Un central aplicado

Fastidiado por el descenso del filial del Espanyol en la temporada anterior, decidi¨® marcharse a pesar de las reticencias y los resquemores del club. No quer¨ªa jugar en Tercera, pelearse en campos de tierra, sin apenas progresar. El M¨¢laga B, entonces en Segunda, le llam¨® y se lo llev¨® cedido un a?o. A Marc Torrej¨®n (Barcelona, 1986) le sali¨® bien la apuesta; tras un curso como titular en La Rosaleda, hizo esta pretemporada con el primer equipo blanquiazul y Ernesto Valverde, el t¨¦cnico, le escogi¨® por delante de Robust¨¦, cedido al Polideportivo Ejido. Pero no s¨®lo eso, sino que ahora, una vez que ha desplazado al fichaje de verano, Lacruz, nadie duda de ¨¦l en el eje central de la zaga junto a Jarque. "Cada vez que el m¨ªster dice la alineaci¨®n y me incluye, me llev¨® una alegr¨ªa tremenda", cuenta; "pero tengo que aprender mucho m¨¢s". Valverde recoge el testigo: "Debe mejorar en el manejo del bal¨®n y en el golpeo con la izquierda. Pero s¨¦ que puede hacerlo porque es joven y tiene mucho margen de mejora". Hoy, presumiblemente, tendr¨¢ otra piedra de toque contra el Atl¨¦tico de Torres.

Ya desde ni?o, en la plazoleta de enfrente de su casa, en Cerdanyola de Matar¨®, Torrej¨®n prefer¨ªa mantener la porter¨ªa a cero a marcar goles. Lo suyo era defender. "Que yo recuerde, siempre he estado cerca del portero", explica. De ah¨ª, que siempre se fijara en los movimientos de Maldini y Hierro. Incluso, cuando con cuatro a?os se calz¨® sus primeras botas en la escuela de f¨²tbol del Vilassar de Mar. Despu¨¦s pas¨® por el Cerdanyola y lleg¨® al Espanyol, que lo fich¨® con la idea de formarlo, de sacar a otro central de su f¨¢brica: Soldevilla (ahora en el Apollon, chipriota), Lopo (Deportivo), Jarque, Carlos Garc¨ªa (Almer¨ªa) y Robust¨¦. Seg¨²n dice, Jarque es su referente. "Me fijo en todo lo que hace y siempre sigo a pies juntillas sus instrucciones. La verdad es que es muy sencillo jugar a su lado. Me dice cu¨¢ndo salir para provocar el fuera de juego, cu¨¢ndo hacer apoyos, cu¨¢ndo apretar...", relata.

Las exigencias, sin embargo, le llegan de boca de Valverde. "En el ataque, me pide que saque el bal¨®n jugado para que les llegue a los compa?eros de delante en mejores condiciones; en la defensa, que no me quede atr¨¢s, que apriete al delantero para que no se pueda dar la vuelta", escudri?a. Sus siete partidos en Primera le han servido para coger truquillos en el marcaje. "A un delantero r¨¢pido prefiero dejarle m¨¢s suelto para que, si me reta a una carrera, le tenga unos metros de ventaja. A uno m¨¢s lento, por el contrario, trato de atarlo en corto. Pero debo estar atento porque, si tiene mucha envergadura, me mete el cuerpo, me supera y me deja sin tiempo de reacci¨®n", analiza; "hoy me toca marcar a Torres y ya ver¨¦ lo que hago porque se las sabe todas y destaca en todo".

A Torrej¨®n, que apenas comete faltas -cinco en lo que va de campeonato-, no le preocupa defender. La propuesta arriesgada de su t¨¦cnico, un poco m¨¢s. "Lo que m¨¢s me cuesta es que, cuando tenemos el bal¨®n, me exige que me adentre en la l¨ªnea de los medios par ayudarles en la construcci¨®n. La verdad es que, a veces, me da un poco de reparo por si nos roban el cuero y me pillan desprevenido, lejos de mi posici¨®n". Pero Valverde conf¨ªa en ¨¦l: "Estoy contento con ¨¦l porque, de lo contrario, no jugar¨ªa". Y Torrej¨®n, aplicado, responde: "Debo seguir trabajando porque quiz¨¢s otros compa?eros lo hagan mejor que yo y dentro de tres jornadas nadie se acuerde ya de m¨ª".