?Cantas o act¨²as?

Da la sensaci¨®n, mala suerte para algunos, de que el ¨²nico sitio donde ahora es imposible tropezarse con Leonor Watling es en el sal¨®n de casa. Por si su rostro y sus papeles cinematogr¨¢ficos no fueran suficientes, desde hace ya unos a?os nos hemos acostumbrado a verla tambi¨¦n como la voz de Marlango, tr¨ªo de pop jazzero que acapara miradas. Un d¨ªa vemos a la Leonor actriz; otro, a la cantante. Al hablar de ella, ?c¨®mo nos referimos? ?Como la actriz que canta? ?Como la cantante que hace pel¨ªculas? "?No hay una tercera opci¨®n?", sonr¨ªe la aludida. "Me gusta mucho hacer ambas y siempre echo de menos la que no estoy haciendo. S¨¦ que nunca voy a elegir. Har¨¦ siempre las dos cosas, sea cual sea su repercusi¨®n. Me resulta imposible separarlas, forman parte de mi vida".

Por su alcance medi¨¢tico, siempre es m¨¢s f¨¢cil empezar por ella, pero Leonor no es ni el primero ni el ¨²ltimo ejemplo de mujeres cuyas carreras alternan micr¨®fono y rodajes. Aunque las ¨²ltimas d¨¦cadas han generado una lista infinita de casos, es absurdo generalizar e intentar establecer lazos en com¨²n. Pero por ilustrar, que no quede. Juliette Lewis, con un segundo ¨¢lbum reci¨¦n publicado, es de las primeras que vienen a la cabeza. Ella, directamente, ha optado por cortar con el celuloide. "No s¨¦ si volver¨¦ a actuar", confesaba por tel¨¦fono poco antes de su ¨²ltima visita a Madrid en calidad de rockera desali?ada. "S¨®lo s¨¦ que este a?o no he hecho ninguna pel¨ªcula y que llevo tres muy concentrada en este proyecto, que me parece muy excitante. Ahora mismo es, desde luego, mi principal foco de atenci¨®n". ?Y qu¨¦ hay tan excitante de estar al frente del grupo de rock The Licks? "Estar todo el d¨ªa en la carretera con cuatro tipos sudorosos tocando en todas partes. Haciendo a la gente mover las caderas, transmitiendo energ¨ªa, guitarras y bater¨ªas alucinantes, ofreciendo un mont¨®n de amor y lametones [licks, en ingl¨¦s] maravillosos". Antes de ella y con m¨¢s finura podr¨ªamos contar con Sophia Loren -su recopilatorio Lucky to be a woman aglutina ochenta canciones-, Brigitte Bardot, Marilyn Monroe, Jeanne Moreau o Barbra Streisand.

En Espa?a tampoco nos quedamos cortos. Para ¨¢vidos del tema, el recopilatorio Un rayo de luz, reci¨¦n editado. Ideado por la librer¨ªa Ocho y Medio para recaudar fondos para la Fundaci¨®n AISGE, re¨²ne casi una veintena de nuestros actores interpretando sus canciones favoritas. Para muchos es la primera vez. Como Luis Tosar, que relee a Los Chunguitos, Lola Due?as, Paolo Conte o Ver¨®nica Forqu¨¦ con Suspiros de Espa?a.

Al rev¨¦s que ¨¦stos empez¨® Marisol, que se inici¨® con el cante y el baile antes de actuar, o Ana Bel¨¦n, otro caso de precocidad (contaba con un single en su haber a los 12 a?os). Sin olvidar la historia bizarra y anecd¨®tica de Bibi Andersen, que grab¨® a principios de los ochenta canciones como Call me lady champagne o S¨¢lvame.

Sin movernos de la capital, merece un cap¨ªtulo aparte la discogr¨¢fica independiente Subterfuge. Aparte de lanzar a Dover o regalarnos a Mastretta, su cat¨¢logo alumbr¨® lo m¨¢s representativo de la actualidad en trasvases art¨ªsticos. Por orden cronol¨®gico de aparici¨®n: Najwajean (d¨²o de Najwa Nimri), Marlango, la actriz y presentadora La China Patino con sus Cycle y esa promesa que corre en boca de muchos con el nombre de VaneXXa, telonera de Julieta Venegas en su ¨²ltimo bolo madrile?o.

