Filadelfia abre la puerta a Iverson
El espectacular y pol¨¦mico base de los Sixers fuerza su salida del club tras 10 a?os en ¨¦l
Era tan s¨®lo cuesti¨®n de tiempo para que llegara este d¨ªa. Hubo muchos, como el que vivi¨® el pasado viernes la ciudad de Filadelfia y en el que la estrella local, Allen Iverson (Virginia, Estados Unidos; 1975), cansado de la mediocridad que siempre le rode¨®, flirte¨® con cambiar los colores que ha defendido en el ¨²ltimo decenio. Siempre viviendo al filo de un posible traspaso, hubo intentos que terminaron en fracaso. Ahora es definitivo. Iverson pidi¨® que le dejen marchar y su presidente, Ed Snider, le abri¨® encantado la puerta. Se confirm¨® que La Respuesta ya no era tal para una franquicia que ha vivido diez a?os sujeta a uno de los baloncestistas m¨¢s espectaculares de la NBA.
"Este chico es imposible de dirigir", declar¨® Larry Brown en su momento, en una de las muchas peleas entre entrenador y jugador. Cuando el nombre de Iverson salt¨® al mercado, no s¨®lo estaban como credenciales sus 28 puntos, 6 asistencias y 4 rebotes de promedio por partido en su carrera y un galard¨®n de MVP en 2001, sino su edad, 31 a?os; su manera de juego, que obliga a todo el equipo a girar alrededor de su estilo y, lo que es m¨¢s importante, su imagen. Quien le contrate tendr¨¢ que asumir que sus hinchas le someter¨¢n a un juicio por fichar a un jugador con la etiqueta de problem¨¢tico.
Fuerte como una roca, duro como ninguno, no hay nadie en los ¨²ltimos tiempos que haya jugado m¨¢s minutos (41m 42s de media) ni que haya sufrido m¨¢s lesiones. Iverson se convirti¨® al llegar a Filadelfia en 1996 en La Respuesta a todos los problemas del equipo y a la falta de ilusi¨®n de una ciudad que se identific¨® totalmente con la personalidad de su mejor jugador. Con una actitud honrada, sobrepasando muchas veces los l¨ªmites de la chuler¨ªa, Iverson siempre ha sido el mismo muchacho que pas¨® cuatro meses en prisi¨®n a los 18 a?os por meterse en una pelea a la que no se le hab¨ªa llamado. La fama nunca cambi¨® su manera de actuar, desafiante ante la autoridad, ya sean los t¨¦cnicos o el comisionado, David Stern; ya sea en lo referente al modo de entrenarse, al c¨®digo de vestimenta o a la s¨²plica de Stern para que sus jugadores dejen las armas de fuego en casa. "Stern no sabe lo que es ser un millonario negro y tener que ir a barrios peligrosos para ver a familiares o amigos", dijo Iverson el mes pasado en un nuevo enfrentamiento con el dirigente de la Liga. Sus rifirrafes se remontan a 2000, cuando hizo un disco de rap en el que arremet¨ªa contra las mujeres y los homosexuales. Stern fue muy cr¨ªtico.
Filadelfia espera que el casillero de las derrotas, 14 este curso, siga aumentando y poder as¨ª elegir en la primera posici¨®n del draft a un jugador que cambie el rumbo del equipo. En lo que se refiere a Iverson, con un sueldo de 17 millones de euros anuales, los rivales saben lo que les toca si le contratan.
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