Moteros con causa

Cientos de motoristas se manifestaron ayer en Madrid, Barcelona y otras ciudades de Espa?a a la grupa de sus m¨¢quinas para exigir la supresi¨®n de los guardarra¨ªles en las autopistas y autov¨ªas, popularmente conocidos como "quitamiedos". En la jerga motera se les conoce como "asesinos". No les falta raz¨®n si se tiene en cuenta que m¨¢s de un 15% de las muertes de moteros en Espa?a son debidas a los guardarra¨ªles. ?stos ejercen una funci¨®n excelente para impedir que un coche rebase la mediana, pero con las motos act¨²an pr¨¢cticamente como una guillotina, hiriendo mortalmente al conductor o caus¨¢ndole amputaciones. Las autoridades nacionales de tr¨¢fico reconocen el problema. De hecho, en las v¨ªas de nueva construcci¨®n los "quitamiedos" llevan cantos redondeados y en los planes del Ministerio de Fomento est¨¢ adecuar los tramos m¨¢s peligrosos de la red viaria con barreras flexibles en la parte inferior.

La marcha provoc¨® menos caos del que se tem¨ªa al inicio de un largo puente de cinco d¨ªas, en el que se prev¨¦n seis millones de desplazamientos. Los moteros circularon en bloque a la velocidad m¨ªnima permitida en autov¨ªa (60 kil¨®metros por hora), lo cual hizo que se ralentizara el tr¨¢fico pero sin por ello causar m¨¢s retenciones o atascos de los habituales en una jornada como la de ayer. Eso no exime de culpa a los organizadores de la iniciativa, el colectivo Moteros Unidos por la Vida, al no haber escogido una fecha menos conflictiva. Por muy justas que sean las reivindicaciones, las grandes v¨ªctimas de acciones de este tipo son al final los ciudadanos, quienes sufren indefensos (como sucedi¨® este verano con la huelga salvaje de Iberia en Barcelona) problemas que ellos no pueden resolver.