Etolog¨ªa humana

El dramaturgo sueco Lars Nor¨¦n (1944) viene a ser en Dimonis (1982) el Konrad Lorenz del comportamiento humano. El experimento que plantea es el siguiente: sit¨²a a dos parejas, con deseos cruzados y odios compartidos, en casa de una de ellas, una jaula de dise?o minimalista. Como mam¨ªferos hom¨ªnidos que son, los cuatro se caracterizan por una gran complejidad ps¨ªquica y su enorme potencial de supervivencia o de autodestrucci¨®n se desarrollar¨¢ a lo largo de la velada que comparten. Las caracter¨ªsticas distintivas del grupo, sin embargo, var¨ªan significativamente entre las dos parejas. Frank y Katerina, en cuyo piso se desarrolla la acci¨®n, llevan un mont¨®n de a?os juntos sin soportarse, pero sin capacidad para separarse. No tienen hijos (?menos mal!) ni posibilidad de tenerlos. Sus vecinos, Thomas y Jenna, forman junto con sus dos peque?os una familia feliz, al menos aparentemente. A los est¨ªmulos internos de cada uno, a su individualidad, Nor¨¦n a?ade uno externo: la madre de Frank ha fallecido y sus cenizas han de ser enterradas al d¨ªa siguiente.

Dimonis, que con direcci¨®n de Lurdes Barba se presenta en la Sala Beckett de Barcelona, comparte con ?Qui¨¦n teme a Virginia Woolf?, de Edward Albee, el punto de partida, pero a diferencia de ¨¦sta, que en comparaci¨®n es m¨¢s intelectual, por las m¨¢scaras que sus protagonistas se construyen y bajo las que se refugian, la pieza de Nor¨¦n resulta mucho m¨¢s visceral, y el comportamiento los cuatro, animal. Los demonios de cada uno a los que hace referencia el t¨ªtulo se liberan sin tapujos y la jaula que los contiene se convierte en un verdadero infierno. No est¨¢ de m¨¢s recordar, para entender el alcance de la perversi¨®n a la que los personajes se someten, que al autor se le diagnostic¨® esquizofrenia a los 20 a?os y que sus obras de teatro se nutren de su propia biograf¨ªa.

La puesta en escena de Lurdes Barba se basa en el trabajo de los int¨¦rpretes, que, desde luego, es notable. Jordi Collet, en el papel de Frank, lleva la batuta de la velada por ser el personaje m¨¢s depravado de todos. No se queda corta la Katerina de ?urea M¨¤rquez. Ambos consiguen arrastrar a sus adorables vecinos a su terreno y la evoluci¨®n de ¨¦stos queda muy bien plasmada por Xavier Ripoll (Thomas) y Daniella Corbo (Jenna). Dimonis, que se presenta con escenograf¨ªa de Maz Glaenzel y Estel Cristi¨¤, es una pieza dur¨ªsima que ofrece al espectador un aspecto positivo, y es que, a excepci¨®n de los casos patol¨®gicos, que los hay, lo m¨¢s probable es que salga de la sala pensando que su propia situaci¨®n sentimental, despu¨¦s de todo, no es tan mala.