El Valencia est¨¢ en los huesos

El Recreativo sabe a qu¨¦ juega. El Valencia, no. O al menos le cuesta un mundo descubrirlo. Una diferencia tan b¨¢sica decant¨® anoche el partido para el equipo andaluz y hundi¨® todav¨ªa m¨¢s a un Valencia que no encuentra consuelo. El Recre marc¨® al medio minuto, desarbol¨® al conjunto de Quique en el primer tiempo y sufri¨® en el segundo ante el empuje del Valencia, liderado por Vicente y v¨ªctima otra vez de su falta de pegada. Sin Villa ni Morientes, el Valencia se desvaneci¨® en el ¨¢rea y acab¨® sentenciado al contragolpe.

El reloj apenas se hab¨ªa movido 35 segundos y Ca?izares ya recog¨ªa incr¨¦dulo el bal¨®n de sus redes. Despu¨¦s, c¨®mo no, de una estupenda jugada del Recreativo, que no entiende otra manera de llegar a la porter¨ªa que mimando el bal¨®n. Sinama abri¨® el campo por la derecha y los medios lanzaron a la carrera a Javi Guerrero, que dej¨® en evidencia a Curro Torres. El delantero recort¨® como si nada al lateral y fusil¨® a sangre fr¨ªa a Ca?izares, que s¨®lo pudo poner el guante para que Aitor empujara la pelota a gol. Un tanto marca de la casa, firma de un conjunto fresco que ataca desde el primer minuto.

Sin Villa ni Morientes, el Valencia se desvaneci¨® en el ¨¢rea y acab¨® sentenciado a la contra

El Recre disfrutaba con el bal¨®n en los pies, sob¨¢ndolo mientras los jugadores del Valencia mov¨ªan los ojos de un lado a otro. Roto como est¨¢ el equipo de Quique por las lesiones, el tanto fue un estacazo en pleno coraz¨®n. Si el Valencia necesitaba una inyecci¨®n de vitaminas, lo que recibi¨® fue toda una bofetada. Al rescate acudi¨® Vicente, el motor del equipo durante todo el partido. El extremo pidi¨® el bal¨®n, regate¨®, lanz¨® faltas, recorri¨® la banda arriba y abajo y mand¨® centros a discreci¨®n. En el ¨¢rea, sin embargo, esperaban dos delanteros reciclados, Angulo y Silva, futbolistas r¨¢pidos que carecen del martillo rematador de Villa y Morientes. Lesionados, claro.

Preso de un ataque de nervios, el Valencia descubri¨® un agujero en el centro de su defensa. Ayala y David Navarro mezclaron mal y los delanteros del Recre se dieron un fest¨ªn. Frente a las estatuas de los zagueros, Sinama y Javi Guerrero eran dos cohetes. El franc¨¦s abri¨® el coladero a los cinco minutos otra vez por el centro, Guerrero se escap¨® poco despu¨¦s por el mismo lugar y s¨®lo su falta de punter¨ªa evit¨® la sentencia. El Recre jugaba como quer¨ªa, en corto y en largo. Albiol sufri¨® fuera de lugar en el centro del campo y los medios blanquiazules encontraron la espalda a los centrales del Valencia como en un partido de colegio.

El Recre era tan feliz con la pelota que por un momento se olvid¨® de defender. En medio del festival del conjunto de Marcelino, Silva se col¨® entre una rendija, regate¨® a L¨®pez Vallejo y envi¨® suavemente el bal¨®n al palo con toda la porter¨ªa desnuda. Apenas deb¨ªa empujarlo con su pierna derecha pero, zurdo cerrado, perdi¨® un segundo en acomodar su cuerpo a su mejor perfil y el defensa le dio un golpe de cadera para desviar su lanzamiento. El Valencia est¨¢ gafado, sin un gramo de suerte.

Sinama prolong¨® el correcalles para desesperaci¨®n de sus marcadores. Tan pronto aparec¨ªa en la banda derecha como en la izquierda o el centro. El delantero llev¨® de calle al Valencia, demasiado flojo en el primer tiempo, sin presi¨®n en el centro del campo y s¨®lo aliviado por el orgullo de Vicente y algunas pizcas de clase de Silva. De Joaqu¨ªn, en el otro costado, apenas hubo noticias. Cuando le toca arremangarse, al extremo todav¨ªa le entra la flojera.

Quique movi¨® el banquillo en el segundo tiempo. Claro que los recambios ofrec¨ªan poca munici¨®n. El t¨¦cnico regres¨®, eso s¨ª, a la propuesta m¨¢s l¨®gica: devolver a Albiol a su sitio natural, la defensa, y dar la manija a Hugo Viana, m¨¢s creativo con el bal¨®n para remontar el vuelo. Y al equipo le cambi¨® la cara. Pas¨® de dominador a dominado y arrincon¨® al equipo andaluz en su campo. Sin perder de vista la porter¨ªa, el Recre retras¨® varios metros sus l¨ªneas y manej¨® el encuentro como pudo. Marcelino recurri¨® para la ¨²ltima media hora a Uche, un torbellino cada vez que sale del banquillo, para mantener la tensi¨®n, pero su equipo casi se qued¨® sin gasolina.

El Valencia certific¨® lo que ya sab¨ªa. Que sin la dinamita de Villa y Morientes al grupo le cuesta un mundo marcar un gol. Entre ambos suman dos tercios de los tantos del equipo este curso. Detr¨¢s de ellos, el desierto. Lo intent¨® hasta el final un incansable Vicente, que dispar¨® demasiado cruzado, y Angulo, otra vez fall¨®n como delantero. A falta de juego brillante, al Valencia ni siquiera le salv¨® el acierto para aliviar sus males ni el orgullo de varios de sus jugadores, sobre todo Vicente. Domin¨® el partido en el ¨²ltimo tramo y encerr¨® al Recreativo, pero sin chispa. El equipo est¨¢ en los huesos, raqu¨ªtico, lleva seis partidos de Liga sin ganar y s¨®lo una victoria como visitante. Su depresi¨®n es infinita.