencia Efe, Radio Barcelona y el peri¨®dico Tele / expr¨¦s; fue diputado de Uni¨®n de Centro Democr¨¢tico (UCD) por Barcelona entre 1977 y 1979, secretario del consejero del Gobierno de Companys, amigo de Camb¨®... La prol¨ªfica trayectoria de Sent¨ªs se extiende por ¨¢mbitos diversos y le ha llevado a vivir en primera l¨ªnea acontecimientos como los hechos del Seis de Octubre de 1934 y la campa?a africana del general De Gaulle; fue el primer periodista catal¨¢n que visit¨® un campo de concentraci¨®n, en 1945, y conoci¨® a personalidades muy diversas, como Josephine Baker, Gary Cooper y Harry Truman, entre otras muchas.
De todo ello, tambi¨¦n de su posici¨®n pol¨ªtica durante y despu¨¦s de la Guerra Civil, habla en sus memorias. Se le acus¨® de ser esp¨ªa de Franco con "falsedades" que ¨¦l rebate en el libro porque, aunque le disgusta hablar del asunto, lo considera necesario para no originar equ¨ªvocos con su silencio. Tambi¨¦n se defiende de injurias como la de haber asaltado la biblioteca de Juan Ram¨®n Jim¨¦nez. Pero lamenta que, despu¨¦s de 70 a?os de profesi¨®n, se le siga cargando este lastre. En la guerra aprendi¨® varias lecciones, como que "hay muchos asesinos sueltos a nuestro lado, y cuando tienen ocasi¨®n, matan con cualquier pretexto". Y que la adscripci¨®n a una de las dos Espa?as obedeci¨® en muchos casos a circunstancias personales. Con el tiempo, dice, ha ganado en tolerancia. "No todo el mundo tiene que reaccionar como uno mismo ante las mimas cosas y los mismos acontecimientos, ni pensar que posee la verdad. ?Me equivoqu¨¦ en mi posicionamiento? Creo que no, pero tal vez s¨ª".
Sent¨ªs no guarda grandes recuerdos de su paso por la pol¨ªtica. "Me sent¨ª muy bien cuando regres¨¦ al periodismo", resume. Tal vez porque siempre se ha sentido mucho m¨¢s c¨®modo en el papel de espectador que de actor, como recoge el t¨ªtulo de sus memorias. "Esta actitud ha contagiado otras facetas de mi vida. Por ejemplo, durante el 23-F, sentado en mi esca?o lo contemplaba todo como si estuviera en la butaca de un teatro, viendo un espect¨¢culo de gran gui?ol. Por eso no pase miedo".
"La distancia media" ha sido siempre su lugar favorito para contemplar la realidad. "Si la miras desde demasiado cerca no ves nada, y tampoco si te alejas mucho", reflexiona el periodista. Sent¨ªs, que cedi¨® la mayor parte de su archivo personal al monasterio de Poblet, ha rescatado parte de su correspondencia para incluirla en las memorias.
Xavi Ay¨¦n, su estrecho colaborador a la hora de poner en p¨¢gina sus recuerdos -"he sido como un secretario", explicaba ¨¦ste con modestia durante la presentaci¨®n del libro-, fue quien se encarg¨® de bucear entre los viejos papeles. Entre los documentos se encuentran la carta que el periodista envi¨® a Camb¨® para que viajara a Estoril en apoyo de las pretensiones de restauraci¨®n mon¨¢rquica de don Juan de Borb¨®n y la desencantada negativa de ¨¦ste, y otra remitida a Sent¨ªs por De Gaulle en agradecimiento por haberle hecho llegar un ejemplar de su libro ?frica en blanco y negro. "Creo que las cartas son el material m¨¢s interesante porque informan de la atm¨®sfera de la ¨¦poca mucho mejor que cualquier explicaci¨®n que pudiera ofrecer ahora", se?ala Sent¨ªs, que mantiene dos art¨ªculos semanales, en Avui y en La Vanguardia, escritos con primorosa dedicaci¨®n porque entiende que el periodista "se la juega" en cada texto. Dentro de unas semanas, Sent¨ªs y Ay¨¦n tienen previsto iniciar la redacci¨®n de la segunda y ¨²ltima parte de las memorias de este curioso empedernido.
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