"Una actriz con experiencia, como una cantante, siempre es m¨¢s profesional a la hora de afrontar horarios, grabaciones largas y sesiones de promoci¨®n", resume Gema del Valle, directora de comunicaci¨®n del sello. "Sobre un escenario van con ventaja las que han hecho teatro. Las que no, a la hora de afrontar un directo son tan t¨ªmidas como una principiante". En esta comparaci¨®n, Carlos Jean, productor y corresponsable del ¨¦xito de Bebe entre otros, tambi¨¦n tiene que decir. "La diferencia radical es la forma de interpretar las canciones. Las actrices se preocupan bastante menos de la afinaci¨®n y m¨¢s por lo importante, que es transmitir. Y eso me gusta. Adem¨¢s tienen ya mucho manejo de la voz y con unas directrices de interpretaci¨®n superiores, por ejemplo, a la gente que sale de Operaci¨®n Triunfo".

El contacto con el p¨²blico es uno de los factores que m¨¢s agradecen las entrevistadas. Najwa al habla: "La promoci¨®n es muy pesada", resopla. "En el cine, eres parte de un elenco, y la responsabilidad es menor. Aunque no dejo de ser una ficha m¨¢s del tablero. El papel y el texto lo tienes asignado. La m¨²sica, en cambio, me aporta el dominio. La gran diferencia es esa libertad".

?Casualidad o estrategia? ?sta es la pregunta que m¨¢s de uno se hace al ver un rostro conocido intentarlo. El gancho comercial es innegable, pero no siempre suficiente. "Si no hay talento, que el personaje sea conocido se puede volver en contra", precisa Gema, de Subterfuge. "Su popularidad les abre las puertas de algunos medios, pero tambi¨¦n hace que se las mida con una exigencia muy superior".

Menos fortuna que Leonor, VaneXXa y Najwa han tenido otros casos recientes. D¨ªgase la actriz Julie Delpy o la follonera de Lindsay Lohan. Claro que el camino contrario, cantantes que prueban en el cine, es, cuando menos, dif¨ªcil. Piense en Madonna, Jennifer L¨®pez, Beyonc¨¦? O en masculino, Bruce Willis, Russell Crowe de rockero malote o Keanu Reeves. Sin infravalorar los valores mercadot¨¦cnicos del asunto, en la m¨²sica las caras bonitas ayudan, pero definitivamente no bastan.

Najwa Nimri: prol¨ªfica y susurrante

De las seis que destacamos, posee la carrera musical m¨¢s dilatada. La descubrimos como una tipa marginal en Salto al vac¨ªo, de Daniel Calparsoro, aunque su discograf¨ªa haya que situarla en las ant¨ªpodas, m¨¢s cerca de su inquietante personaje en Luc¨ªa y el sexo. La voz susurrada de esta pamplonica nacida en 1972 es su santo y se?a, a pesar de que antes se desga?itaba en el grupo de soul Respect. Hasta que conoci¨® a Carlos Jean. Junto a ¨¦l empez¨® en la electr¨®nica m¨¢s sutil en el revelador No Blood (1998) para luego iniciar una prol¨ªfica andadura en solitario resumida en otros tres trabajos. Hace demasiado que carga con el sambenito de ser "la Bj?rk espa?ola". Ya, hay peores comparaciones, pero a estas alturas ya no viene a cuento.

Leonor Watling: continua progresi¨®n

No sabemos si ten¨ªa previsto el pelotazo que ha dado con su grupo Marlango, pero entre ¨¦ste y sus ocupaciones cinematogr¨¢ficas, tomar un caf¨¦ con ella es una quimera. Debutar con m¨¢s de cien mil copias vendidas, mucho decir, han dejado en aparente estado latente una trayectoria que empez¨®, err¨¢tica, forj¨¢ndose en televisi¨®n. Una candidatura al Goya por Las horas valientes y, sobre todo, el espaldarazo de rodar con Bigas Luna y Almod¨®var disiparon dudas. Por si su mirada, medio infantil, medio misteriosa, no fuera poco para cautivar, desde que canta ha subido enteros. A sus 31 a?os no parece cerca de su techo, y eso que al principio iba para bailarina hasta que una lesi¨®n de rodilla le trunc¨® el plan.

