El compromiso de la ciudadan¨ªa
Las recientes elecciones catalanas han puesto de manifiesto un ambivalente compromiso de la ciudadan¨ªa ya que, por una parte, muchas m¨¢s personas que en al a?o 2003 se abstuvieron renunciando a su derecho a la participaci¨®n, y por otra, 60.000 personas fueron a votar en blanco, haciendo real el Ensayo sobre la lucidez, de Saramago. Son personas que deciden votar como acto simb¨®lico del ejercicio de los derechos de la democracia, pero no consideran que ninguna opci¨®n pol¨ªtica les convenza lo suficiente para darle apoyo. Saben que se necesita un gobierno, pero su compromiso c¨ªvico no les permite escoger lo que otros han hecho como bien deseado o como mal menor. En nuestra fundaci¨®n hemos iniciado un grupo de reflexi¨®n sobre este creciente fen¨®meno de los votantes en blanco, que no deseamos olvidar. Nos gustar¨ªa conocer las causas que motivaron su decisi¨®n y les animamos a contactar con nosotros de forma personalizada o an¨®nima para conocer sus razones, qu¨¦ es lo que no encuentran en la vida pol¨ªtica parlamentaria, los motivos de imposibilidad de elecci¨®n.
Los partidos pol¨ªticos alejan la pol¨ªtica de la ciudadan¨ªa si act¨²an s¨®lo con sectarismo
Pero un excelente congreso organizado por la Fundaci¨®n Bertelsmann nos ha permitido reflexionar sobre la crisis del compromiso c¨ªvico y sobre las caracter¨ªsticas que va a tener el liderazgo pol¨ªtico en el siglo XXI. ?Ha sido la falta de formaci¨®n democr¨¢tica de la ciudadan¨ªa por los largos a?os de dictadura franquista o ha sido el desencanto de la vida pol¨ªtica partidista? El permanente antagonismo cansa y aleja a la ciudadan¨ªa de la pol¨ªtica. Vivir en constante enfrentamiento con insultos y descalificaciones hace que la de pol¨ªtico sea la menos valorada en la escala de profesiones en Espa?a. Los partidos pol¨ªticos alejan la pol¨ªtica de la ciudadan¨ªa si act¨²an s¨®lo con sectarismo, si dejan de trabajar por el bien com¨²n para tener como ¨²nico horizonte a largo plazo la pr¨®xima cita electoral.
Pero tambi¨¦n se aleja la ciudadan¨ªa si los grupos pol¨ªticos, aunque se presenten como novedad, buscan conflictos donde no los hay o hacen ver que existe neutralidad donde hay represi¨®n u opresi¨®n. Lo neutro pretende hacer invisible la discriminaci¨®n o el poder del m¨¢s fuerte. Como en el lenguaje, el gen¨¦rico masculino oculta todo lo femenino y perpet¨²a la discriminaci¨®n. La ciudadan¨ªa es plural y diversa, como lo es la gama de opciones pol¨ªticas que dicen representarla, pero nadie puede arrogarse la representaci¨®n de la ciudadan¨ªa en su totalidad sin caer en el puro populismo o demagogia.
Para conseguir el poder, muchos pol¨ªticos han prometido resolver todos los problemas de la ciudadan¨ªa, alej¨¢ndola sin desearlo conscientemente del ejercicio de la responsabilidad c¨ªvica y recortando, por tanto, su dimensi¨®n pol¨ªtica. Tampoco se han desarrollado todav¨ªa suficientes espacios para la participaci¨®n ciudadana, por lo que el ejercicio pr¨¢ctico de compartir decisiones o el de realizar procesos de presupuestos con participaci¨®n s¨®lo son ejemplos minoritarios. Avanzar en la participaci¨®n y compartir las decisiones mejora la abstenci¨®n, como demuestran los resultados electorales de los pa¨ªses del norte de Europa.
Adem¨¢s los movimientos emancipatorios, promovidos por diversos sectores de la ciudadan¨ªa, como el movimiento ecologista, feminista, sindicalista o de gays y lesbianas, plantean nuevos discursos y nuevas propuestas pol¨ªticas. Los liderazgos del siglo XXI ya no ser¨¢n exclusivamente ejercidos por personas individuales, sino tambi¨¦n por movimientos organizados en redes, con alto nivel de democracia y participaci¨®n interna, que elaboran discursos pol¨ªticos y los proponen a la sociedad.
La democracia no es solamente el poder de, por y para el pueblo. Para Slavoj Zizek, "la democracia implica sobre todo un legalismo formal: su definici¨®n m¨ªnima es la adhesi¨®n incondicional a cierto n¨²mero de reglas formales que garantizan que los antagonimos son absorbidos por completo en el juego agonista". Quien m¨¢s apoyos tiene m¨¢s agonismo genera. Estamos viendo que s¨®lo los l¨ªderes que puedan conseguir soportes amplios y apoyarse en redes ciudadanas ser¨¢n capaces de sumar y crear sinergias agonistas. Durante el siglo XXI, veremos los liderazgos ejercidos por redes y movimientos de participaci¨®n, y con la emergencia natural de l¨ªderes femeninos, tal como Michele Bachelet, Angela Merkel y S¨¦gol¨¨ne Royal ya est¨¢n demostrando.
La ciudadan¨ªa del siglo XXI tiene grandes oportunidades por delante si escoge el camino del compromiso c¨ªvico, sabe ejercer sus derechos y aprovecha las lecciones relativas a la ¨¦tica y la responsabilidad del siglo XX. Tal como se?ala Zizek, "deber¨ªamos abandonar toda arrogancia ¨¦tica y aceptar humildemente la suerte de poder actuar ¨¦ticamente... o en t¨¦rminos teol¨®gicos hemos sido bendecidos por la gracia cuando podemos actuar aut¨®nomamente como agentes ¨¦ticos". Si tenemos la suerte de estar vivos y de poder actuar como seres aut¨®nomos, ?por qu¨¦ no hemos de disfrutar de los derechos de ser ciudadanos?
Carme Valls-Llobet es presidenta de la Fundaci¨® Catalunya Segle XXI.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.