Un familiar diferente con mucho espacio
La llegada del Roomster logra que Skoda entre por fin en la disputada categor¨ªa de los mono-vol¨²menes medios, y si bien lo hace con mucho retraso, lo compensa con un producto valiente y un tanto especial. La propuesta de la marca checa es un c¨®ctel mestizo que fusiona en un modelo soluciones est¨¦ticas de varios tipos de autom¨®viles para buscar la m¨¢xima funcionalidad. La imagen, chocante a primera vista, provoca de todo menos indiferencia, pero es un familiar enfocado a los pa¨ªses emergentes, donde el precio y la capacidad superan al dise?o entre las grandes prioridades. El Roomster cumple ambas premisas con nota (se vende desde 15.390 euros), aunque a cambio de sacrificar la est¨¦tica y arriesgarse a sufrir el rechazo de algunos clientes potenciales.
El Roomster fusiona soluciones de varios tipos de autom¨®viles en una carrocer¨ªa de est¨¦tica muy peculiar que prima la habitabilidad. Tiene un atractivo dudoso, pero resulta muy pr¨¢ctico y ofrece cinco plazas individuales, las traseras muy modulables, y un maletero enorme. Adem¨¢s brinda la calidad mec¨¢nica y los equipamientos de VW, y tiene precios asequibles, aunque con detalles de acabado mejorables. Un buen coche ¨²nico para familias j¨®venes.
Mestizaje est¨¦tico
La carrocer¨ªa prima el espacio interior y la econom¨ªa. Y para lograrlo parece que sus dise?adores han hecho un ejercicio de recorta y pega uniendo lo que m¨¢s les conven¨ªa de tres tipos de veh¨ªculos. El morro y la zona de las plazas delanteras son de turismo, la parte posterior parece de un veh¨ªculo comercial tipo Citro?n Berlingo y la l¨ªnea es casi de monovolumen.
El resultado es una est¨¦tica atrevida y peculiar que rompe con lo que ofrece la competencia, aunque recoge los valores de Skoda. El frontal refleja el estilo robusto de la marca en la solidez de la parrilla, que sobresale por delante. Pero la vista lateral parece descompensada, porque el trazo de la ventanilla delantera no tiene continuidad en la base de las dos traseras, que parecen encajadas a posteriori. Este detalle, unido al ¨¢ngulo cuadrado que forman el techo y el port¨®n, y al dise?o vertical de este ¨²ltimo, terminan de identificar su imagen con la de las furgonetas comerciales. Pero la aerodin¨¢mica es buena (CX: 0,33) y las llantas y los colores chillones de las pinturas alegran el conjunto.
Mucho espacio en poca longitud
Esta l¨ªnea arriesgada presenta ventajas en el interior. El Roomster mide 4,20 metros de largo y tiene un tama?o compacto, pero ofrece un habit¨¢culo muy amplio, alto y con mucho cristal que permite cargar de todo y refuerza su sentido pr¨¢ctico. Las plazas delanteras son algo justas en longitud, pero las tres traseras incluyen todas las funciones de los monovol¨²-menes y destacan por su flexibilidad: se regulan en longitud e inclinaci¨®n, se pliegan y se sacan (ver p¨¢gina 15). Y la generosa dotaci¨®n de huecos para objetos se completa con un maletero sobresaliente.
El dise?o y la calidad de acabados son discretos y reflejan su planteamiento econ¨®mico. Pero el Roomster presenta un ambiente interior aparente que no desmerece y su mejor lujo es el espacio, que permite viajar sin agobios mirando el paisaje por sus grandes cristaleras, aunque con un confort y sonoridad mejorables.
Cinco motores y tres acabados
El nuevo Skoda se vende con cinco motores, dos de gasolina, 1.4 y 1.6 (85 y 105 CV) y tres turbodi¨¦sel, 1.4 (70 y 80 CV) y 1.9 TDi (105 CV). Los precios son ajustados (ver cuadro inferior) y hay tres acabados. El Friend incluye de serie cuatro airbags, ABS, ordenador de viaje y elevalunas delanteros el¨¦ctricos. El Family a?ade airbags de cortina, aire acondicionado, radio-CD con MP3, elevalunas traseros el¨¦ctricos, cierre con mando y llantas de aleaci¨®n. Y el Fun tiene ocho altavoces y detalles de acabado m¨¢s cuidados.
Conclusi¨®n
El Roomster es un familiar muy pr¨¢ctico de funcionamiento mec¨¢nico correcto que destaca por su capacidad y flexibilidad interior. Puede dar un servicio muy completo como coche ¨²nico de la casa, pero exige aceptar su radicalismo est¨¦tico. Y tiene unos precios asequibles que se justifican con un buen equipo de serie.
APARENTE Y MUY MODULABLE
El interior del Roomster busca la funcionalidad con sencillez. El dise?o es econ¨®mico, con algunos pl¨¢sticos sufridos (guanteras, tiradores de las puertas...) y una consola central austera y cuadrada. Pero tiene tambi¨¦n un volante cuidado y la presentaci¨®n crea un ambiente aparente. Y ofrece bastantes huecos: doble guantera, portagafas, bolsas para botellas en las puertas, repisa y posavasos junto al freno de mano... La mejor aportaci¨®n pr¨¢ctica son las plazas traseras, que admiten m¨²ltiples configuraciones. Est¨¢n divididas en tres partes, permiten regular la inclinaci¨®n de los respaldos, y el del centro se pliega y sirve de apoyabrazos (lleva dos posavasos integrados). Las dos plazas laterales se mueven en longitud para ampliar el maletero, la de en medio se quita y permite desplazar hacia el centro las dos de los lados para viajar con m¨¢s desahogo, y los tres asientos se sacan de uno en uno f¨¢cilmente. Adem¨¢s hay suficiente espacio para las piernas, y s¨®lo la plaza central resulta inc¨®moda: tiene una banqueta alta y dura. El maletero es enorme, de 450 a 530 litros, seg¨²n la posici¨®n de los asientos traseros, y lleva unos ganchos muy pr¨¢cticos a los lados para colgar bolsas... Pero la zaga resulta muy alta y cuadrada, y tiene unos pilotos demasiado grandes y recargados.
PRECIO JUSTIFICADO
El Roomster es m¨¢s asequible que los mo-novol¨²menes de su tama?o e incluye un equipo de serie similar: seis airbags, ABS, climatizador, radio-CD con MP3 y asientos traseros regulables como detalles destacados. Pero el ESP es opcional (390 euros). El que m¨¢s se le acerca es el Altea 1.9 TDi, que tiene el mismo motor y es m¨¢s ¨¢gil y deportivo. Cuesta 540 euros m¨¢s, hay que sumarle 290 del climatizador (opcional), y el ESP del acabado b¨¢sico tambi¨¦n se paga aparte (540 euros). El Almera Tino es 1.800 euros m¨¢s caro con dos airbags menos (4) y no puede incluir ESP ni como opci¨®n. Y la diferencia con el Sc¨¦nic sube a 2.000 euros: viene con ESP y sensor de presi¨®n de ruedas, pero no compensan el sobreprecio. Por ¨²ltimo, el Golf Plus con el mismo motor cuesta casi 2.800 euros m¨¢s y, aparte de su imagen de marca, apenas a?ade el ESP de serie para justificar tal diferencia.
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