Vino blanco en Sur¨¢frica

A la presentadora de Las ma?anas de Cuatro le gusta viajar cuanto m¨¢s lejos mejor. Hace cinco a?os visit¨® Sur¨¢frica con su pareja. Y dice que empez¨® a flipar ya desde el avi¨®n.

?Iba pegada a la ventanilla?

S¨ª. Se ve¨ªa toda ?frica con una nitidez impresionante. Primero el S¨¢hara y c¨®mo luego iba cambiando el paisaje poco a poco. Me gustan los aviones. Me relajan.

Pues solemos o¨ªr lo contrario.

Bueno, la verdad es que ¨ªbamos en primera porque ten¨ªamos millones de puntos acumulados.

El billete, por puntos. Y el resto del viaje, ?muy caro?

Mucho, pero para nosotros era especial. Empezamos por Ciudad del Cabo. Recuerdo el puerto, lleno de vida, con m¨²sicos y focas en el agua. Es curiosa la mezcla de exotismo y modernidad. All¨ª tambi¨¦n estuve en el local de jazz m¨¢s bonito que he visto.

?Escapadas?

Fuimos al cabo de Buena Esperanza, uno de los puntos m¨¢s al sur de ?frica. En esa zona se juntan los oc¨¦anos Atl¨¢ntico e ?ndico. Viajamos en coche y llov¨ªa a c¨¢ntaros. Parec¨ªa que ¨ªbamos al fin del mundo.

Y una vez all¨ª...

El paisaje se vuelve plano y desierto. No hay nada en los alrededores. Es una costa de roca con el mar muy movido y completamente abierto. Y hay unos monos que si te descuidas, te roban el bolso.

?Qu¨¦ no hay que perderse?

El Museo Nelson Mandela, en la casa donde vivi¨® tras salir de la c¨¢rcel. La carne de avestruz, que comimos a todas horas y me supo mucho m¨¢s exquisita que en Europa. Y los vinos. Los recuerdo con pasi¨®n, sobre todo los blancos.