"A veces soy un idiota genial"
Pregunta. El candidato, su primera novela, empieza con la explosi¨®n de una bomba. ?Ser¨¢ un bombazo?
Respuesta. No, no creo [r¨ªe]. Ojal¨¢ a los lectores les guste lo que escribo. Es mi ¨²nica pretensi¨®n.
P. El protagonista es psiquiatra. No puede usted ocultar sus or¨ªgenes ni su nacionalidad.
R. Lo de la nacionalidad asociada aqu¨ª a la psiquiatr¨ªa me sorprende. Pertenece a una ¨¦poca de la emigraci¨®n de Argentina a Espa?a que ya no es. No todos los argentinos son psiquiatras o pacientes de alguno.
P. ?Se ha inventado la novela solito o ha vuelto a plagiar como un poseso, como en Shimriti?
R. La he escrito con mis propias limitaciones, y la culpa de todo lo que dice, lamentablemente, es m¨ªa. Y en Shimriti nunca admit¨ª que plagi¨¦. Comet¨ª el error de pensar que bastaba con poner el nombre de la autora que me inspiraba algunas p¨¢ginas en la bibliograf¨ªa. Me disculp¨¦ privada y p¨²blicamente.
P. Es especialista en enfermedades mentales. ?Qu¨¦ tal las suyas?
R. Hago todo lo posible para tenerlas acomodadas. Soy un neur¨®tico, como todos. Tengo mis obsesiones, mis compulsiones, mis momentos luminosos y mis etapas de confusi¨®n.
P. "El idiota soy yo". ?Ataque de sinceridad o bajonazo de autoestima?
R. Creo que es un ataque de sinceridad. Pero puesto en el contexto es: tambi¨¦n soy muchas veces un idiota, y algunas veces un idiota genial.
P. ?C¨®mo se lleva consigo mismo?
R. La verdad es que estoy muy amigado conmigo. No dejar¨ªa de ser quien soy para ser ning¨²n otro, y esto me congratula.
P. Est¨¢ empe?ado en que seamos felices. Con la que est¨¢ cayendo.
R. Creo que puede lograrse, siempre y cuando uno no caiga en la est¨²pida idea de creer que ser feliz es estar ri¨¦ndose todo el tiempo.
P. ?Por d¨®nde recomienda empezar a buscar la felicidad?
R. Por encontrar el propio sentido para la propia vida.
P. Deme un consejo que no sea leerme de una tacada todos sus libros.
R. Cont¨¦stese a la pregunta de para qu¨¦ vive. Y el d¨ªa que se conteste, ju¨¦guese la vida por ese sentido de vida que decida. Ver¨¢ que es feliz, aunque no est¨¦ contenta, que son cosas diferentes.
P. "El enamoramiento dura entre tres minutos y tres meses". Lo tiene muy medido.
R. Es una figura po¨¦tica y simb¨®lica. Quiere decir que podr¨ªa durar nada m¨¢s que un instante, porque es una pasi¨®n. No m¨¢s de tres meses, cuatro.
P. Afirma conocer a un argentino que sabe 423 posturas de hacer el amor. ?Eso s¨®lo pasa en su pueblo?
R. No [r¨ªe]. ?Usted no conoce 423?
P. Yo, 450. Pero no quer¨ªa abrumarle.
P. Pues luego me hace un plano de las 17 que me faltan. No para probarlas, que ya no estoy en la edad. Para cont¨¢rselas a mi hijo, que es joven.
P. ?Escribe porque se aburr¨ªa de ser psiquiatra?
R. Puede ser. Yo me aburro con mucha facilidad. He dejado de tener pacientes porque me parec¨ªa ingrato abandonarlos para seguir detr¨¢s de mis libros, que era lo que yo ten¨ªa ganas de hacer.
P. ?Ser superventas tiene que ver con la felicidad?
R. No. Yo creo que tiene que ver con mucho trabajo, con algunos dones que uno ha ligado, con la bendici¨®n de ser nieto de dos abuelos que contaban historias.
P. Es partidario de la sanaci¨®n a trav¨¦s de cuentos. ?De qu¨¦ se cura uno con Caperucita?
R. Quiz¨¢ de darse cuenta de que, en realidad, la obediencia ciega no existe, pero tampoco sirve la rebeld¨ªa por la rebeld¨ªa.
P. ?A qui¨¦n le gustar¨ªa tumbar en el div¨¢n?
R. Me hubiera gustado mucho escuchar lo que ten¨ªa para decir Julio Cort¨¢zar. Y tambi¨¦n la madre Teresa de Calcuta.
P. ?Y usted va al psiquiatra?
R. Ahora mismo, no. Lo he tenido durante 18 a?os de terapia. Hoy tengo una o dos personas que son referentes y a las que yo podr¨ªa volver si algo me pasa, para que me ayuden a desatascarme.
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