Tele muda
La historia se repite cada vez que Antena 3 retransmite un partido del Bar?a. El d¨²o de comentaristas S¨¢nchez-Luque, respaldado por el veterano Pepe Guti¨¦rrez a pie de campo, interpreta una melod¨ªa correcta en lo informativo, pero tan tendenciosa desde el punto de vista de la opini¨®n que casi resulta c¨®mica. No hace falta ser muy inteligente para deducir que no simpatizan con el Bar?a. Para compensar tanta gloria deportiva, contaron con Laudrup y Bakero como expertos. Cuando llevaba veinte minutos de retransmisi¨®n, sin embargo, me hart¨¦ de la leg¨ªtima subjetividad de su narraci¨®n y quit¨¦ el sonido para recuperar la radio como v¨ªnculo narrativo.
Pero como, atendiendo a los siempre sospechosos consejos gubernamentales, hab¨ªa cometido el error de instalarme la famosa TDT, descubr¨ª que las im¨¢genes digitales y terrestres llegan un poco m¨¢s tarde que la se?al radiof¨®nica, de manera que si escuchas a los radiofonistas ya sabes lo que est¨¢ a punto de ocurrir en la pantalla. Primero te asustas y piensas que los chicos de la radio tienen facultades adivinatorias: cuando dicen que el subinfante Froil¨¢n de todos los santos celebra los goles todav¨ªa no le han enfocado las c¨¢maras y da un poco de miedo (Froil¨¢n no, que lo enfoquen s¨ª). Y cuando Guddjohnsen a¨²n no ha rematado el segundo gol, la radio ya lo est¨¢ celebrando. Quedar¨ªa la opci¨®n de volver a la narraci¨®n de S¨¢nchez-Luque, pero entonces podr¨ªa descubrir que el gol ha sido en fuera de juego, que ha venido precedido de una falta en ataque y que es, por supuesto, injusto.
As¨ª las cosas, opt¨¦ por el silencio: apagu¨¦ la radio y quit¨¦ el sonido de la televisi¨®n y me comport¨¦ como si vivi¨¦ramos en plena ¨¦poca de cine mudo. De repente, las expresiones recuperaron aquel histrionismo destinado a explicar visualmente lo que, por razones t¨¦cnicas, s¨®lo podr¨ªa completarse con palabras. Y all¨ª estaba Ronaldinho, como esos h¨¦roes pioneros del cine popular, deslumbrando con sus regates y pases y muecas de felicidad. S¨®lo faltaba un piano ligeramente desafinado para ilustrar tanto talento.
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