Nube t¨®xica en el Valencia
El ambiente es irrespirable en el vestuario tras seis jornadas sin ganar
Seis jornadas de Liga sin ganar han convertido el vestuario del Valencia en una especie de nube t¨®xica de la que nadie logra escapar. Dos puntos en seis partidos han propiciado un ambiente irrespirable en el que gran parte de la plantilla no se habla con el director deportivo, su ex compa?ero Amedeo Carboni, enfrentado bruscamente con el entrenador, Quique Flores, desde finales de la temporada pasada.
El t¨¦cnico dedic¨® ayer una fuerte reprimenda a sus jugadores por el gol encajado a los 35 segundos ante el Recreativo, que encarril¨® una derrota muy da?ina (2-0). As¨ª viaja hoy el cuadro valencianista a Italia para enfrentarse al Roma en un choque intrascendente para los de Quique puesto que ya son primeros de grupo en esta primera fase de la Champions. Quique ha llenado el avi¨®n de jugadores de la cantera y ha dejado en casa a Ca?izares, Ayala y Angulo para que se den un descanso ante la visita el domingo a Mestalla del Deportivo. Partido, ese s¨ª, decisivo para el futuro de Quique, en una posici¨®n de debilidad desde que empez¨® la campa?a ya que el presidente, Juan Soler, siempre ha estado de parte de Carboni. Soler se encuentra atado de pies y manos. Sabe que si destituyera a Quique, ser¨ªa su tercer fracaso deportivo en apenas dos a?os en la presidencia despu¨¦s de los fiascos en el banquillo de Claudio Ranieri y Antonio L¨®pez, adem¨¢s de sus muchas pruebas con los directores deportivos. Hasta cinco: Ranieri, Antonio L¨®pez, Edu Maci¨¤, Subirats, Carboni... Tampoco parece probable que Soler prescinda del secretario t¨¦cnico italiano, al que lleg¨® a disculpar la semana pasada acusando a sus antecesores -Subirats y Maci¨¤- de saquear los archivos inform¨¢ticos del club donde figuraban los jugadores a fichar. Una teor¨ªa desmentida por los integrantes de la secretar¨ªa t¨¦cnica que estaban el curso pasado y que siguen en ¨¦ste.
El Valencia era col¨ªder, junto al Bar?a, el 22 de octubre pasado, cuando le gan¨® 1-0 a Osasuna, con 16 puntos. En ese partido sucedi¨® algo trascendente para el Valencia: la lesi¨®n de Albelda (esguince del ligamento lateral interno de la rodilla). Desde entonces, el t¨¦cnico, que le pidi¨® en la pretemporada sin ¨¦xito a Carboni un recambio para Albelda, no ha encontrado un sustituto de garant¨ªas como medio centro defensivo. El m¨¢s parecido a Albelda ha resultado el joven Pallard¨®, baja ante el Recreativo por una gastroenteritis. Ese d¨ªa empez¨® jugando Albiol y fracas¨® una vez m¨¢s en el intento, propiciando adem¨¢s un efecto domin¨®. Su habitual puesto en el centro de la defensa lo llen¨® David Navarro, que forma una pareja calamitosa con Ayala. Cada vez que Ayala y David Navarro ocupan el centro de la zaga, los delanteros contrarios se frotan las manos. No se entienden y el central argentino tampoco pierde ocasi¨®n de demostr¨¢rselo a su compa?ero, centro de todas las broncas.
La enemistad entre Quique y Carboni se ha extendido como una mancha de aceite por todos los rincones del club. Alcanza tambi¨¦n a la delantera. Lesionados los dos atacantes titulares (Villa y Morientes), Quique se ha resistido a darle minutos a Tavano, la gran apuesta de Carboni, un goleador procedente del ?mpoli con muchos problemas de adaptaci¨®n a la Liga espa?ola. Un cuarto de hora ante el Madrid en Mestalla y otro cuarto de hora el s¨¢bado en Huelva han sido insuficientes para atisbar qu¨¦ tipo de delantero es Tavano. Se sabe que es r¨¢pido y poco m¨¢s. Sus 16 goles el curso pasado en el modesto club italiano no le han garantizado apenas oportunidades en el Valencia, ni siquiera en los peores momentos. El cuerpo t¨¦cnico considera a Tavano un desastre t¨¢ctico. Y una barabaridad lo que se pag¨® por ¨¦l: 10 millones de euros, la misma cantidad por la que se vendi¨® a Aimar al Zaragoza.
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