Tengo gases
"La gente cree que los animales son como los hombres y ¨¦ste es un tremendo error", dijo Albert Boadella al presentar su nuevo espect¨¢culo, Controversia del toro y del torero. El director teatral apareci¨® en casi todos los informativos del lunes y subray¨® los valores art¨ªsticos de un arte denostado por algunos sectores de la sociedad en el que, adem¨¢s de plasticidad, dramaturgia, capotes y pasodobles, intervienen considerables dosis de sangre, polvo y picaresca enga?a-turistas. La reflexi¨®n de Boadella es interesante y puede que incluso se quede corta: mucha gente cree que los animales no s¨®lo son iguales que las personas sino que son mejores.
Otro motivo para la controversia, esta vez entre humanos situados en distintos niveles de la escala evolutiva, ocup¨® parte de Las noticias (Antena 3). Vimos a una investigadora australiana llamada Priscilla Dustan que, con un sentido de la autopromoci¨®n no exento de camel¨ªstica, afirm¨® haber interpretado el lenguaje de los reci¨¦n nacidos de hasta tres meses a trav¨¦s de sus llantos y conseguido traducir los cinco mensajes claves de su existencia. Tres ejemplos de mensaje: tengo hambre, tengo sue?o y tengo gases. A base de tratar con cientos de reci¨¦n nacidos, Dustan descubri¨® los matices del llanto comunicativo. Suponiendo que sea fiable (y es mucho suponer), el descubrimiento acabar¨ªa con una de las fuentes de perplejidad e impotencia m¨¢s desesperantes de la existencia de los padres: cuando se enfrentan al llanto de sus beb¨¦s e intentan interpretarlo aplicando siempre la hip¨®tesis m¨¢s catastrofista.
Se suele hablar mucho de los hipocondr¨ªacos, pero hay algo todav¨ªa peor: los hipocondr¨ªacos por reci¨¦n nacido interpuesto. Por cierto, en esta jerarqu¨ªa de bondades de la que, indirectamente, hablaba Boadella, el reci¨¦n nacido estar¨ªa en el nivel inmediatamente superior al de los animales, lo que lleva a suponer que el beb¨¦ es, en el fondo, la cima de las especies. Es un dato a tener en cuenta a la hora de comprender lo que ocurre en el mundo.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.