Victoria Abril: bosanova a los 45

Con m¨¢s de 60 pel¨ªculas en su haber y las estanter¨ªas sin espacio para premios, no requiere presentaci¨®n. Tampoco conviene pasar por alto sus Putcheros do Brasil. El t¨ªtulo de su particular homenaje a la bosanova en el que interpreta a cl¨¢sicos de Jobim, Caetano Veloso o Vinicius de Moraes. Y un paso que dio, ya a sus 45 a?os, espoleada por el papel en Sin noticias de Dios y cuyos frutos pudimos contemplar en la pen¨²ltima gala de los Goya. No todo fue un camino de rosas: el que iba a ser su productor musical, Miguel ?ngel Arenas, Capi, la denunci¨® por incumplimiento de compromiso, apropiaci¨®n indebida y deudas econ¨®micas de m¨¢s de 80.000 euros mientras aireaba el foll¨®n en los plat¨®s de televisi¨®n.

Bebe: vuelta a la interpretaci¨®n

"Malo, malo, malo eres, / no se da?a a quien se quiere. Tonto, tonto, tonto eres, / no te pienses mejor que las mujeres". ?Qui¨¦n no se acuerda del estribillo? Catapult¨® a esta valenciana de nacimiento (1978) y extreme?a de adopci¨®n. Y con Pafuera telara?as, el ¨¢lbum producido por un Carlos Jean en estado de gracia, enganch¨® con letras reivindicativas y una voz ¨²nica. La continuaci¨®n a aquel debut se har¨¢ esperar. Porque cuando lleg¨® a Madrid, hace una d¨¦cada, su intenci¨®n era estudiar arte dr¨¢matico. Y a ello ha vuelto: un papel en La educaci¨®n de las hadas y otro de protagonista en Ca¨®tica Ana, la pr¨®xima pel¨ªcula de Julio Medem, son sus ¨²ltimos trabajos.

Juliette Lewis: animal esc¨¦nico

Sin ser la m¨¢s guapa ni la m¨¢s alta, esta californiana de 33 a?os ha explotado sus virtudes y defectos como pocas. Si la recuerda pegando tiros a diestro y siniestro en Asesinos natos o como aquella ni?a turbadora de El cabo del miedo, no le sorprender¨¢ saber que en su reci¨¦n iniciada carrera musical tampoco va de fina. Desde hace tres a?os, ella y su banda, The Licks, pisan los escenarios como si fueran un campo de batalla. Empezaron teloneando a la viud¨ªsima Courtney Love, pero hoy, su primitiva receta a base de punk-rock, melod¨ªas urgentes y estilismos imposibles se ha ganado miles de adeptos por derecho propio. Con un curr¨ªculo como el suyo (se emancip¨® a los 14 a?os y ocho despu¨¦s ya estaba desintoxic¨¢ndose), hay que concederle, al menos, el beneficio de la duda.

Charlotte Gainsbourg: talento bien rodeado

Hija de Serge Gainsbourg y Jane Birkin, lo raro es que se hubiera dedicado a la f¨ªsica. Sus 35 a?os le han dado para tener dos hijos, trabajar con directores como Franco Zeffirelli o Michel Gondry, cuya ¨²ltima pel¨ªcula, The science of sleep, veremos pronto. Aguardaremos con 5:55, un segundo disco donde la m¨²sica la pone Air, produce Nigel Godrich (Radiohead, Beck, Travis), y las letras, Jarvis Cocker (Pulp) y Neil Hannon (The Divine Comedy). No tiene un chorro de voz, pero rodeada de tanto coco es imposible que la cosa saliera mal.

El disco de versiones 'Un rayo de luz' (Subterfuge) se acaba de editar.