El alto coste despega
Una nueva generaci¨®n de compa?¨ªas a¨¦reas planta cara a las baratas y se especializa en los pasajeros m¨¢s exclusivos
Ocho horas de avi¨®n echado en una cama y con barra libre se hacen m¨¢s llevaderas. El primer avi¨®n de Elysair despegar¨¢ de Par¨ªs el 27 de diciembre en direcci¨®n a Nueva York con una particularidad: s¨®lo transportar¨¢ a pasajeros de clase business que pagar¨¢n por sus billetes entre 1.000 y 3.000 euros como oferta de lanzamiento. Unas semanas m¨¢s tarde, en enero, lo har¨¢ la brit¨¢nica Silverjet, tambi¨¦n con un singular puente a¨¦reo de Londres a la Gran Manzana para un p¨²blico exclusivo a unas tarifas similares. Smintair, mucho m¨¢s atrevida, es a¨²n un proyecto de un broker alem¨¢n que quiere volar en 2007 de D¨¹sseldorf a Tokio con comodidades que incluyen la posibilidad de fumar cigarrillos y puros a bordo por entre 6.000 y 10.000 euros.
Se trata de las primeras aerol¨ªneas europeas de alto coste y han nacido porque por Europa circulan al menos 22 millones de pasajeros al a?o dispuestos a pagar estas frioleras -y m¨¢s- por volar en una cama c¨®moda y disponer de una buena carta de vinos. Son l¨ªneas peque?as, especializadas en una sola ruta de larga distancia.
"Nos dimos cuenta de que la parte m¨¢s provechosa del pasaje es la clase business, no nos interesan los clientes de tarifa econ¨®mica porque los costes son enormes y los ingresos m¨ªnimos. El pastel del viajero de negocio es enorme", explica John Morgan, vicepresidente para Europa de Eos Airlines.
El principal secreto de esta compa?¨ªa, que naci¨® hace un a?o para unir Londres con Nueva York, no es otro que transportar 48 pasajeros en un avi¨®n con capacidad para 220. Limusina a la salida del aeropuerto y otras delicadezas hacen el resto. Y les sale a cuenta, porque el cliente selecto representa la parte m¨¢s jugosa de la tarta a¨¦rea: supone poco m¨¢s del 13% del total de pasajeros intercontinentales para las compa?¨ªas europeas, pero significa hasta el 35% de sus ingresos en estas rutas, seg¨²n la Asociaci¨®n Europea de Aerol¨ªneas (AEA).
Las compa?¨ªas tradicionales admiten que los ping¨¹es beneficios de los billetes de las categor¨ªas business y primera compensan el dudoso negocio de la clase turista. M¨¢s dudoso, si cabe, tras la guerra de precios desatada por las l¨ªneas de bajo coste (low cost) que han presionado a la baja las tarifas de compa?¨ªas. "Esto ha hecho que los billetes m¨¢s caros se conviertan en una verdadera subvenci¨®n de la clase turista", explican expertos del sector.
El presidente ejecutivo de Elysair (cuyo nombre comercial es L'Avion), Marc Rochet, asegura que ha inventado "un nuevo nicho de mercado". "Ofrecemos vuelos de alto coste pero a bajo precio, y podemos porque estamos especializados, toda nuestra estructura se adapta al mismo tipo de cliente y hacemos vuelos punto a punto". Adem¨¢s, opera en aeropuertos como el franc¨¦s de Orly y el neoyorquino Newark, m¨¢s asequibles que el Charles de Gaulle o el JFK.
El socio de Accenture Alfonso Gonz¨¢lez lo corrobora: "Estas nuevas compa?¨ªas no de alto coste, sino de alto valor, y hasta ahora s¨®lo se cubr¨ªa con jets privados".
L'Avion, con una inversi¨®n inicial de 25 millones, espera transportar hasta 28.000 pasajeros en 2007 y lograr el equilibrio financiero en 2008. La compa?¨ªa tambi¨¦n se plantea volar a Boston, Chicago "y quiz¨¢ tambi¨¦n Barcelona en el futuro", se?ala Rochet. Silverjet, por su parte, operar¨¢ desde una terminal privada en el aeropuerto londinense de Luton, con tasas m¨¢s econ¨®micas que el Heathrow, y espera beneficios en 2009.
Pero la gran campanada del mercado el pr¨®ximo a?o, si logra materializar su apuesta, tiene todos los n¨²meros de darla la alemana Smintair, acr¨®nimo de Smoker's International Airways. Su provocadora carta de presentaci¨®n es que permitir¨¢ fumar en los aviones. "?Por qu¨¦ no? Las que no lo permiten son las compa?¨ªas a¨¦reas para ahorrarse los gastos, pero en mis compa?¨ªas habr¨¢ una ventilaci¨®n excelente porque la cabina del avi¨®n ser¨¢ muy espaciosa". Lo cuenta el fundador, Alexander Schoppmann, un amante de los puros habanos, que a¨²n necesita la licencia para comenzar a operar en octubre de 2007. Tambi¨¦n est¨¢ pendiente de recibir ese Boeing 747 de 400 plazas que quiere llenar con 138 de primera y 108 de business. Schoppmann asegura que invertir¨¢ junto a otros socios 100 millones. No ser¨¢ la legislaci¨®n alemana la que frustre su proyecto, pues no proh¨ªbe fumar en los aviones: es una decisi¨®n de cada empresa, informa Cecilia Fleta.
Mientras algunos analistas imaginan un futuro en el que las compa?¨ªas de low cost lleguen a ofrecer los vuelos gratis (y buscar los ingresos por la venta de otros servicios o la promoci¨®n tur¨ªstica de los destinos a los que vuelan), otros auguran un repunte del vuelo de lujo. El sector espera una polarizaci¨®n. "Compa?¨ªas como Iberia y Lufthansa han reaccionado a los cambios del mercado y est¨¢n ofreciendo una clase business de m¨¢s calidad porque saben que es lo que genera su gran volumen de ingresos", opina Alfonso Gonz¨¢lez.
Iberia invirti¨® 100 millones en lanzar el a?o pasado su nueva Business Plus, que ha ampliado el espacio entre butacas e incluye men¨²s pensados por el cocinero Sergi Arola. Lufthansa tambi¨¦n se ha gastado recientemente 300 millones en mejorar su servicio. La espa?ola asegura que ya ha recogido frutos y ha aumentado la ocupaci¨®n en este segmento en 10 puntos. Y es que lo m¨¢s parad¨®jico de la revoluci¨®n del bajo coste ha sido el nacimiento de su antagonista: lo m¨¢s parecido al hotel a¨¦reo.
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