La odisea de ser peat¨®n en Murcia
El s¨¢bado 2 de diciembre se public¨® en EL PA?S un estudio sobre el comportamiento de conductores y viandantes en algunas ciudades y encontr¨¦ a Murcia donde esperaba, en el peor lugar. Aqu¨ª, la falta de civismo de ciertos conductores y la tolerancia de las autoridades resulta imperdonable. Basta con dar un paseo por cualquier calle de la ciudad, salvo la Gran V¨ªa, para ver cientos de motocicletas aparcadas en plazas, aceras y zonas peatonales, as¨ª como coches estacionados en esquinas, pasos de cebra, aceras e incluso dentro de jardines.
En reiteradas ocasiones he puesto estos hechos en conocimiento de la Polic¨ªa Local, y las respuestas recibidas son inveros¨ªmiles. Con respecto a las motocicletas aparcadas en las aceras, me dicen que es un problema que afecta a toda la capital y a las pedan¨ªas. En relaci¨®n a los veh¨ªculos, cuando me quejo por la tardanza con la que acuden (cuando lo hacen), responden que atienden prioritariamente asuntos urgentes. Parece que la seguridad de los peatones no es un problema urgente.
Para que se hagan una idea de la pasividad con la que se aborda el problema, mencionar¨¦ que el pasado 30 de noviembre hab¨ªa m¨¢s de 20 veh¨ªculos estacionados en las aceras de las inmediaciones de la Biblioteca Regional, hasta el punto de que los peatones nos ve¨ªamos obligados a caminar por la carretera. Tras tres denuncias telef¨®nicas, pasaron cinco horas sin que apareciera un solo agente por la zona.
Si las personas sin problemas de movilidad lo tenemos as¨ª de complicado, ?se imaginan c¨®mo se sentir¨¢n aquellos que se desplazan en silla de ruedas, los padres y madres que llevan a sus hijos en cochecitos o los ancianos que caminan con dificultad.
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